viernes, 10 de mayo de 2019

Eternamente en nuestro recuerdo.

Hoy se cumple, parece mentira tanto tiempo el transcurrido, el noveno aniversario del fallecimiento de Luisa la canaria. Ni qué decir del grato cariño y respeto que le guardo. La verdad que la echo mucho de menos. Hace unos días, en otro escrito no relacionado con este blog, comentaba que somos polvo de estrellas. Y cuando ya nos convirtamos en dicho polvo y nos extendamos por el Cosmos lo deseable era haber dejado tras de si un buen recuerdo y lo mejor de nosotros mismos. Y eso es muy difícil de conseguir se los digo yo. Y así fue Luisa. Cuando se fundió en otros mundos y otras dimensiones dejó en La Orotava y en quienes la conocimos un gran recuerdo porque nos dejó su mejor versión. Personalmente aun a día de hoy, y siempre será así, se me hace un nudo en la garganta de pasar por su casa y no verla asomada a la ventana. Con el ingenuo anhelo de creer que de pronto se van a abrir los pórticos y se asomará a saludarme. Y yo sé qué ese anhelo y cariño que tengo por Luisa lo tienen muchísimas personas. Sé cada día el numero de personas que leen el blog, la procedencia de las visitas y qué artículos se leen porque así me lo comunican las estadísticas que se nos facilitan. Y créanme que no hay día que no se notifiquen lecturas al escrito dedicado en su día a nuestra querida Luisa.
Ella trascendió, pero su recuerdo sigue presente. Su fuerza, su vitalidad, su amable y dicharachero carácter que iluminaba el día más oscuro. Su enorme amor por La Orotava y su pasión por nuestras Fiestas. Por su Coral, sus amistades, por ver feliz a quienes la rodeaban. Sus siempre sabias palabras y consejos cargados de la experiencia de la vida. Una mujer única e irrepetible que no nacerá otra igual en varias generaciones de villeras.
Luisa… Mi querida Luisa… Eternamente en nuestro recuerdo.
Un abrazó allá donde estés.