Esta
mañana me enteraba repentinamente por medio del Facebook del amigo Desiderio González
Palenzuela del fallecimiento de don Antonio Jiménez a la edad de 94 años. Triste noticia para
empezar el día.
Lo tuve de
profesor. Ni que decir que era un sacerdote estricto a más no poder. Recuerdo
que en las clases no se oía ni una mosca en su presencia. Eso siempre nos lo decía
mucho el gran don Nicolás Mederos. Siempre hablando y cuando les da clase don
Antonio no se oye a nadie. Aunque nosotros a don Antonio lo oíamos a diario aunque no nos diera clase porque cada jornada por megafonía interna nos dedicaba unas palabras, alguna historieta con moraleja o una anécdota. Todo eso acompañado del correspondiente Padrenuestro y Ave María. Eran clases a la antigua usanza donde el profesor
enseñaba con disciplina y los alumnos respetaban a su mentor. Lo recuerdo
siempre en los recreos dando vueltas por el antiguo campo de tierra, hoy
asfaltado, siempre rodeado de niños con los que jugaba, hacia trucos de magia o
nos contaba algún chiste. Esa media hora de recreo era en horario de clases el único
momento que él se permitía sonreír. Y siempre lo recuerdo con una chaqueta de
color beige y una rebeca azul. En definitiva, un cura de antaño. Tengo
entendido que en sus años de seminarista estuvo en Roma y Alemania hasta su
ordenación como sacerdote, en donde se formó para lo que luego fue su extensa
vida sacerdotal y donde pudo aprender idiomas.
Don
Antonio era una persona muy conocida y querida en La Orotava. Pueblo
del que fueron muchos años residiendo, creo que desde finales de la década de
los 70, y no es descabellado considerarlo como un villero más. Siempre presente
en las grandes citas religiosas en la
Villa con esa misma afabilidad y sonrisa como si hubiera
nacido en pleno Casco de La Orotava.
Desempeñó
su vocación en los colegios de Utrera, Triana, Cádiz, Granada, Montilla,
Pozoblanco y Palma del Río. Hombre con aire enérgico e incombustible que le
caracterizaba. Hasta que los achaques de la edad le pudieron pero no
derrotaron. A don Antonio lo recuero con cariño y respeto como a muchos
profesores que tuve. La última vez que lo vi fue a finales de mayo en la calle Nicandro
González Borges. Iba caminando solo y algo fatigado por lo que me acerqué a él
a saludarlo y preguntarle si necesitaba ayuda. Me contestó que no. Que
tranquilo que él iba a su ritmo. Fue la última vez que hablamos.
Sin lugar
a dudas don Antonio marcó una época en los Salesianos de La Orotava. Recuerdo las famosas Veladas por las que era tan
aficionado. Sus excursiones y viajes que siempre los organizaba de una forma
esmerada. Organizó viajes por la
Península , Europa y otras regiones del mundo. Su gran pasión
por los Belenes y por su querida misa de 12 los domingos a la que era mejor
asistir porque si no se enchinaba ante tu ausencia. Conmigo se enchinó bien
porque yo a pocas fui. Y como no, siempre atento a la figura de María Auxiliadora
con sus capillas y de rezarle a diario el Rosario a la Virgen. Se me viene
ahora a la mente pese al paso de muchos años la capilla que daba al campo de
tierra hoy creo que reconvertida en aula de infantil. La recuerdo por el olor
especial que emanaba y por un silencio absoluto que reinaba en ella y que daba
directamente al campo de fútbol. Allí muchas clases de religión nos dio y
muchas charlas como solo él de bien sabe hacerlas. Todo esto compaginado con colaborar como
sacerdote en la Ermita
de San Telmo del Puerto de la
Cruz.
