domingo, 31 de julio de 2022

Recuperación del archivo de vídeo sobre la crónica de la accidentada final del Trofeo Teide año 1994.

Cuando creé el nuevo canal de YouTube para éste bog hace casi un año me comprometí, dentro de mis posibilidades y predisposición, a recuperar todo archivo que fuera solicitado, bien por visitas al artículo o bien pro petición directa a mi correo electrónico. He visto que en estos días han sido bastantes las visitas a un artículo publicado el 2 de Agosto del año 2018 sobre la accidentada final del Trofeo Teide del año 1994 entre el C.D. Tenerife y el Veracruz (6-0) que acabó incluso con algún detenido en el cuartel de la Guardia Civil.

Yo tengo que estar siempre pendiente a la audiencia de este blog, pues como decía el gran Chicho Ibáñez Serrador, no se puede hablar de la audiencia sino de “mí” audiencia, porque es la que sigue mi trabajo. Por tanto, el vídeo vuelve a ser publicado en el canal de YouTube de 100 x 100 villeros de La Orotava para aquellas personas que lo quieran ver junto al artículo que en agosto de 2018 transmitía.

Incido nuevamente que dentro de mis posibilidades y predisposición se recuperaran aquellos archivos fílmicos que yo tenga constancia que despiertan interés.

Para ver nuevamente este vídeo pincha en el enlace de abajo.

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https://100x100villerosdelaorotava.blogspot.com/2018/08/la-accidentada-final-del-trofeo-teide.html

sábado, 23 de julio de 2022

Y lo bonitas que están.

Tiempos de una de mis flores favoritas que en La Orotava se ponen preciosas.

Si quieres leer el artículo pincha en el link de abajo.

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https://100x100villerosdelaorotava.blogspot.com/2021/07/la-flor-del-mundo.html 

jueves, 14 de julio de 2022

Don Jesús Martínez, un gran sacerdote y amigo que se nos va.

He estado toda la mañana fuera y con suma tristeza me entero por el amigo Desiderio González Palenzuela de que el padre don Jesús Martínez ha fallecido. Imposible no dedicarle unas palabras a este sacerdote que dejó una huella tan profunda y benévola en nuestro pueblo.

El 18 de Mayo de 2017 ya le brindaba un artículo tras su marcha a Pamplona. Era un artículo como muestra de mi agradecimiento hacia su persona, pues yo lo traté durante años y siempre me obsequió con su sincera amistad. Hablar de don Jesús es hablar de un cura vocacional, fue misionero durante treinta años en Filipinas. Es igualmente hablar de un hombre serio y valiente como buen navarro que era. Siempre atento a todo el mundo. Con la sonrisa en los labios y la virtud de escuchar a quiénes acudían a él en busca de consejo y consuelo espiritual. Sus misas eran de un cariño y mimo muy especial al igual que sus Vía Crucis. Bonitos recuerdos tengo de ello.

Figura icónica por las calles del Casco villero. Siempre con su rosario y su leve cojera, pero grande en su humanidad. Sin lugar a dudas era todo un soldado de Cristo Rey y en ello basó su vida. Él vivía intensamente la eucaristía, la oración, y las lecturas de fuerte carácter filosófico. Todo ello acompañado de otra forma de armonizar con Dios como era el canto.

Cuando un sacerdote posee de manera inherente tales virtudes no puede uno sino sentirse honrado de haberlo conocido. Como persona y como se decía antigua mente para ir “a gozar misa”, pues indudablemente con él se gozaba intensamente la eucaristía.

 

Padre paúl don Jesús Martínez de San Juan (1931-2022).

 

No puedo sino sentirme profundamente triste por su fallecimiento, porque indistintamente que ya no residiera en La Orotava, allá por donde pasó su sola presencia trasmitía la Fe en Dios. Fueron catorce intensos años en La Orotava repartidos entre la parroquia de Santo Domingo de Guzmán y la iglesia de San Francisco de Asís.  Aún recuerdo la última conversación que tuvimos en la entrada de la residencia de los paules y de que se iba a Pamplona, pero su corazón quedaría en La Orotava para la eternidad.

Él mismo lo improvisó diciendo:

Adiós La Orotava,

La Orotava de mi querer, mi querer,

adiós La Orotava

en el cielo te volveré a ver…

 

Se acumulan en mi unos recuerdos que no hay verbo para expresarlos, porque para mi no se va sólo un sacerdote. Se va una persona de unas virtudes extraordinarias. San Fermín se lo lleva acabando sus fiestas.

