miércoles, 22 de septiembre de 2021

Es lo que somos... aunque a veces duela.

 

Viñeta de J. Morgan publicada en Canarias 7. Gráficamente no se puede expresar mejor. Es lo que somos... aunque a veces duela.

A estas alturas nadie se le escapa que hace tiempo que no estoy publicando en el blog. Cada cosa para un tiempo y cada tiempo para una cosa y ahora no es tiempo de blog. Ahora, pero en su momento retomaré la escritura del mismo. Ni siquiera estos dos últimos artículos los he lanzado a mis redes sociales, de momento, sino que sólo estarán aquí.

Eso no significa que dicho silencio en forma de escritura no lo rompa como el pasado domingo cuando erupcionó Cumbre Vieja en La Palma. Poco tiempo después, esa misma tarde, ya estaba recordando la anécdota del Bicho de San Vicente. Otros creen tener la exclusiva de la historia días después de yo haberla recordado a los que vivieron aquellas jornadas allá por 1970 y darla a conocer entre los más jóvenes. Pero bueno…

Hoy quería nuevamente publicar y hacer referencia algunas cosas que se leen por las redes sociales y medios de comunicación convencionales.

Vivimos tiempos donde una nueva clase social de “intelectuales, kultos, ofendiditos, globalistas, negacionistas..” junto con alguna que le dan cartera y coche y no hacen sino decir tonterías. Tonterías que parece que la inmensa mayoría de la población debemos aceptar como dogma de Fe.

Hace unos días se viralizó un tweet de una chica que se hacía la pregunta de por qué la humanidad construye casas en islas volcánicas. Obviamente a esta chica le cayeron atrás. Por lo tanto yo no me voy a sumar a la caña en redes sociales que le dieron, pues no me aporta nada y al final esta pregunta que ella se formula sólo puede tener como base la ignorancia y desconocimiento. Pero la verdad es que tal aseveración me ha incomodado. Así que quiero hoy hacer una pequeña reflexión. No contra esta chica sino en general.

¿Acaso los esquimales no han construido en el Ártico sus iglús? ¿Acaso la humanidad no se extendió por las zonas hiperbóreas en el durísimo Septentrión de Noruega, Suecia, Finlandia, Siberia, Alaska y Canadá? ¿Acaso los islandeses no viven en su isla que es intensamente volcánica? ¿No hacen lo propio los hawaianos? ¿No viven los tuaregs en las ardientes arenas del desierto? ¿No viven los sherpas en el agreste Himalaya bajo los vientos fríos que cortan como el diamante? ¿No se asientan los mapuches durante siglos en la dura tierra del Cono Sur? ¿Acaso no siguen en su lugar los indígenas habitando sus lugares en América? ¿y los caribeños en zonas de huracanes? ¿No siguen las tribus africanas en la tierra de sus ancestros? ¿No siguen los antiguos pobladores de los archipiélagos del Pacifico Sur viviendo en ínsulas que desaparecerán a medida que el nivel de las aguas suba? Y así podría seguir… Pues lo mismo pasa con los canarios. Habitamos nuestra tierra. La que heredamos legítimamente de nuestros antepasados y que con igual, el incluso hoy con mayor legitimidad, le damos a nuestros herederos. La tierra donde tenemos nuestras raíces, cultura, tradiciones, forma de vida. Nuestra tierra. Porque esa forma del posesivo de primera persona del plural debe pasar de generación en generación. “Nuestra”. Jamás de ellos. ¡Jamás! Siempre nuestra.

Por tanto, somos consienten de donde vivimos. Y los que vivimos bajo el mismo Teide más conscientes de ellos somos. El planeta, por mucho que lo maltratemos, sigue vivo. Como diría David Attenborough “el planeta viviente y sintiente”. Las islas Canarias siguen formándose pese a llevar millones de años así. Y seguirán en el tiempo. Lo que pasa es que las erupciones pueden pasar cincuenta años, un siglo o un milenio. ¿Quién lo sabe? Somos conscientes de que bajo nuestro suelo fluye la lava. Lava poderosa, agresiva, destructora que ha convertido a una parte de la Palma en los dominios de Guayota. Si está haciendo tal en La Palma no quiero ni imaginar que entre en erupción el Teide con toda su fuerza destructora. Pues este sí es un volcán en toda regla.

