martes, 5 de junio de 2018

El mago conoce y lo que no, lo aprende.

Cartel promocionado por el Ayuntamiento de La Orotava
para el buen uso del traje típico.
El título de este escrito es de un video que está promocionando el Cabildo de Tenerife ante la situación ya bastante grave del tema de la vestimenta de magos en las distintas romerías, paseos romeros y bailes en diversos puntos de la isla. Yo voy a dar mi opinión muy personal de todo este tema que la verdad me produce bastante desasosiego.
Ya saben que la vestimenta de mago parece o se da a entender por las nuevas generaciones, y no tan nuevas, que eso es algo arcaico del pasado que hay que eliminar. Una ramificación más de cuatro décadas de rupturísmo con todo. Porque somos modernos y llevar bien la vestimenta de mago eso es algo de tiempos pretéritos. El Cabildo ha promocionado este vídeo, a buenas horas, en corte humorístico para concienciar. Obviamente poco va a concienciar. Y como he dicho yo quisiera exponer varios puntos de vista.
Primero que me siento ofendido visual, anímica y sentimentalmente viendo lo que se ven en las romerías por parte de algun@s. Siento que se nos falta incluso al respeto a aquellas personas que nos hemos rascado el bolsillo, y buena rascada que es, comprándonos un traje de mago cómo debe ser. Porque te sientes en una especie de indefensión e impotencia de ver y comprobar para qué te gastas un dinero si luego otr@s van cómo van. Entonces a mi este tipo de videos no me valen. ¿Ahora es cuándo se vienen a dar cuenta los políticos de atajar esto? Porque este mal endémico empezó allá por la década de los años 90. Debe ser que los políticos no van a las romerías. O si van se envuelven en su burbuja de casta con sus aduladores mientas se hartan de comer y beber. Tengo mis dudas de saber a cuántos “magos” van a reprobar los políticos en las romerías. A ninguno. Porque viene uno de estos “magos” y le dice “qué pasa colega dame un abrazo coño” y el político, siempre muy rápido mentalmente para lo qué le interesa, piensa “¡en un año elecciones, un voto!” y este le da hasta un abrazo y le posa para un selfie y el “mago”, verán que lo entrecomillo, sale todo contengo diciendo “chacho me hice una foto y me dio un abrazo tal… eso es un puntal. En las próximas elecciones le voto”. Todo esto lo escribo de forma irónica, aunque ironía por desgracia bien poca. Creo que este problema se tiene que solucionar de una vez y de forma muy fácil. Este tema se está volviendo muy sintomático y endémico en todas las regiones de España. Ignoro cuántos trajes típicos puede haber en todo el país. Pero supongo que más de 200. Y no comprendo ante tanta riqueza cultural y etnográfica cómo desde el ministerio de Cultura, junto a todas las regiones de España se hace una ley de vestimenta folclórica, porque el traje típico es un patrimonio de cada zona y región, y se da una cobertura legal para que estas actitudes sean sancionables. Al igual que no se puede construir en zona protegida, no se puede tocar o modificar una fachada de una casa antigua, y es delito atentar contra un patrimonio artístico y arquitectónico de igual manera debería ser esto punible. Pero no. No se hace nada a nivel insular, ni regional, ni estatal. La cosa es ir a las romerías para que hacer un despliegue político y dale pan y circo al pueblo para que no piensen mucho. No señores. Un taje típico no es un trozo de tela. No es un capricho caro. No es una tontería. Un traje típico representa toda una historia de un pueblo, comarca y región y de todas aquellas personas que nos precedieron. Y lo mínimo que se puede tener es un respeto hacia esas cosas. Pero como he dicho estamos ante una generación rupturista que encima se le ha dado terreno para estas cosas como las del traje de magos. Para que vayan con unas bermudas, unos tenis, una camiseta y fajín. Y ve y diles algo. Porque muchos no se meten ni en las romerías. Se quedan por los alrededores en las plazas bebiendo. Y luego viene el típico enterado, generalmente el más cobarde, y reprocha a quién no debe diciéndole “¿y por qué no le dijiste nada a esos que iban mal vestidos?”