Poco más puedo añadir, sólo este recordatorio de mi anterior artículo dedicado a él https://100x100villerosdelaorotava.blogspot.com/2017/05/gracias-por-todo-don-jesus.html

Don Jesús ahora sólo queda que vaya usted junto a José el cojo y Víctor ir preparando la misa en la iglesia de San Francisco de la Jerusalén Celeste. Recuerdos para esos dos grandes villeros, más bien tres, porque usted acabó convirtiéndose en uno de los nuestros, para mayor gloria y honor de este pueblo.

Las misas por don Jesús en La Orotava serán las siguientes (aunque mejor infórmense pues esto lo copio de las redes sociales):

Iglesia de San Francisco:

Sábado 16 de julio a las 17:00h.

Parroquia de Santo Domingo de Guzmán:

Miércoles 20:00 horas.

Buen viaje don Jesús hacia la casa del Padre y espero que nos volvamos a cruzar algún día, pues usted siempre me pareció un gran sacerdote y mejor persona. Y a las buenas personas siempre las llevamos en el corazón para convertirlas en inmortales.

Descanse en Paz el padre don Jesús Martínez de San Juan.

 

Epílogo:

Son muchas las muestras de pésame y cariño que se están dando en las redes sociales por el óbito de don Jesús. Quisiera transcribir algunas de las personas de más confianza en mis redes, pues creo que sus palabras dan el marchado de valor de la gran humanidad que caracterizaba a don Jesús.

Empiezo con las palabras que le dedica Jesús Rocío y en las que me identifico plenamente. Él nunca quiso marcharse de la Orotava, pero su fe en Dios y su obediencia a la orden de los paules hizo que partiera con profundo dolor hacia Pamplona. Tal vez mucha gente no lo sepa, pero don Jesús en estos últimos cinco años mantuvo contacto telefónico con algunas personas de La Orotava. Nunca quiso romper su vínculo con la Villa y eso es algo que demuestra el aprecio por esta tierra y sus gentes.

Pasemos a leer lo que le ha escrito Jesús Rocío:

Inmemorian.

Acabo de recibir la triste noticia del fallecimiento del padre paúl Don Jesús Martínez (padre Jesús). Los que tuvimos la suerte de conocerlo veíamos en él, una persona llena de bondad, ternura, y una dulzura envidiable. Nos contaba de su familia, de sus hermanos religiosos, y de su paso como misionero. Yo lo conocí, en la capellanía de San Francisco en el Hospital Santísima Trinidad, donde él era capellán en la misa de las diez. Era muy querido por los enfermos.

Recuerdo cuando con lágrimas nos comunicó su marcha, y me dijo "yo todavía me encuentro bien para seguir, pero nuestro señor lo ha querido así" y se fue a un centro en su tierra, y desde allí me llamaba interesándose, por mí y dando saludos para todos los feligreses, padre Jesús, gracias por todos los consejos y cariño que me daba. Estoy seguro que nuestro señor lo acogerá. con el mismo cariño, que usted siempre nos trató.

Descanse en paz, sacerdote y amigo.

 

El amigo Desiderio González Palenzuela comenta lo siguiente:

Una buena persona con mayúsculas. Un gran sacerdote. Descanse en la Paz del Señor. Que la Santísima Virgen lo reciba con los brazos abiertos en el cielo.

Me cogió por sorpresa está mañana cuando en medio de los pedidos de la panadería, como algunos me lo envían por wassap, ahí leí el mensaje. Me quedé de piedra.

Un Sacerdote que hizo mucho también en Santo Domingo, no nos olvidemos que el vino a sustituir al Padre Felipe García Olmo, en Febrero del año 2003 y participó de manera intensa en toda la labor pastoral junto al Párroco Francisco Javier Barrera Hernández hasta Octubre del año 2005, donde se nombra Párroco de Santo Domingo de Guzmán a Don José Vega Herrera.

 

Permítanme que igualmente me una a este epílogo. Mentalmente soy un mar de recuerdos de don Jesús, pues muchísimas horas pasamos conversando de lo humano y lo Divino.

