lunes, 27 de abril de 2020

Los héroes y heroínas de la crisis del Coronavirus. Camioneros y conductores de transportes públicos.

Nuevo escrito para seguir honrando a esas personas que están en las calles dándolo todo durante esta crisis. Aunque visto lo de ayer en toda España tras el desconfinamiento de los menores de 14 años me da que vamos a tener Covid 19 y estado de Alarma para rato. Hoy quiero tener un humilde tributo para los transportistas camioneros, servicios de mensajería, repartidores del gas… etc y para todos aquellos que ejercen su profesión en servicios públicos como son conductores de guaguas, taxista, metro, trenes…


 
Este va a ser el primero de una seria de escritos sobre una parte fundamental en estas crisis como es la logística. Ningún sistema se puede mantener sin una buena logística tras de sí y esa ha sido una de las principales preocupaciones en esta crisis. Sobre todo, en el tema de supermercados, farmacias y demás. El mantener el abastecimiento sin tener que recurrir a que el Estado tuviera que hacerlo con sus propios medios. Hubo cierto temor inicial tras aquel ataque de compras compulsivas hecha por la gente donde vaciaron los estantes de supermercados y grandes superficies. De esto hay dos vertientes. Unos compraron compulsivamente y llegué a ver vídeos en redes sociales de gente que enseñaba sus compras y admitían haber gastado más de 5.000 € en alimentos no perecederos. Eran sótanos llenos de comida. Otros se reían de los primeros. Visto lo visto creo que los primeros acertaron. Obviamente aquí hubo un problema. Los que acapararon comida y productos higiénicos más las tan nombradas y buscadas mascarillas FFP2/3, guantes y alcohol eran gente de mucho poder adquisitivo. De esos que están enterados de todo pues evocando la típica frase española de “es que yo tengo un amigo que es amigo del secretario de ministro…”. Una persona que no llega a fin de mes no puede realizar una compra de tal magnitud. Y esto no les quepa duda de que se volverá a repetir en esa segunda oleada de Covid 19 que presumiblemente llegará finalizando este tétrico año 2020. Y es aquí donde han entrado los transportistas.

Creo que este sector, muchas veces injustamente denostado, no es que haya estado a la altura de lo esperado. Es que han estado a esa altura multiplicado por mil. Se han lanzado a las carreteras llevando mercancías desde el primer momento de esta crisis conscientes de que no podía haber desabastecimiento. Fueron terribles las primeras semanas para ellos porque a la vez que aprovechaban la coyuntura del poco tráfico, lo que los hacia poder circular con más fluidez, luego no tenían donde asearse y tomar un refrigerio. Fue normal que alzaran la voz por ello y afortunadamente muchos bares de carretera, como se verá en un vídeo más abajo, subsanaron este problema. Han sido ejemplar esa marea de camiones cargados con mercancías que han recorrido la piel de toro llevando los productos a los mercados. Ha sido épica la soledad de cientos, miles de kilómetros hechos por transportistas pese a los riesgos existentes pero conscientes de que había algo más que un deber por cumplir. Y si se dan cuenta, salvo el problema de los puntos de avituallamiento, ninguno ha levantado una voz de queja. Al contrario, han llevado los ánimos de España por nuestras carreteras.



Pero también hay otro sector que no puedo olvidar como es el transporte público. Tan necesario siempre en la sociedad y sus medios de comunicación. Muchas son las ramificaciones de estos sectores, pero creo que los más expuestos son los conductores de guaguas. Nuestros típicos "guagüeros" como llamamos aquí a dicha profesión. He hablado con varios y me han comentado que lógicamente tienen miedo. Pero a la vez es su profesión, lo que les gusta hacer y con el deseo de cumplir con el deber. Las guaguas son un tema bastante sensible porque es un constante subir y bajar de pasajeros. Y ha sido aquí, por este tema sanitario, donde se ha visto el problema, y a la vez el oportunismo de lo que muchos están previendo hace años. La desaparición del dinero físico. Tema este controvertido porque si tal desaparición llegara a producirse eso sería una restricción más de nuestras libertades e intimidades. Pero eso ya es para otro tema que no atañe ni a este blog.

Ha sido el sector del transporte en guaguas, y con muchísima razón, el que ha optado por no cobrar en dinero físico sino mediante bono por causas higiénicas. Decisión bastante lógica ya que el Covid 19 es un virus que se posa en la superficie, y superficie lo es todo. Creo que esta crisis va a marcar un punto de inflexión en la forma de pago y en cómo viajar en servicios públicos. Porque es un riesgo latente. Tal fue así que en Tenerife se tuvo que inmovilizar una guagua y buscar a todos sus pasajeros porque uno de sus usuarios se encontraba mal y dio positivo en Coronavirus.

