sábado, 18 de julio de 2020

Antonio Otazzo.

Hoy me vuelvo a enterar mediante las redes sociales de una luctuosa, y trágica, noticia como es que han asesinado en Venezuela del pintor villero Antonio Otazzo. No tengo mucha información al respecto, pero copio lo que ha trascendido:
“Antonio Otazzo fue hallado sin vida este 17 de julio, dentro de su casa en Cagua, estado Aragua. Su cadáver presentaba heridas de arma blanca y estaba maniatado. Dos personas participaron en el crimen.”

La verdad es que la noticia me deja sorprendido. Por su puesto no voy a valorar los hechos pues estarán en investigación y no soy quién para conjeturas.
Hablar de Antonio Otazzo es hacerlo sobre un genio en toda su extensión. Un artista que tuvo siempre ese necesario toque de genialidad y locura. Un pintor que sabía como modular y trabajar la luz. Cosa esa no siempre fácil el de entender e interpretar la luz como deben hacerlo pintores, fotógrafos y demás. Pero Otazzo sabía permeabilizarse de la misma para plasmarla sobre el lienzo. Un artista que sin lugar a dudas estuvo a la altura de Picasso, Dalí y tantos otros contemporáneos nacidos de esas generaciones entre los siglos XIX y XX. 

No tengo en mis archivos fotos de Otazzo
y me sabía mal no acompañar el mismo con una imagen de este insigne artista villero.
Esta ha sido publicada por Prensa Orotava.
https://www.facebook.com/prensa.laorotava/photos/a.598705826853223/3213599798697133/?type=3&theater 

Era un irreverente en su máxima expresión. Rompiendo moldes y convencionalismos dando un chispazo de “locura” a todo lo que concebía su privilegiada mente. Incluso divertidas anécdotas imborrables en la remembranza de los villeros. El legado de sus trazos lo vemos en algunos domicilios particulares de la Villa más en los centenares de obras que donó a la asociación Cultural Otazzo que lleva unos años de andadura. Aún recuerdo hace unos años su estancia temporal en La Orotava donde convirtió la plaza del Quiosco en una improvisada pinacoteca al aire libre mostrando sus obras. Obras que tenía un halo mágico. Recuerdo de ver un cuadro sobre el Llano de Ucanca con una dominante de color azul que envolvía en una visión misteriosa, extraña… algo que llamaba la atención de quienes la observaban. Como una puerta hacia otro lugar en otro plano dimensional. Yo no entiendo de arte y estas palabras las escribo desde mi paupérrimo intelecto, pero era la sensación que me daba la obra de Otazzo. Obra por su puesto muy variada y que abarcaba mucha temática.
 
La Villa ha perdido a uno, si no el mejor, embajador en Hispanoamérica. Marchó, como tantos otros en su juventud, a Venezuela y allí se quedó, pero sin olvidar nunca su pueblo. Afortunadamente fue de esos que transitaron por otras latitudes, pero a la vez regresaba al pueblo físicamente y espiritualmente. El conocer mundo le hizo tener del mismo una visión onírica de su obra que ya queda para la posteridad al igual que su ser que ahora vivirá mediante ella.

Mi más sentido pésame para sus familiares y amigos. Hoy la Villa se vuelve a quedar huérfana de otro de sus ilustres hijos.
Descanse en Paz Antonio Otazzo.

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