. Se olvidan de una cosa. Las romerías van por vía publica. Y el ir vestido de “mago” no es delito ni está tipificado cómo tal. Y una persona, sea bien de una organización, colectivo, grupo, etc no tiene potestad ni para retener a esa persona o echarlo de la fiesta. Para eso están los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Que tampoco a fin de cuentas pueden hacer nada porque no tiene cobertura legal para ello. Por lo tanto, que los políticos se dejen de tanto clamar al cielo y tanto video y demás y empiecen una batalla a dos frentes. Un frente el legal. Hacer por ley y bastante dura que todas estas cosas sean punibles y sancionables con fuertes multas. Una ley que garantice de forma efectiva y total que se proteja como símbolo cultural la buena vestimenta típica. Y a la vez abrir otro frente en institutos y universidades de concienciación. Charlas, talleres, documentales. Porque es en su mayoría la gente joven la que ha caído es esta especie de dejadez de ir vestido de cualquier manera. Pero para eso hace falta voluntad. Y no se ve. ¿De qué vale que un alcalde haga un bando municipal si luego no tiene cobertura legal para ello? ¿De qué vale que se les llame la atención si están en vía publica? ¿Para buscar un jaleo? Les voy a contar una anécdota personal del baile de magos del año 2016. Estaba yo en la plaza del Quiosco con las amistades y aparecieron unos chicos, entre ellos uno vestido de pastorcita. La imagen corrió por las redes sociales en su momento. Y nos quedamos ese grupo, otro grupo de chicos que los conozco de vista de La Orotava y nosotros. Y ya uno pues va captando cuándo se va a armar un jaleo. Y así fue. El vestido de pastorcita, él estaba a su aire y a su fiesta sin meterse con nadie. Pero el otro grupo no se lo estaba tomando a bien y uno saltó de ir a por él a llamarle la atención. A lo que yo a lo rápido le dije que se estuviera quieto. Y él me replicó diciéndome que si no veía lo que estaba haciendo el tipo aquel. Yo le respondí que sí, lo veía perfectamente. Pero si le llamas la atención va a ver pelea, va a venir la Guardia Civil, que encima muy lejos no estaban, y van a hacer una carga y ya sabes que los grupos de intervención no se andan con tonterías. Y al final entra aquí una buena pelea con varios heridos como mínimo y el lunes a primera hora todo el mundo en el juzgado. Entonces ya se lo pensó mejor se fue a su sitio y el de pastorcita siguió a su bola.
Eso es lo que tenemos que evitar. La provocación o el humor degenerado por una parte y la respuesta agresiva por otra parte de personas que no están para tener que reprobar a nadie. Aunque razón no les falte para ello. Pero al final se calientan los ánimos y pasa lo que pasa. Con una ley real y efectiva a ese señor que se viste de pastorcita se le saca de las fiestas, multarlo y llevarlo a juicio. Ignoro por qué se viste de pastorcita. A lo mejor él es feliz así. Y me parece muy bien. ¿Pero en un baile de magos o romería? Y reincido, luego lo que conlleva que se le llame la atención y haya ya dos copitas de más. Por eso mucha gente se calla porque dicen ¿para buscarme yo un problema? Que se las entiendan la organización y el Ayuntamiento.
Pero también me tengo que poner, hasta cierto punto, en el otro extremo de este asunto.
Ya saben que hay igualmente cierta polémica por los trajes de magos que se están comercializando en grandes superficies. El ultimo que vi en una foto es al que le han incorporado la bandera de Canarias en la manga y le han sustituida el fajín por ¡el pañuelo palestino! El modisto chino creo que anda con un cacao mental a nivel internacional. Pero creo que nadie reflexiona de que si las grandes superficies están comercializando estos falsos trajes típicos es porque los venden. No hay otra. La ley de la oferta y la demanda. Y yo que soy pueblo también me pongo en el lugar de padres de familia y jóvenes. Con el nivel económico que tenemos en Canarias un padre de familia tal vez no puede comprar para uno, dos o más niños y adolescentes un traje de mago autentico. Porque los niños van creciendo y la ropa no crece al unísono con ell@s. Es normal que busquen una alternativa edulcorada. Porque los bolsillos están tocados. Y un/a joven tanto de lo mismo. Tienen que buscar alternativas ante su falta de poder económico. Ahora el que lea esto dirá pues Paco se está contradiciendo con la primera parte de su escrito. Pues no. Aunque no es lo más deseable sí hay tiendas de ropa generalista que tienen trajes de magos muy dignos y muy respetuoso con el original. Que es por lo que está tirando mucha gente. Otra cosa son ya payasadas cómo lo que se está viendo en grandes superficies. Igual pasa cuando tienes que sustituir alguna prenda. Una persona que tenga un traje de mago con su camisa típica de lino a lo mejor no tiene para suplirla y va y compra una camisa blanca normal. Pero todas esas personas buscan algo digno dentro de sus posibilidades económicas.
