domingo, 29 de noviembre de 2020

¡Volveremos!

Este año no ha podido ser. Más no puedo decir en este demoledor 2020 donde los villeros/as hemos derramado, al igual que en todo el planeta, el que se nos hayan parado todo lo que nos define como pueblo. Nuestros ojos se inundan en lágrimas, pero nuestros corazones lloran por la sangre de nuestros antepasados y las tradiciones que nos legaron 😭💔🏃‍♀️🏃🖲🍷🌰

viernes, 27 de noviembre de 2020

Diego Armando Maradona. El hombre que fue un dios.

¿A qué deidad debería invocar para poder redactar este articulo? Mis pensamientos son una marejada de ideas que no logro ordenar para transcribirlos. Este artículo lo lleva barruntando mentalmente desde anoche cuando vi en directo el entierro de Maradona. Sé que este blog no es una página futbolística y ya saben, pues lo publiqué cuando falleció Michael Robinson, de que yo de futbol no entiendo. Pero sí me ha interesado mucho esa repercusión social y humana que tiene. Todo esto se añade a que el blog recibe innumerables visitas mes tras mes desde Argentina. La colonia en España es abundante y la española allá es bien numerosa. Y viendo aquellas imágenes me decía tengo que escribir algo sobre este futbolista que ha traspasado las fronteras deportivas para convertirse en un héroe. Creo que todos esos lectores/as que desde Argentina se conectan a esta pagina debo dispensarles un poco de mi tiempo con este tema que para ellos es un luto y una tragedia nacional.

Por lo tanto yo no voy a escribir sobre el Diego hombre. Todos éramos conscientes, pues era público, de sus grandes luces, pero a la vez de sus sombras. Su vida fue en muchos aspectos un laberinto lleno de galimatías. Intuyo que en los próximos meses y años correrán ríos de tinta de esos episodios licenciosos de su vida. Pero ese Diego no me interesa. Porque nadie está libre de pecado y por tanto nadie goza de la libertad de tirar la primera piedra. Hay que respetar su figura, su familia y su intimidad. A mí me interesa el Diego fenómeno de masas. El Diego leyenda. El Diego héroe nacional argentino.

Diego Armando Maradona. Un hombre con luces y sombras, pero no indiferente a nadie en los terrenos de juego y en la vida. Un héroe de masas que por siglos se honrará su legado al buen futbol. Imagen: http://www.conmebol.com/es/vuela-alto-barrilete-cosmico

A lo largo de la historia han surgido en la humanidad hombres y mujeres que han enarbolado los ánimos de una nación. Indistintamente de credo, raza, religión las patrias han parido a seres que han aglutinado bajo el cetro de su carisma a naciones enteras y como en el caso de Diego a todo el planeta. Personas que han nacido en el anonimato y que los misterios de la vida los ha llevado a encumbrarlos.

Miren yo no entiendo nada de futbol en su concepto meramente deportivo. Pero considero que el ser futbolista no es fácil. Pero el ser como Diego Armando Maradona aun es menos fácil. Futbolistas privilegiados con un don distinto para el juego. Con una memoria espacial, unas formas de jugar, de saber dónde hay que posicionarse en cada momento sobre el terreno de juego. Eso no es fácil. No solo lleva un entrenamiento sino un don con el que se nace y un carácter para forjar una leyenda como Diego. ¿Tal vez ese futbol de calle y zonas humildes donde han nacido las grandes estrellas de este deporte? Ese es otro de los misterios del planeta futbol. Por eso él ha sido, es y posiblemente sea el más grande.

Un hombre con la que las masas se identifican tanto que dichas masas, dividías a su vez como masas colectivas indiferentes entre sí él las aglutinaba. Ayer cuando estaba viendo a través de YouTube el programa “Telenoche” en el canal eltrece y relataban como hinchas de Boca y River se abrazaban entre sí a mí me produjo esa admiración de decir la magia de la personalidad de Diego. Eso no lo consigue cualquiera entre dos hinchadas prácticamente enemigos irreconciliables que por desgracia muchas veces traspasa el umbral de lo deportivo. Incluso vi en otro programa una foto que, no he logrado encontrarla, de Diego con Menotti y Bilardo. Dos grandísimos entrenadores con dos filosofías de juego totalmente enconadas. Diego unía hasta los más opuesto. Seas del equipo que fueras, te gustara más o menos un entrenado o una filosofía de juego o tuvieras simpatías distintas Diego ondeaba la Albiceleste y en aquellos momentos todo por Argentina y por el pueblo. Y detrás millones de seguidores del buen futbol. La mano de Dios era la mano de Dios. Quiero hacer aquí un inciso para felicitar al equipo de “Telenoche”, que fue el canal donde conecté para ver el adiós a Diego. So solo la enorme profesionalidad de su equipo sino el inmenso respeto dado al finado y su familia.