Pero lo
mejor de su obra ha sido lo que otros dicen de él. Y nunca he oído una crítica
destructiva o una mala palabra de este sacerdote. Al contrario, todo críticas
positivas. Fue todo un lujo de sacerdote. Síntoma inequívoco de cuando un
sacerdote es vocacional en su amor a
Dios, a la Virgen
y al servicio a los demás. Y eso lo vi demostrado hace unos años cuando en la
fachada del colegio le pusieron un gran cartel agradeciéndole sus 60 años de
sacerdote salesiano.
Sea este mi
homenaje para él. Una persona que los que tuvimos la suerte de conocerlo y que
nos diera clases nos enseñó valores en la vida y nos formó de una manera seria
y disciplinada. Con sus aciertos y errores. Con sus castigos, que los daba, porque
ay de ti que te dijera “¡niño!”, pero también con la alegría que nos
proporcionaba. Reconozco que de don Antonio y de muchos profesores que me
formaron en mis primeros años de estudiante les guardo de corazón un grato
cariño.
La foto
que acompaña este escrito fue la última que le hice. Es del 25 de Mayo de este
año cuando los alumnos bajaron a María Auxiliadora hasta el colegio. Él estaba
viéndolo todo desde una ventana. Recibiendo a su querida Virgen y rindiéndole
honores. Se fue cerca del día 24 siempre tan significativo para la familia
salesiana. Ya se habrá encontrado con Ella en la Jerusalén Celeste aguardándole
el descanso eterno. Tambien acompaña este escrito un vídeo fotográfico que hecho de mis archivos personales. Es del año 2005 en el Rosario de la Aurora un 22 de mayo.
El sepelio
es mañana a las 13:00 H en la parroquia de la Concepción.
Fue un
placer conocerlo don Antonio y que fuera mi profesor y el de varias
generaciones que pasamos por el colegio Salesianos de La Orotava. Hasta siempre
y que la Luz eterna y perpetua ya sea para usted.
Descanse
en Paz.
*El amigo Desiderio González Palenzuela mediante Facebook me escribe estas palabras:
*El amigo Desiderio González Palenzuela mediante Facebook me escribe estas palabras:
“Una
excelente persona. Buen sacerdote y maestro. La historia del colegio Salesiano
de nuestra Villa, no seria la misma sin nuestro apreciado y querido Don
Antonio. Y una cosa muy importante, su devoción a Maria Auxiliadora. Fue el
Consiliario de su Archicofradía durante muchos años, buena parte del fervor que
le tiene nuestra Villa a María Auxiliadora, se la debemos de corazón a Don
Antonio o por lo menos toda nuestra generación.
Muy
organizado y con una capacidad de liderazgo digna de admiración para coordinar
a todas las celadoras, las reuniones de la Junta Directiva, la organización de
la Procesión el 24 de Mayo,la las Primeras Comuniones, la Novena, la Tómbola y
un sinfín de responsabilidades unido a sus labores de la docencia que ocupaban
buena parte del día, así como la responsabilidad y la dirección espiritual de
los cursos de primaria.
mismo. Recuerdo siempre de verlo
en Santo Domingo concelebrando con los Padres Paules, en los días grandes de
nuestra Parroquia: Santo Domingo de Guzmán 8 de Agosto, Virgen de Candelaria 15
de Agosto o la Milagrosa el 27 de Noviembre. También asistía a muchos entierros
y siempre mostraba su disponibilidad y buen hacer cuando cualquier Párroco del
municipio solicitaba su ayuda para ejercer algún ministerio pastoral concreto
en alguna de nuestras Parroquias.
Otra cuestión muy importante referente a Don Antonio Jiménez Romero fue su notable interés por difundir la devoción a María Auxiliadora en distintos puntos de nuestra geografía fundando la Archicofradía de la Virgen en lugares como San Benito y la Cruz Santa en los Realejos, Punta Brava en Puerto de la Cruz, La Perdoma en la Villa de la Orotava, o la Cruz del Camino en la Matanza de Acentejo entre otras.