Yo no soy católico practicante. Ni siquiera semi practicante. A los oficios religiosos voy cuando yo digo y mi espíritu así lo necesita. Incluso con los años me he ido posicionando entre los gnósticos, que no debe tampoco significar militancia en los mismos. Los que entendemos e interpretamos el mensaje y la figura cristológica del Maestro desde otras posiciones que no tienen por qué ser las oficiales de la Iglesia católica. Siento si esto puede resultar ofensivo para alguien, pero yo hablo de mí no de nadie. Por su puesto siempre me expreso desde el respeto hacia otras filosofías dentro del cristianismo las cuales me parecen muy respetable. Pero tampoco puedo negar que la filosofía que los padres paules tienen, por lo menos en La Orotava, a mí me encanta. Tampoco escribo nada nuevo porque ya he redactado bastante sobre la parroquia de Santo Domingo de Guzmán y mi admiración hacia su comunidad religiosas y seglar.

Durante unos años acudía casi diariamente a las misas entre semana de las 18: 00 h en San Francisco. Y fue allí donde trabé confianza con don Jesús. Leía y participaba en los Vía Crucis cuaresmales. Bien disfrutaban los feligreses con esos Vía Crucis, pues se hacían con mucho cariño, humildad y esmero. Él me tenía mucho aprecio y valoraba aquellas pequeñas ayudas que tanto Jose como él me solicitaban. Y muchas veces después de misa nos quedábamos a hablar en la sacristía de la humano y lo divino junto a Jose. Yo aprendí muchísimo de don Jesús, y también de Jose, de su filosofía de vida. Abnegado servicio y feliz de ello.

Todos sabíamos de sus problemas de cadera y demás. Muchas veces el dolor se cebaba en él y aunque tuviera que subir caminando desde la residencia de los paules hasta la iglesia de San Francisco él lo hacía. Y se lo tomaba como parte de su ministerio sacerdotal ese esfuerzo subiendo las pinas calles. Incluso en invierno con lluvia y mal tiempo. Él se paraba varias veces para tomar un respiro, pero siempre con la alegría de que estaba sirviendo a Dios hasta en sus padecimientos físicos. Nunca se quejó. Al contrario, para él fue la alegría del cristianismo militante. Sólo una vez lo vi roto y abatido que fue cuando falleció Jose. Ahí si lo vi que la Fe se convirtió en alegría y a la vez llanto porque Jose trascendía, pero él perdía a un amigo. O más que amigo a un hijo. Porque que nadie tenga duda que el mejor tándem sacerdote-sacristán que ha tenido la iglesia de San Francisco han sido ellos dos. Ya de nuevo están juntos para la eternidad.

Como digo teníamos la sana costumbre de quedarnos un rato charlando en la sacristía y era un hombre que extrapolaba su gran humanismo cristiano a todos los aspectos de la vida. Relataba sus experiencias de niño, como seminarista, sus largos años en Filipinas. Sus ideas de la vida, de la sociedad, del mundo en general. Y siempre con la sonrisa en los labios y la humildad en las palabras.

Muchas historias me relató y bastantes cambios de impresiones tuvimos y eso yo lo agradeceré siempre. Y le doy gracias a la vida de haberme cruzado con una persona así. Porque son de esos seres excepcionales que pasan por el mundo dejando una profunda huella en el corazón.

Tal vez algún día relate algunas historias de aquellas impresiones que intercambiábamos y de sus avatares por Filipinas y para lo que él significaba y lo dichoso que se sentía en La Orotava y de la capellanía de San Francisco.

Más que triste me siento sumamente nostálgico. Porque siento que voy perdiendo referentes que han sido partes de mi vida y que a la vez me hacen recordar que ya voy entrando en una edad sustancial donde ya por ley de vida voy despidiendo a personas que me han aportado mucho. Pero por una parte me quedo con sus enseñanzas y con el convencimiento que algún día nos volveremos a reencontrar. Y me volveré a encontrar con él y con Jose, con Víctor y con tantos otros/as. Es el misterio insondable de la vida. No podemos cambiarlo y cada uno lo vive a su manera en ese camino iniciático para adentrarse en la vida después de la vida. Y aunque yo me quede, al igual que muchísimas personas, con una sensación de pérdida ante una persona de la grandeza de don Jesús él mismo con sus enseñanzas y sapiencia marcó el camino y dejó ese mensaje de no estés triste. Yo he trascendido. El hombre ha muerto, pero el ideal pervive y ahora toca a otros trasmitirlo.

Pido disculpa por tal vez extender de más el escrito, pero necesitaba expresarlo y dejar constancia de ello. Ahora prefiero volver a los sonidos del silencio y rogarle a Dios el gran puesto que merece don Jesús en el Reino de los Cielos y que desde allí nos ayude e interceda por nosotros en estos tiempos de la dureza del hierro que estamos viviendo.

Así sea.