Se acerca Septiembre y con él las
fiestas en honor a Nuestra Señora de la Luz. Fiestas este año solo de palabra
escrita pues esta pandemia todo lo ha trastocado y mucho más allá de lo
previsto. Como no habito en dicha zona de La Orotava ignoro cómo se desarrollarán
estos actos. Supongo que serán muy parcos y acotados dentro del propio templo
como ha ocurrido en otras zonas villeras. Según me comenta un vecino de la zona
una misa solemne y la colocación de una placa por el cuarto centenario de esta
ermita.
Cartel para conmemorar el 400º aniversario de la ermita de Nuestra señora de la Luz. Imagen obtenida en las redes sociales. |
Este año da la casualidad que se
cumple el 400 aniversario de la construcción de esta ermita en unos actos que
se iban a celebrar y que los anunciaban desde principio de este año con un
bonito cartel que mostraba su fachada. Yo con tan mala suerte que no lo
fotografié a tiempo antes del Estado de Alarma. Aparte de un bonito cuadro
autoría de Javier Úbeda que representa a doña Elvira solicitando al obispo de
Canarias los permisos para la construcción de dicha ermita bajo la advocación
de Nuestra Señora de la Luz.Igualmente creo que en estas semanas se va a publicar, o ya está a la venta un ensayo sobre la historia de esta ermita a lo lorgo de estos cuatro siglos de historia.
La Orotava tiene muchísimas
ermitas diseminadas por todo su territorio. Unas más conocidas que otras, pero
todas con sus características propias y su historia. Con imaginería a veces
poco conocida pero que ahí están. Por su puesto no entro a valorar su apertura
al publico o estados de conservación porque muchas de ellas son de titularidad
privada y no soy quien para hablar de las cosas de los demás. El derecho a la
propiedad privada es uno de los derechos más inalienables que el ser humano puede
y debe tener. Sobre la ermita que hoy ocupa este escrito no voy a entrar en
datos históricos pues no los domino ni entendido en historia de arte o
arquitectura para tener el atrevimiento de empezar a redactar corriendo el
riesgo de dar reseñas erróneas.
La verdad que esta ermita cuando
se erigió, no me queda claro si por el capitán Miguel de Franchi o por su
esposa doña Elvira de Alfaro, debió de ser un lugar sagrado privilegiado en
medio de aquellos bucólicos parajes. Sitio que aun conserva cierto toque entre
modernidad y tierras de agricultura en las afueras del Casco villero. Hace 400
años el lugar debió ser, o al menos así lo imagino yo, un remanso de paz en
medio de la naturaleza. No recuerdo haber estado nunca en su interior donde me
han dicho que es una ermita muy acogedora con una imaginería de mucha calidad
donde predomina en el altar la virgen bajo la advocación titular de esta
parroquia constituida como tal en la década de los años 60 del siglo XX. Un
lugar que he de apuntar para hacer una visita y obtener imágenes de la misma.
Cuadro de Javier Úbeda donde plasma parte de la historia de esta ermita. Imagen obtenida en las redes sociales. |
Más no puedo añadir, pero quería
tener un guiño hacia esta ermita y sus fiestas. Cada año me resulta curioso
como los encargados de organizar esta festividad engalanan con mucho esmero la
entrada al barrio de la Luz. Una cosa hecha con mucha viveza de colores y
banderas que resulta bastante encantadora.
Como he referido este año el
Covid 19 o ha trastocado todo y no habrá fiestas como deberían. Mucho animo
para los habitantes de este barrio y a las personas que cada año ponen su amor
y empeño en que esta celebración salga adelante. Mucha Luz hace falta en estos
tiempos tan inciertos que vivimos. Que la virgen bajo tal advocación ilumine
este sendero de tinieblas en el que estamos inmersos. Es lo único, y mejor, que
podemos pedirle.
Un saludo.
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© 2020 Francisco García.
Primera edición del texto: Enero
de 2020.