lunes, 16 de diciembre de 2019

Las bibliotecas callejeras y la buena iniciativa de Loli Portero y su clientela.

Hoy traigo al blog un tema que fue una concatenación de hechos el pasado verano. En época estival se retiraron o modificaron varias bibliotecas particulares en la Villa transfiriéndome a mis esos libros. Luego al final del escrito comentaré esto. Hablando con un amigo sobre este tema sale en la conversación como en otros países se van creando en espacios reducidos a nivel de calle pequeñas bibliotecas donde la gente puede tomar y dejar libros. Suelen ser muy comunes huecos de árboles, cabinas telefónicas ya en desuso o espacio privado con acceso desde la calle como una ventana, verja, etc. Y este amigo me comenta que esta idea se había llevado en una zona de Tenerife, no recordaba el nombre, y que la habían quemado en un acto vandálico. De resultas que yo subo este artículo publicado en una web en una de mis redes sociales y relato la anécdota de esa biblioteca pública que prendieron fuego. De resultas que una amiga me dice oye que eso sucedió en mi pueblo. En este caso en el municipio del Rosario facilitándome un link. Dicho link lo dejaré al final del escrito.

Minibiblioteca en la Avenida Colón en Radazul.Imagen perteneciente a https://bibliotecaytelecentrotabaiba.blogspot.com
 
Muchas veces digo que hay que mirar fuera e importar lo que sirve y que nos puede ser útil al municipio. Porque se puede tender a creernos que nosotros somos perfectos por la gracia de Dios y caer en una especie de vanagloria creyéndonos que somos los mejores cuando hay muchas cosas que mejorar en múltiples aspectos. Y yo reflexionaba lo siguiente. ¿Cómo es que esto, qué yo sepa, no lo tenemos en La Orotava? Porque La Orotava ha sido siempre un pueblo culto. Pueblo de escritores, de lectores, de muchas librerías, de magnifica ferias del libro y de muchas, y muy buenas, bibliotecas públicas y privadas. Siempre he dicho que a los pueblos los forma su gente. Y la grandeza de un pueblo también reside en su cultura. Y más un pueblo que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. Y pienso esto: Con todos mis respetos al municipio del Rosario, pero ¿acaso son ellos más cultos que nosotros? De momento sí porque ellos están fomentando la lectura en un sistema de retroalimentación literaria entre sus habitantes. A mi esa idea me parece fantástica. Y voy a decir por qué. Yo tengo biblioteca personal. Una parte comprada, otra heredada y otra regalada. Una biblioteca que ya va siendo voluminosa y que me ocupa ya dos habitaciones en mi casa. Hace un tiempo recibí, según me dijo su propietario, más de tres mil volúmenes que yo no he tenido tiempo ni de ver. Este verano recibí otro número considerable de libros. Y periódicamente la gente me suele traer libros porque sabe que yo los recojo. Pero yo no tengo espacio infinito para libros. Calculo que podré recoger unos mil quinientos más. Y lo que he hecho siempre, y anteriormente ya lo he escrito aquí, es guardar lo que me gusta o tiene un valor literario y poner de nuevo en circulación aquellos libros que a mí no me han aportado nada pero que sí le pueden aportar a otra persona. Lo que hago es que los voy dejando en sitios de amplia asiduidad o sobre los contenedores del papel con una notita dentro explicando que ese libro debe seguir su viaje hasta que encuentre su lector. Muchas veces compruebo con suma pena como los libros se tiran dentro de los contenedores. Me parece genial, y soy firme defensor del reciclado, pero tirar un libro a mi es algo que textualmente me espanta. Lo podrían dejar sobre el mismo contenedor o en una caja en el suelo que seguro que otra persona lo recogerá. ¿Pero no es más útil, bonito y culto hacer como en el municipio del Rosario? Habilitar pequeños espacios públicos para estas cosas. Al igual, y me parece muy bien, que hay en las plazas carteles informativos ¿no pueden haber integrados en el entorno estos pequeños habitáculos? El coste sería el hacerlos y colocarlos y poco más. Un pequeño mantenimiento muy de vez en cuando. Y como lo pagaríamos el pueblo pues yo propongo que esto se estudie. ¿No dicen que estamos en democracia participativa? Pues yo digo que hay que fomentar la cultura. Idea esta que sería bonita de llevarla a cabo al menos de manera experimental en alguna plaza de La Orotava u otro lugar céntrico. Por lo menos yo dejaría bastantes libros con la oportunidad así mismo de poder a su vez leer otros libros que fueran de mi interés.