Otra cuestión muy importante referente a Don Antonio Jiménez Romero fue su notable interés por difundir la devoción a María Auxiliadora en distintos puntos de nuestra geografía fundando la Archicofradía de la Virgen en lugares como San Benito y la Cruz Santa en los Realejos, Punta Brava en Puerto de la Cruz, La Perdoma en la Villa de la Orotava, o la Cruz del Camino en la Matanza de Acentejo entre otras.
No se me olvidara nunca el último
año que salí del Colegio que hizo una colecta clase por clase para sufragar
parte del coste de la imagen de Maria Auxiliadora que se venera en la Parroquia
de su nombre en el Barrio de Duggi en Santa Cruz obra del escultor murciano
Francisco Liza Alarco.
Todo esto son grandes muestras de la intensa devoción que sentía hacia la Virgen.
La misa por su eterno descanso será el jueves día 27 de julio a las 20:00 H (mejor preguntar pero creo entender que a esa hora) en el colegio.
Todo esto son grandes muestras de la intensa devoción que sentía hacia la Virgen.
*Apéndice:
Acabo de
llegar del entierro de don Antonio y quisiera matizar y recalcar ciertas cosas
que hoy en la magnífica homilía que le brindó el jefe provincial de la Orden Salesiana
me hizo recordar muchas cosas. Ni qué decir en una iglesia a rebosar con una
misa solemne para una persona que dio al pueblo de La Orotava 38 años de su
vida sin pedir nada a cambio. El procuró mucho por La Orotava y ésta a su vez
le dio mucho cariño y afecto.
Se le dijo
que fue trigo entre cizalla. Afirmación totalmente acertada porque es lo que
fue. Trigo entre cizalla que a la vez quitaba cizalla y sembraba trigo.
Se
recordaron las palabras del médico que atendió don Bosco cuando agonizaba y
este les dijo que no estaba enfermo sino desgastado. Así vi yo a don Antonio la
última vez que nos encontramos. Un hombre desgastado por el servicio a los demás
por medio del ministerio sacerdotal. Murió en primera línea de acción por un
desgaste que solo puede tener una persona de fuertes convicciones religiosas.
Así mismo
se recordó cuando iba a las casas a visitar a los niños por su onomástica.
Bonita tradición que tenía don Antonio cualquier día del año.
Ayer el
amigo Desiderio me recordaba su presencia en los duelos. Cosa que yo viví en
primera persona de estar en un duelo y llegar él, sin ser párroco, y rezar un
responso y consolar a las familias. Estos siempre quedaban muy agradecidos de
esa presencia que llegaba espontanea de una persona que asistía, y de forma muy
solemne, al difunto y sus familiares en horas de pesar.
Como anécdota tengo que decir que la gente de mi época conocimos, entre otros muchos, a cinco sacerdotes legendarios; don Modesto, don Antonio Márquez, don Víctor, don Evaristo y don Antonio Jiménez. Ya hoy reunidos de nuevo en la casa del Padre y arropados por María Auxiliadora.
Como anécdota tengo que decir que la gente de mi época conocimos, entre otros muchos, a cinco sacerdotes legendarios; don Modesto, don Antonio Márquez, don Víctor, don Evaristo y don Antonio Jiménez. Ya hoy reunidos de nuevo en la casa del Padre y arropados por María Auxiliadora.
Aprovecho
para subir la estampa en recuerdo de don Antonio que hoy se entregó en el
funeral. Dice estas palabras de don Bosco: “He prometido a Dios que hasta mi último
aliento será para mis pobres jóvenes”.
Y así
mismo esto lo cumplió don Antonio.La misa por su eterno descanso será el jueves día 27 de julio a las 20:00 H (mejor preguntar pero creo entender que a esa hora) en el colegio.
© 2017 Francisco García.
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Primera edición del texto: Julio de 2017.
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Vídeo con fotografías de don Antonio. Siento la baja calidad del mismo. Era una época de las primeras cámaras compactas digitales y con los programas de edición de hoy en día estas fotos pierden mucho.