domingo, 9 de febrero de 2020

Un año en Instagram.

Vivimos en tiempos de redes sociales y de mensajería. Quién a día de hoy lo ponga en duda es que no sabe ni en qué mundo vive. No nos podemos retrotraer a esto que llaman la aldea global pues son recursos tecnológicos que cada persona los utiliza cómo sabe o para el fin qué busque. Hace bastante tiempo publicaba un artículo para dar respuesta a quiénes me preguntaban por qué no estaba en redes sociales como Instagram o Flickr. En aquel momento alegué unas circunstancias y me mantuve, y aun me mantengo en gran parte en la misma, en esa idea hasta que Google decidió que su red social Google Plus no siguiera funcionando. Había alternativas como MeWe, red que no ha logrado escalar puestos ni consolidarse, por eso la dejé de utilizar acercándome a Instagram. Por lo cual decidí crear un perfil de este blog en la misma. Al principio no le di mucha coba porque ya me costaba de forma considerable escribir y era consciente de que el blog había que pararlo más pronto que tarde. Por lo que decidí dejar aparcado el tema. Pero a finales del pasado verano, ya más recuperado, decidí sentarme una tarde delante del monitor y ver qué me podía ofrecer Instagram en todo su potencial. 
Les confieso que yo no soy de esas personas que están todo el día pegados al smartphone. No viven sin el smartophone. Con todos mis respetos, pero a mi sinceramente eso me aburre y me hace perder el nexo con la realidad. Además, habiendo libros para leer para qué voy a estar yo con el smartphone. Como digo me senté aquella tarde y descubrí una red social fantástica, pero en mi opinión aun no perfilada del todo. Por un lado, es una red social digamos más tranquila que otras como pueden ser Facebook o Twitter. Me gusta mucho su sistema de seguimiento en esa especie de doble solicitud para que dos usuarios se sigan mutuamente. Aunque en un principio tenía esa configuración como publica empezaron a entrar perfiles sospechosos y decidí cambiar a modo privado. No por ello significa que no se puedan enviar solicitudes de seguimiento. De todas maneras, esto ha conllevado poner cortapisas a la misma red ya que me invalida los hashtags y por lo tanto la expansión de la misma. Y así con los pocos seguidores que tenía en ese momento empecé a potenciar esta red. Hoy tengo allí una pequeña, y fantástica, comunidad de seguidores mayoritariamente de villeros/as. 

Ya el futuro de las comunicaciones no es que sea el smartphone. Es que ya es el presente en un desarrollo tecnológico que es imparable y arrollador. Eso lo ha comprendido bien Facebook que ha adquirido Instagram y Whatsapp para crear el universo de la comunicación. Considero que esa simbiosis Smartphone-Instagram es el tándem perfecto en las redes sociales y este blog debe aprovechar dicha coyuntura para poder seguir llegando a más gente. Sobre todo a gente joven donde hay un importante nicho de lectores a los cuales no se les puede hacer oídos sordos pues son ellos/as los eslabones que debemos seguir soldando a la cadena de la historia y la tradición.
Imagen: https://www.lavanguardia.com/tecnologia


¿Pero qué me permite Instagram? Primero publicar las entradas de mis artículos en el blog. Obvio que si creo una red social es para tal fin. Pero igualmente me ha permitido compartir fotos de mis archivos que, no teniendo un valor para estructurar y acompañar un escrito, sí lo tienen para publicarlas en esta red social con pequeñas reseñas. Y eso lo veo de muchísima utilidad para quienes tenemos bastante archivo fotográfico. Pero también tiene sus contras que espero que algún día sean subsanadas como la imposibilidad de colocar enlaces a los artículos. Allí permiten los hashtags, pero no los enlaces. Por lo tanto, quién lo lee debe seleccionar y hacer un copia y pega. Y eso, si se utiliza el smartphone, resta lectores porque Instagram es una red enfocada al móvil. La estructura mental y el costumbrismo en la red hace que todo se quiera ver de prisa. Pulsar el link y que te derive al contenido en no más de unos segundos de espera. Esto Instagram no lo permite. Y otro tema es que no se pueden subir vídeos de más de un minuto de duración. Cosa que me parece muy laxo tiempo. Y repito, todo esto sin entrar a fondo en lo que se puede hacer con el smartphone como las storys, añadirle música, directos y demás. Yo, al igual que no soy blogger y tampoco soy un instagramer de estos que en 5 segundos cuelgan una foto con comentario y hashtag. Yo la utilizo desde el ordenador porque Windows tiene programas específicos para de cierta manera emular. Porque mis fotos están en discos duros. El blog y todas las redes sociales funcionan generalmente por un sistema informático tradicional. Eso no quita que utilice el samartphone para alguna story, directo y demás. Quién lea esto sabe cómo va esta movida y las múltiples opciones existentes.

En esa balanza de pros y contras me quedo con los pros y muy contento de este año en Instagram y de la comunidad allí formada. Comunidad que espero que siga creciendo. Llevo días pensando en pasar la red a publica y estar al tanto que no entren allí trolls ni perfiles falsos. Es complicado pues no puedo estar todo el día al tanto de esto. Lo que sí tengo claro es que la red principal, y la que más quiero potenciar en el blog es Instagram porque es la que más futuro le veo. Pese al tema de los links sigo apostando por esta red. Tal vez algún día salga otra red social mejor. Pues allí también estaremos pues irrecusablemente no voy a dar la espalda a la tecnología que se me ofrece. Pero me interesa sumamente Instagram porque me ha encantado.

No quiero extenderme más pues posiblemente quien lo lea utilice las redes sociales con más asiduidad que servidor. Allí los espero para seguir haciendo Patria. Indudablemente las redes sociales me sirven de retroalimentación cuando publico un escrito o cuando surge un tema que puede ser interesante traerlo al blog. Es una red distinta pues verán todo lo que aquí se publica más imágenes sobre nuestro pueblo del día a día o de las que voy rescatando de mis archivos. Aparte de que allí tenemos un trato más personal que en el blog. ¡Y yo que decía que no quería Instagram!

Un saludo y los espero en Instagram.


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