Por su puesto que a otros les importa un carajo todo. Porque la romería no es para ellos sino comer, beber y demás. ¿De verdad ustedes creen que les importa la tradición? Esos pasan de todo. Ellos van allí a divertirse y punto. Y de aquellos lodos vienen ahora estos barros. Y si no se ataja entre los más jóvenes esto de manera inmediata las generaciones que ahora son niños va a ir igual o peor vestido porque es lo qué le han visto a la generación que el precede. Eso es así. Y es triste. Siempre recuerdo a la difunta Luisa la “canaria”, Dios la tenga en la Gloria, que me decía que se ripiaba de ver cómo la gente, sobre todo ellas, llevaban el traje de mag@s. Razón no le faltaba.
No sé qué más añadir pues la pelota no está en mi tejado sino en los que hacen las leyes. Yo doy mi opinión, posiblemente cada uno tengamos la nuestra. El mago no es lo que estamos viendo entre los más jóvenes. Tal vez la culpa sea nuestra cómo pueblo de no saber ser correa de trasmisión entre estas nuevas generaciones, pero creo que somos aún más culpables de no exigir a quienes débenos que esto hay que respetarlo.
Y esas actitudes de mala vestimenta en el traje típico muchas veces va de la mano y concatenada con actitudes no muy buenas no solo para la fiesta y los pueblos sino para el turista y foráneo que viene de fuera. Fiestas como la romería de La Orotava son escaparates que van mucho más allá de nuestras fronteras y que debemos mimarlas y cuidarlas hasta el más mínimo detalle. El problema es que llevo mucho tiempo percibiendo de que se busca más la cantidad que la calidad. Se prefiere el titular de cuantificar el éxito de las fiestas en el número de asistentes. Hay que hacer de todo esto una muy profunda reflexión, tampoco eso creo que me competa a mí y posiblemente mi opinión no sea ni valorada. Y mejor así. Que pasen de mí que así tranquilamente el tiempo me irá dando la razón cómo en tantas cosas. Retrotrayéndonos y consultando programas de las fiestas de hace varias décadas y observando el archivo fotográfico y fílmico nos damos cuenta de manera constatable de que las fiestas, en cualquier lugar, se han degenerado y no solo en la vestimenta. Por lo menos este quienes escribe jamás me atrevería de meterme en una romería, paseo romero o baile de magos vestido de cualquier manera. Pero al final va a pasar cómo en el tema de Halloween. En una década, no más, si no lo celebras porque no es algo nuestro, nos van a mirar hasta con mala cara. Tiempo al tiempo porque con el traje mago pasará lo mismo.
Creo que el traje mago es algo más que eso. Es un sentimiento que debemos vestirlo con la mayor dignidad qué sea posible. Hay muchos mag@s que pueden, y quieren, enseñar a muchos “mag@s” a vestirse de manera adecuada y tradicional. Porque hay muchos que saben y otros tantos que quieren aprender. Pero para eso hace falta voluntad efectiva sobre el terreno y no vídeos promocionales que ya es cosa vieja e inefectiva. Aunque el vídeo realizado por el Cabildo está genialmente interpretado y no le falta ni un ápice de razón. Y reitero de nuevo. No critico el vídeo y menos de un humor tan inteligente. El vídeo y la interpretación perfectos.
Saludos y recuerden que de mago se va vestido no disfrazado. Aunque eso ya se sabe y parece que cada vez se ignora más.

© 2018 Francisco García.
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Primera edición del texto: Junio de 2018.