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| Vicenta Raya en una imagen del 16 de marzo del año 2009. Foto: © Paco García 2009. |
Como digo Vicenta fue una grandísima
persona y grandísima costurera. Tenía unas hábiles manos para la costura. A mi
me cosió mucha ropa y vueltos de pantalón. Siempre me sorprendió el comprobar
como dejaba la ropa perfecta a la primera con solo mirar a uno. Eternamente tan
agradable cuando nos cruzábamos por la calle o en la ventana de su casa deparábamos
unos minutos de conversación. Conversaciones que ya jamás se volverán producir
en nuestra querida Villa. Me queda un gran vacío por lo inesperado de la
noticia. Solo puedo decirte Vicenta que te echaré de menos. Que el Cielo te lo
has ganado porque fuiste una gran persona querida y admirada por todos. Bien
sabias tú el aprecio que se tenía y se tiene por ti en mi casa. Aprecio de toda
la vida pues somos de las familias antiguas, Vicenta de la familia Raya,
en el Casco y conocidos y vinculados por amistad desde siempre. Ya estarás junto a tantos villeros/as que
te precedieron.
No te digo adiós Vicenta porque
espero que algún día nos volvamos a reencontrar en un mundo mejor que este. Me
dejas el grato recuerdo de tu amistad sincera. De tus conversaciones amables. Me
dejas la admiración de tu persona y de tu trabajo. Pero sobre todo me quedo de
cómo eras de alegre y bondadosa. Esta foto que acompaña el escrito fue hecha en
el año 2009. Vicenta vino a buscar una ropa a mi casa para arreglarla y andaba yo
trasteando con las cámaras y justo entrando ella se disparó una y la fotografió
de esta manera tan espontanea. Con esta foto te rindo mi humilde tributo. Porque
así eras tú. Todo espontaneidad y alegría. Siempre estarás presente en mi
recuerdo y corazón.
Mi más sentido y profundo pésame para su familia y amigos.
Mi más sentido y profundo pésame para su familia y amigos.
Te echaré de menos Vicenta.
Descansa en Paz.
*Epilogo.
Ya Vicenta descansa en paz en nuestro
camposanto municipal. Me siento con emociones encontradas, pero no con la sorpresa
de cuando tuve que escribir la parte principal de este artículo recién dado el
comunicado de su fallecimiento. Con
Vicenta se va otro trocito de esa generación de villeros que tuvieron que batir
el cobre por sus familias y su pueblo. De esa generación de avanzados
octogenarios/as y nonagenarios/as que tan prolífica fue para La Orotava en
diversos sentidos.
Como escribí más arriba Vicenta
era muy querida en mi casa. Ese afecto seguirá siempre presente en mi memoria y
corazón. Recuerdo que en mi época fuera cada vez que llamaba nunca faltaba lo
de “Vicenta te envía recuerdos”. Siempre tan atenta por cómo estaba todo y a la
vez tan discreta y garante de ser una persona honesta. Cosas por desgracia de
las que hoy adolece la sociedad. Me
hubiera gustado haberla visto una última vez, un último saludo, una última
conversación… Ya no es posible, pero sé que seguirá ahí, aunque ya no la vea. Aun pienso que es todo un mal sueño del que despertaré pronto porque
no asimilo su marcha. El ya no poder disfrutar de su sonrisa eterna, su dulce y
pausada voz que se apagó. Pero alfa y omegas somos y principio y fin tenemos. Y
a Vicenta ya le toca marchar pese al inmenso dolor y tristeza que asaetea
nuestros corazones. Me quedo con su recuerdo, enseñanzas, educación y atención
a las personas que tanto afecto brindaba. Te agradezco que siempre a mi casa
llevaras esas virtudes que las prodigaste con toda generosidad a varias
generaciones que me precedieron. Por muchas lágrimas que estoy derramando por
ti ahora mismo nunca llenaran lo mínimo del vaso de la gentileza y cariño que
nos tenías.
Buen viaje Vicenta… Nos
volveremos a ver.
La misa por el eterno descanso de
Vicenta será el próximo martes día 26 de noviembre a las 19:30 H en la
parroquia de la Concepción.
*Anexo:
Por redes sociales Roberto Pacheco
García me comenta lo siguiente:
“Doña Vicenta, fuerte mujer vivaracha, alegre, divertida, fuerte, llena de energía, pero sobre todo luchadora, además de entrañable y de las personas más "jocicudas" que he conocido... Nunca olvidaré aquellos bailes que nos echamos cuando la acampada del Atlante en su calle. Aquella mujer ya con su edad cómo brincaba y lo que se reía... Así la recordaré siempre… Besos al cielo.”
“Doña Vicenta, fuerte mujer vivaracha, alegre, divertida, fuerte, llena de energía, pero sobre todo luchadora, además de entrañable y de las personas más "jocicudas" que he conocido... Nunca olvidaré aquellos bailes que nos echamos cuando la acampada del Atlante en su calle. Aquella mujer ya con su edad cómo brincaba y lo que se reía... Así la recordaré siempre… Besos al cielo.”
El amigo Ñete Polo me remite estas palabras:
“Yo conocí, a sus hermanos y sobrinos, todavía quedan algunos primos y demás… Esta señora tenía ya bastante edad. Que Dios la tenga en su Gloria.”
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Primera edición del texto:
Noviembre de 2019.