sábado, 13 de octubre de 2018

El temporal que azotó a Canarias el 8 de noviembre de 1826.


Estos días, a fecha de escribir esto aún no se sabe muy bien el rumbo errático del huracán Leslie, se ha hablado mucho de temporales y fenómenos meteorológicos adversos en Canarias. He aprovechado para traer a colación sobre el temporal que devastó esta región el 8 de noviembre del año 1826.
Obviamente por cuestiones de edad no queda ningún testigo vivo que pueda aportar datos fidedignos de este hecho por lo que tengo que tirar de datos divulgados. Lo hago con este magnífico vídeo de José Luis Hernández basado en el relato de Antonio Santiago Barrios, beneficiado de la iglesia del Realejo Alto en 1826, en un documento rescatado por Leopoldo Álvarez.


Estado en el que quedó en barranco de Santos según grabado de la época. Imagen extraída de http://vicenticoaa.blogspot.com/2016/03/temporal-de-1826-en-tenerife.html



Oyendo la narración, magníficamente estructurada, los que ya tenemos una edad podemos retrotraernos al fenómeno del Delta o más recientemente de hace unos años a cuando vivimos aquello que se llamó “Ciclogénesis Explosiva” que hizo de las suyas en el Valle de La Orotava. De esta última, pues de la tormenta Delta no la recuerdo tanto por no estar yo en la isla, siempre recordaré que llegué a La Orotava alrededor de una hora antes de que este fenómeno meteorológico demostrara toda su fuerza. Ya de por sí llovía de manera torrencial y yo no iba en un turismo sino en un 4x4 y a los coches les costaba circular. Pero recordaré siempre como el cielo se quedó en un color ocre que tiño todo el Valle y el mar. Nunca, antes o después, he visto algo igual. Tras aquel color tétrico que precedía a la tormenta llegó el temporal que ya de por sí su nombre imponía. Pero es un hecho relativamente cercano en el tiempo y la mayoría de los que leen este blog lo recordaran. Miren que hemos pasado temporales aquí. Siempre está esa leyenda urbana, sobre todo a nivel de Península, de que en Canarias nunca llueve. Siempre sol y temperaturas agradables. Nada más lejos de la realidad pues en Canarias históricamente ha sido región azotada por fuertes embestidas meteorológicas. No fenómenos adversos continuos en el tiempo, pero no podemos tampoco negar que se han dado pero a que la tónica general sea sol y temperaturas agradables gran parte del año. No olvidemos los sendos temporales de los años 1819 y 1867 que acabaron con el mítico drago de Franchy. Aunque este ya venía de un estado de salud y conservación pésimo como así escribió el científico Piazzi: “… ¡Pobre y anciano árbol, cuyo tronco está hueco! Cuando Lugo y sus conquistadores, en 1496, establecieron allí el dominio español, su tronco sirvió de capilla para la celebración de los Santos Misterios: antes sirvió para las reuniones druídicas entre las tribus guanches por muchos siglos. ¡Cuán frágil no está ahora!”
Con este pequeño relato podemos intuir la envergadura y resistencia que tenía este drago que ya por si siglos antes de ser destruido ya estaba en muy mal estado. 


Drago de Franchy según grabado de Alexander von Humboldt.







También hacer constancia que en dicho temporal se perdí la primigenia imagen de la virgen de Candelaria y los cuantiosos daños humanos, dejó la cifra de 298 muertos, que seguramente fueran más, y el terrible daño material causado.

En total fueron:
298 personas fallecidas.
1176 cabezas de ganado.
651 casas destruidas.
Una catástrofe económica y social para la época que hoy supondría ser un tragedia humanitaria y cientos de millones de euros en daños.
Afortunadamente nos hemos librado de Leslie, aunque Azores, Madeira, y parte de la Península no podrán esquivarlo. Esperemos que no haya daños humanos ni materiales como así ha sucedido estos días pasados en Baleares. Un abrazo para nuestros compatriotas baleares.

El tiempo está raro. Parece que quiere amenazar con lluvia, buena falta nos hace, pero está en un quiero y no puedo.
Hoy traigo esta pequeña historia de nuestra historia porque hay que ser conscientes que aunque no estamos en latitudes de huracanes no por ello puede sorprendernos uno aunque sea de menos fuerza. A esto se suma el cambio climático que hará que en todo el planeta aparezcan fenómenos meteorológicos antes no vistos. Leslie tal vez solo es de los primeros avisos como sus antecesores Ciclogénesis Explosiva y Delta de que algo está cambiando en el Atlántico norte y de que estos temas hay que tomárselos muy en serio de cara al futuro.
Saludos y abrazos y precaución allá por donde pase Leslie.

Dejó enlace a Youtube pues no me deja colocar aquí directamente el vídeo aunque lo he descargado y puesto más abajo pero adaptado al formato de Blogger: