domingo, 23 de diciembre de 2018

Los derroches por Navidad.

Este es otro de esos escritos que sin ser temas relacionados con La Orotava de vez en cuando inserto porque me parecen interesantes. Hoy traigo este escrito publicado por servidor en diciembre del año 2014 en el que, de forma muy superficial, este tema da para mucho, hago una pequeña reflexión sobre los derroches de estos días.
Indudablemente es época de gastar dinero. La Navidad se ha convertido en una buena festividad para los manipuladores y para creativos y publicistas que han domesticado a la sociedad creándoles la necesidad de sacarle por estas fechas hasta el último céntimo que tengan. Y de eso voy a hablar hoy. De los excesos y derroches por Navidad.
Aunque este año (esto lo escribía en el año 2014 y sigue pasando) parece que no tenemos Navidad en las calles, eso no significa que no estén en los grandes centros comerciales y el los lugares donde el comercio minorista aún está aguantando las embestidas de la crisis y la competencia de los grandes. Pero seamos claros, aquí los beneficios se los están llevando los grandes pues son los que pueden permitirse el lujo de tener buenos creativos y publicistas.
Llegadas estas fechas, previo bombardeo en publicidad y creación de necesidades desde meses antes, y a la gente la predisponen a comprar compulsivamente. Artículos de toda clase. Ahora nos han metido nuevas yankinadas con eso del Black Friday y del Day technology. Otra injerencia más del extranjero para sacar el dinero a la gente. Lo que la gente no se da cuenta es de la enorme trampa que existe en estas campañas que encima vienen de un país donde el salario mínimo es de 1047 € al mes en la economía, aun, más potente del planeta. Y aquí nos quieren meter esas campañas navideñas con 400 euros asquerosos, si tienes la suerte de cobrarlos, que da el Gobierno o con los sueldos precarios que pagan muchas empresas por jornadas maratonianas de trabajo. Y aun parece que nos resuelven la vida con ello. Como sigamos predispuestos a creer que todo lo bueno es lo de fuera acabaremos celebrando el 4 de Julio y el Día de Acción de Gracias. Y yo como siempre estoy observante a todo me hago la reflexión de tanto que se compra para otro tanto tirar después o guardarlo. Voy a nombrar un par de cosas que me resultan curiosas.
Yo no es que vea mucha televisión. Para lo que dan… Pero de los poquísimos programas que veo me hace gracia una cadena que es tan de ser de clases del pueblo llano y a la vez tiene los anuncios más elitistas que hay. Y desde el año pasado (en eso aún seguimos igual) me estoy dando cuenta del tema de los perfumes y colonias. Si uno compra todos los que salen en la tele presupuesta por los menos 1000 € para ello. ¿Será que en España no nos duchamos? Porque es un bombardeo continuo. Viendo estos anuncios tan bien hechos me supongo el precio que debe de costar el producto. Repito, tengo la duda de que si en España la gente no se ducha poco porque no es normal tanto bombardeo a colonias y perfumes. Bombardeo previo estudio de mercado. Pero bueno estos productos al igual que la cosmética son cosas que no caducan, o eso creo.
Pero ahora salto al tema de la alimentación. Tema que me parece de ser de una doble moral impresionante. Hay que desglosarlo por partes porque la cosa tiene su intríngulis. Empiezo por la típica pata de jamón. Hay de todos los precios. Desde 30 € hasta 400 € y más. Unas navidades pillaron a servidor como cortador de pata de jamón. No es que yo sepa cortar jamón. Me pillaron de tonto. Y empecé a cortar, a quitar grasa y tal y cuando ya estaba asqueado le dije al que la compró ¿oye y si hubieras comprado la pata de la misma marca y deshuesada no te hubieras ahorrado un dinero y una mejor presentación en vez de la chapucería que yo he hecho aquí? Porque has pagado por toda esta grasa que no sirve para nada y el hueso y pezuña que tiene su peso tampoco te sirve. No le quedó más remedio de darme la razón. Esa persona ahora por Navidad compra la pata cortada, no desaprovecha nada y encima le queda una buena presentación. ¿Cuál es el problema? Que nos han inoculado en la mente que no hay Navidad sin pata de jamón. ¿Será que el resto del año no se puede comer jamón?
Luego están los productos navideños. Comes uno y compras tres. ¡Y a qué precios está el turrón! Gran producto español y de calidad pero que la gente lo compra en cantidades excesivas. Al igual los productos cárnicos, langostinos, vino, sidra y lo que cada un@ guste comprar. ¿Pero de verdad usted se va a comer todo eso? Porque hay quienes se indigestan y a las dos horas lo está cagando. Que cada un@ con su dinero que coma, cague o folle lo que quiera que a mi me trae sin cuidado. Pero no sé, hay tanta gente pasándolo mal que a veces lo que nos sobra y tiramos se podría dar. Pero esos excesos en comidas de Nochebuena, Navidad y Fin de Año a mi me parecen en demasía. Que yo también compro algún turrón y chuchería porque soy muy goloso. Aquí inserto una anécdota que me ha pasado esta tarde (2018) a colación de los pasteles de Navidad. Un amigo se quejaba, y con razón, de lo caros que están y cada vez con menos relleno y volumen. Y es verdad. Los pasteles de Navidad se han puesto carísimos y se han reducido de tamaño y relleno. Ayer compré una caja de 28 pasteles y ni de coña en esa pequeña caja puede haber 28 unidades. Estos tienen que ser ultra finos. No los abro porque sé que me los voy a comer todos de una atacada. Personalmente para mí, cada uno tendrá su opinión, los mejores pasteles de La Orotava era los que hacía la panadería de Jovita.
Una vez compré una caja de pasteles de una muy nombrada marca de una empresa del Valle. Mucha publicidad y tal y por curiosidad compré. Pasteles secos y duros a más no poder y ruinísimos. Era tal la dureza y sequedad que puse uno en leche caliente y ni se deshizo. Eso para mi no es un pastel de Navidad. Pero claro, como se anunciaba bien se vendía como producto de calidad. Y de calidad nada. Aun hay buenos pasteles en la Villa de Arriba y me da que voy a tener mañana que tirar para la zona porque para un goloso como yo los 28 pasteles ultrafinos esos que compré me da que no.
Pero todo esto no acaba con la cosmética, las colonias, perfumes y comida. Luego que si la ropa, porque hay que estar mon@s para Nochebuena y partir el año. Que si la peluquería, que si los zapatos… ¿Coño y tanta crisis para luego esto? Que por su puesto hay gente que se lo puede permitir porque en España hay muchas personas que no saben qué es eso de la crisis. Pero otr@s se gastan los cuartos a base de ahorrarlos o lo que es peor, gracias al doble sueldo del pensionista que tienen en la familia. Pobre de España cuando todos los mayores de 70 años ya no estén. Y siguiendo la senda del derroche llegamos a otra mierda, sí mierda porque yo defiendo la tradición, de festividad importada como el payaso ese de Papa Noel. En mi época no se celebraba eso. Otra yankinada traída por la televisión y los refrescos. A mi me parece bien que eso se celebre en los países nórdicos o en USA. ¿Pero aquí teniendo la tradición tan bonita de los Reyes Magos contaminar las navidades con eso? Otro disparate sin sentido. En el tema de los niños está claro. Juguetes pocos y los necesarios porque a la semana ya se olvidan de ellos. Y para los mayores comprar lo que es necesario. No lo que la publicidad te cree la necesidad de comprar. Irónicamente se comprar cosas que de febrero a noviembre no hacen falta ni pensamos en ellas. Y luego llega diciembre y enero y booommm parece que las necesitamos como el respirar. Compremos con cabeza y más en estos tiempos.
Miren esto podría alargarlo aún más los ejemplos porque llegan estas fechas y el derroche es bestial. Ya las navidades no son lo que eran. Todo está muy desnaturalizado y muy atomizado por intereses económicos y políticos. Me lo decía (2014) anoche una empresaria de La Orotava. Desde que los centros comerciales llegaron la Navidad en la Villa se ha ido apagando paulatinamente. Eso lo llevamos años notando. Y eso que no soy persona que celebre estas cosas. Pero es muy triste que no se fomente una Navidad desde el punto de vista religioso y desde el punto de vista que buscaba Charles Dickens cuando escribió Cuento de Navidad. Hasta que esta obra no vio la luz no se celebraba la Navidad en las calles. Se celebraban en los templos religiosos y en las casas. Pero cuando este libro vio la luz,  no fue sino una critica demoledora a aquellos empresarios del siglo XIX y la Revolución Industrial encarnados por el personaje de Ebenezer Scrooge. El padre de que la Navidad se popularizara a nivel de calle fue Charles Dickens. Gran escritor tocado por un halo mágico para este tipo de historias. Incluso llego a idear un sistema de escribir en la oscuridad acostado en la cama en duerme vela porque decía que sus obras salían de lo que veía en sus sueños.
Por desgracia todo eso se ha perdido por culpa de ese poderoso caballero llamado don Dinero. Incluso muchas veces los actos más bonitos que se celebran en los pueblos solo son para una parte del pueblo porque son de pago. Un síntoma más de que las navidades se están retrotrayendo hacia espacios cerrados y elitistas. Y es una pena que mucha gente se gaste un montón de dinero para luego irse en cosas que no utilizan, en cosas innecesarias o en forma de mierda por el water dos horas después de una opípara comida. Muchos deberían leer “Cuento de Navidad”. O al menos ver las múltiples películas que se han hecho.
Hay que hacer una reflexión de una vez a nivel de sociedad de en qué estamos convirtiendo nuestras fiestas. Todo es gastar y gastar y parece que una persona es mejor que la otra porque compra más regalos. Qué asco de sociedad que todo lo medimos en el valor de por cuanto más tengamos y más gastemos.
Y no me puedo despedir sin una dedicatoria.
Ya saben que yo no me meto en las cosas de nadie, y este escrito parece que está realizado con la intención de yo inmiscuirme de intruso a decirle a nadie lo qué debe o no debe gastar. Cada uno con su dinero que haga lo que quiera como ya dije más arriba.
Pero este escrtio se lo dedico (esto lo decía en 2014 y aun pasa) a tod@s los que CADA DÍA ME TOCAN LOS COJONES con la crisis, la falta de trabajo, que no cobran nada, que si se les acaba el paro o la ayuda y después los veo de fiesta en todos los saraos, en las terrazas de los bares con el culo bien sentado, en los pubs con los móviles y tablets de ultima generación, con la ropa de marca y por su puesto de compras porque es Navidad. Que no se puede ir ni caminando por la calle sin que me vengan a contar la misma película de siempre. Pues cuando llegue marzo no se me quejen con la excusa de “ayyy ya están llegando los impuestos” Pues sí están llegando y menos llorar porque luego se pegan una vida como marqueses. En la foto les dejo buena silla para que reflexionen tras hartarse como bostiones vivir como marquesas y llorar como plañideras.
Paz y Amor para tod@s.

© 2014-2018 Francisco García.
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Primera edición del texto: Diciembre de 2014.

Trono navideño donde por desgracia se "celebra" el Advenimiento de Dios Nuestro Señor. Entiéndase que escribo en forma irónica. Foto: Google.