En este escrito recuerdo a las personas del sector primaria. Siempre olvidadas, arrinconadas e ignoradas cuando deberían estar encumbradas en todo tipo de ayudas porque son los que nos proporcionan el alimento. Ni un día ha faltado, gracias a ellos y a la logística, los alimentos en los supermercados. Eso sí, los productores cada día más pobres y abocados a la ruina y abandono de los campos.