Los sociólogos decían que el siglo XX fue el siglo más corto de la Historia. Que había empezado con la I Guerra Mundial y terminado con la caída del Muro de Berlín. Luego cambiaron esa concepción y dijeron que dicho siglo había empezado con la I Guerra Mundial y acabado con el 11 S. Este siglo XXI indudablemente es el siglo del miedo. Miedo a todo. Terrorismo, crisis económicas, ciber ataques, pérdida de libertades e intimidades, experimentos de ingeniería social y crisis sanitarias como la que ahora nos afectan. Ya nada volverá a ser igual cuando esto pase. No sé mi querido lector/a si habrán visto la película “Demolition Man” protagonizada por Silvestre Stallone, Wesley Snipes y Sanda Bullok ambientada en el año 2032. Esta película está basada en la novela "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. En dicha película, entre otras cosas, se ve como la gente ni podía darse la mano o tener relaciones sexuales para no propagar enfermedades y donde toda la población vive con miedo y restricciones. Hacia eso vamos. Ya esos incipientes comienzos los estamos viendo con esto. ¿Como será el transporte de mercancías y los servicios de transporte publico de cara a corto y medio plazo? A saber… Pero muchas cosas van a cambiar.

Lo que no cambiará nunca será el ejemplo y compromiso en el deber que están dando los que tienen su profesión en el transporte que están dando muestras de una entereza absoluta. Sea hoy mi humilde tributo a ellos. Tal vez el lector/a pensará que hoy he mezclado muchas cosas que suenen a utopías futuristas. Vamos a ser claros, hay un nuevo paradigma planetario tras esta crisis. Y al igual que los siglos XIII y XX fueron los siglos más sangrientos de la historia este siglo XXI es el siglo del miedo. Y estaos viendo cosas que antaño eran pura ficción. Yo en mis escritos nunca tiendo a la banalización o frivolidad de los asuntos a tratar. Eso sería cómo ser coparticipe de a saber qué cosas. Observaran que yo me refiero a este tema siempre como Covid 19 y/o Coronavirus que son sus nombres a nivel médico para el vulgo. Luego tendrá su nombre científico que según leo es “…Orthocoronavirinae, comúnmente conocidos como coronavirus, es una subfamilia de virus ARN monocatenario positivos perteneciente a la familia Coronaviridae. Se subdivide en los géneros Alphacoronavirus, Betacoronavirus, Gammacoronavirus y Deltacoronavirus..." Jamás me leerán refiriéndome a esto como “chonavirus”, “bicho”, “caminante”… y tanta sandeces que se leen. Yo este tema me lo tomo muy serio pues han muerto miles de compatriotas y otros tantos miles en todo el planeta. A mi tonterías no, y menos en temas sanitarios. Este asunto no es baladí. Todos usamos en mayor o menos medida el transporte público y las personas que por diversas causas han tienen que recurrir a ello en estos tiempos saben lo qué hay. Afortunadamente los medios asépticos están a la altura de las circunstancias y sus operarios, ya les dediqué un artículo, saben cómo tratar este tema.

Gracias a todos esos transportistas, incluido servicios de Correos, que abastecen los mercados de la actividad que sea, que nos traen a casa nuestros pedidos, nuestras compras por Internet… etc. Gracias a esos conductores de guaguas, taxis, metro, trenes, tranvías… Tampoco quiero olvidarme, y a lo mejor estoy siendo totalmente injustos de englobarlos aquí en vez de un escrito aparte, de los siempre serviciales repartidores del gas. Tema tan sensible también el de ellos manipulando higiénicamente las bombonas que van pasando de casa en casa. Ellos/as, todos los nombrados y a los que injustamente me olvido, también son infantería en primera línea de fuego. No los olvidemos tras pasar esto porque no son robots sino personas de carne y hueso que se exponen cada día para que esta sociedad no colapse. Siempre presentes en el recuerdo y en el reconocimiento.  
*Imagenes: 
https://www.excelenciasdelmotor.com/autos/iveco-acerca-la-realidad-el-camion-de-hidrogeno-de-nikola
https://es.wikipedia.org/wiki/Transportes_interurbanos_de_Tenerife 


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Primera edición del texto: Abril de 2020.