Argentina por diversos motivos lleva años muy tocada. No puedo decir que en España estemos mejor. Pero allí llevan el confinamiento más largo del planeta. Pese a la pandemia fue emocionante ver cómo la hinchada, no la de los distintos equipos, eso pasó a un segundo plano, sino la hinchada de toda Argentina, aquella que Diego amó, se lanzó, no solo a las calles, sino a la misma autopista, para vitorear y despedir a su héroe. Allá dónde esté, Diego debió de sentirse muy orgulloso de como se lo arropó en el velatorio y en el trayecto al cementerio de Bella Vista. En aquel momento, en el impresionante y bello crepúsculo bonaerense cuando los rayos de sol acariciaban en féretro de Maradona yo sentí que estos sublimaban el espíritu de Diego para elevarlo a la plenitud. Como si de una sinfonía wagneriana se tratara el ocaso de los dioses acunaba a Diego para elevarlo a los gloriosos atrios de esos hombres que han forjado su propia leyenda. Y percibía que aquellos royos solares le decían Diego ya has encontrado la paz que muchas veces adoleciste en vida.

Y en esos mismos instantes a la entrada de Bella Vista su hinchada. Aquella amalgama conformada por las aficiones de todo el país gritaba al unísono con voz de patria dolorida y agradecida a su héroe ¡Argentina, Argentina…! Evocando aquellos memorables canticos de estadio Azteca en la final del Mundial de México 86. Bajo aquel sol dorado de la tarde cuando Diego, como flamígero Apolo levantó la Copa de Campeones del Mundo. Con una policía, igualmente emocionados, pero que debía mantener el orden y tuvieron que contenerlos para que esta tropa albiceleste no llegara hasta el féretro de su caudillo. Mientras a la vez en Europa, sobre todo Barcelona, Nápoles y Sevilla lloraban aquel general que tantas tardes de gloria dio al fútbol.

Es esto, y sólo esto, lo que consiguen esos hombres que se convierten en leyenda. Esos fenómenos de masas que unen y compactan a una nación y las llevan a dar lo mejor de sí mismas. Fue un hombre único como posiblemente no vuelva a dar Argentina. Cbn sus particularidades y accesos que tenia de todo tipo. Recuerdo que cuando jugaba en el Sevilla vino a Tenerife y allí se enfrentaron sobre el terreno de juego dos grandes del futbol que a la vez compartían nacionalidad. Con la casaca tinerfeña Fernando Carlos Redondo y con la casaca sevillista Diego. Y recuerdo que en el aeropuerto dijo una frase que debería ser epitafio del buen futbol: “Yo soy Diego”. Tres palabras que resumen lo que era. La magia de un líder y del buen futbol.

Eso son los héroes que adolecen todas las naciones del mundo. Aquellos que no llevan a desastres, locuras o guerras. Aquellos que no hacen lo que prometen o van con el discurso de la doble moralidad. La gente identifica sus héroes y heroínas con aquellos que los han hecho felices. Y Diego hizo felices a millones de personas en su tierra y en todo el planeta. Por eso mientras otros su nombre los borrará el implacable paso del tiempo el nombre de Diego Armando Maradona vivirá siempre lustroso en los corazones de la gente y en la historia de la Humanidad.

De veras que siento muchísima tristeza por la partida de Diego a las moradas cósmicas. Era un tipo que a mí me caía muy bien. Me hubiera encantado conocerlo en persona y haber deparado largas charlas con él. Y se los digo yo que no soy una persona aficionada el fútbol. Pero siento que se nos va no solo un hombre, no solo un futbolista sino un mito del siglo XX y XXI.

Diego desde esta pagina deseo que estés descansando en paz junto a tus padres, tus seres queridos y toda la miríada de estrellas que han ido conformando en planeta futbol y que partieron antes que tú. Ya el 10 llegó para completar y liderar el equipo.

Este fatídico año 2020 nos está privando de muchas cosas y Argentina recibe este nuevo golpe con el fallecimiento del mayor semidiós que ha nacido en esa bella tierra al otro lado del charco.

Mis condolencias a la familia, amigos, a la nación argentina y a todos los aficionados al futbol. Me es igual la camiseta que vista y los colores que enarbolen. Diego siempre imperó sobre todo ello. Que su recuerdo trascienda a las generaciones venideras como el héroe que ya trascendió al Olimpo de los Dioses.

Diego Armando Maradona. Descanse en Paz. 

Buen viaje Pelusa.

 

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Primera edición del texto: Noviembre de 2020.

*Imagen propiedad de http://www.conmebol.com/es/vuela-alto-barrilete-cosmico