Por otra parte quiero aclarar que este escrito, u otros que tengo publicados sobre dicho tema, nunca es ir contra la compra de libros. Porque yo también compro libros. Y soy un firme defensor de la librería de toda la vida. Para mí el formato electrónico es algo inconcebible frente al libro de papel. Por eso también soy firme defensor de la librería de viejo y de las que están en tiendas de segunda mano. Reincido y clarifico este aspecto porque jamás me oirán una crítica a las librerías que trabajan con novedades literarias. Mi defensa es que no se mueran los libros en trituradoras de reciclaje ni en cajas en sótanos y desvanes. Pero igual y enconada defensa hago de los libreros y sus establecimientos.

La idea la dejo ahí caer. No porque me falten libros por leer pues tengo varios metros lineales, cuadrados diría mejor, de libros por disfrutar. Así que yo problemas por libros no será. Es más, esta idea compartida aquí me puede generar hasta critica. Pero el fomentar la lectura nunca está de más. Estamos en época que se publican y regalan muchos libros. Y de esos libros algunos se arrinconarán y morirán. ¿Por qué no difundirlos? En Internet pueden buscar este tema y verán la cantidad de instituciones y particulares que están habilitando pequeños espacios para ello.

En fin, a lo mejor este tema es una utopía. Yo por lo menos seguiré apoyando, difundiendo y haciendo un llamamiento a que los libros no deben morir en las bibliotecas, sótanos y desvanes, y muchos menos acabar en los contenedores del papel. Por eso reincido que los dejen bien colocados en cajas al lado de dichos contenedores o sobre ellos.

Y aquí mi querido/a lector/a podía haber concluido mi artículo. Pero va a ser que no. Y explico el por qué. El grueso de este escrito fue confeccionado el 23 de octubre. Pero en días anteriores a la reactivación de este blog me ocurre una bonita anécdota que paso a relatar.


Rinconcito para la lectura donde puedes elegir entre una variedad de libros.
Foto: Loli Portero.


A finales de noviembre me siento en la Terraza El Manjar en la plaza del Llano a tomar un refrigerio. Lugar regentado por la amiga Loli Portero y de pronto se me va la vista para una mesa repleta de libros. Con lo cual despierta mi curiosidad y le pregunto a Loli por dicho tema. Ella me comenta que esos libros son traídos por una clienta con la idea de fomentar la lectura entre la gente que se sienta allí. No sé quién es esta chica que trajo los libros, pero enhorabuena por ello. La idea es que paulatinamente a través de los días la gente mientras está allí sentada vaya leyendo los libros. A lo mejor dos personas están leyendo el mismo libro en distintas horas del día. Y es verdad que después de esto he estado ojo avizor y he comprobado varias personas leyendo libros en la plaza. También me interesé si aquello funciona como intercambio de libros o la propietaria de los mismos los irá renovando retirando los que llevan un tiempo. Y me quedé sorprendido porque le dije Loli ¿tú sabes que tengo un escrito preparado sobre este tema? Cuando lo suba no te quepa duda que voy a comentar esta anécdota. Y la relato por el siguiente motivo:


Una de las novelas que tiene cafetería terraza el Manjar
 ahora mismoa disposición de los clientes para su lectura.
Con esta idea que felizmente ha tenido dicha clienta de dotar al Manjar de libros con el beneplácito de Loli es crear espacios abiertos para la lectura. Por lo tanto, se fomenta la cultura y yo dichosamente me hago eco de ello. En este escrito reivindico espacios públicos para depositar libros e intercambiarlos y Loli, sin ninguno de los dos saber nada, adapta un pequeño espacio es su establecimiento para ello. Las causalidades de la vida. Espero que la idea cunda y se fomente. Muchísimas felicidades a esta chica que ha facilitado los libros y a Loli por tener la sensibilidad cultural de adaptar ese pequeño rinconcito. Y más en ese lugar privilegiado para sentarse un rato en tranquilidad y tomar algo como es la terraza El Manjar.







Foto: Loli Portero


Igualmente aquí dejo el link a los pequeños rincones literarios habilitados en el municipio del Rosario: https://bibliotecaytelecentrotabaiba.blogspot.com/2019/07/las-minibibliotecas-del-municipio-el.html?m=1&fbclid=IwAR1oU1zvyjrKlD0sKIK2pkiPiM_kfx1MW2PPBawthlWRcm3JXjlymJjpBxQ

Y ya con esto cierro el escrito dejando caer las ideas y felicitando a quienes debo felicitar.

Un saludo y buenos libros y lecturas para todos/as.

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Primera edición del texto: Diciembre de 2019.