¿Hemos por ello de dejar nuestra tierra? ¿Nos ha de invadir el miedo? ¿Debemos iniciar un éxodo sin retorno porque nuestras islas son volcánicas? Es que a ignorancia es atrevida. Se comprende que por lógica no se puede construir en cualquier lugar. Como dice la Biblia no construyas sobre arena sino sobre roca firme. Y eso es Canarias. Roca firme porque es roca volcánica. Nadie sabe por dónde va a salir la lava. Te puede salir en una montaña, en la plaza del pueblo o en el sótano de tu casa. Ella necesita salir por algún lado y siempre buscará por dónde le sea más propicio. ¿Tienen la culpa de ello los propietarios? Ni mucho menos. Erupcionó por dónde lo hizo y la lava se extiende a su libre albedrío. Pobre gente que lo ha perdido todo.

Pero contra lo sucedido ya no hay remedio. Hoy (22-09-2021) oía cuando, teóricamente, se detendrá la erupción. Ni lo trascribo porque es mucho tiempo el que se estima, según los vulcanólogos, para tal fin. Pero ya no nos podemos preocupar de lo sucedido y lo que sucede. Tenemos que preocuparnos por lo que sucederá. Y no sólo a nivel vulcanológico sino social. Porque yo no pienso en la lava, n en los tweets ni en lo destruido. Yo pienso en las personas que los han perdido todo. Las imágenes que han trascendido por medios de comunicación y redes sociales son las imágenes del infierno en la tierra. Una lava destructora que encima avanza de forma lenta lo cual me da la sensación que coadyuva a causar más daños. Ahora todo será prometer y prometer. Pero a la hora de la verdad todo se quedará en nada. No voy a entrar a valorar a los que duermen en campos de futbol y polideportivos en comparación con los que están alojados en hoteles de lujo. Cada cual sabrá. Pero ya en este país tenemos experiencia en catástrofes ambientales y posiblemente lo de la Palma a nivel de infraestructuras púbicas y privadas haya sido de lo más devastador. La Palma va a necesitar miles de millones de Euros tras esta pesadilla. Y sobre todo la duda de qué pasará con las viviendas afectadas o las que ya ni existen. Obviamente estoy siendo contenido en mi redacción, pero a la vez me estoy adelantando a lo que ya preveo.

 

Fotografía de KiKe Rincón. Se ha viralizado ante la potencia y dramatismo de la imagen. La triste realidad d La Palma y sus agricultores. Tienen que cosechar sus productos antes de tiempo ante la incertidumbre de que la lava se lo lleve todo. Cosechando bajo una lluvia de polvo y cenizas. Imagen: ©Kike Rincón.

 

Dice la frase de la viñeta: “a veces duele ser salitre y lava”. Yo no me identifico con la frase. Yo soy sangre. La sangre de nuestros ancestros que a lo largo de la historia han superado hambrunas, sequías, guerras, epidemias, pobreza, piratería, malos vecinos, junto a terremotos y otras erupciones y que han levantado esta tierra con el sudor de su frente. Pero como igualmente dice la viñeta de forma acertada: “Sí, pero es lo que somos”. Una vez más Canarias vuelve a ser golpeada y una vez más debemos combatir a la adversidad. Será duro, pero saldremos de esta. Costará, no nos quepa duda. Pero saldremos. Somos lo que somos y vivimos donde la adversidad, pero también la bondad, ha forjado nuestra tierra y nuestro carácter. Salitre y lava. Océano y magma que se unirán llegado su momento, para seguir fundiendo malpaís en esta bendita tierra canaria.

 

Cincuenta años después volvieron a repicar las campanas en el municipio de Tijarafe avisando de erupción volcánica. Vídeo visto en redes sociales.




No quiero seguir escribiendo. Siento una enorme impotencia, pero contra las coladas de lava poco se puede hacer. Toca esperar y ayudar. Sobre todo, ayudar. El resto de España debe mirar a La Palma como ya lo hacen las restantes siete islas y los que gestionan tener claro el desastre producido. Uno no siempre tiene palabras para todo y este es uno de esos tristes y tétricos momentos. Pues no es solo la catástrofe humanitaria y material sino las consecuencias de gases tóxicos y ceniza que se liberará a la atmósfera y al entorno.
 
Voces como las de Yumara Luis ejemplifican el sentimiento y el arraigo del canario a su tierra. Aunque a veces la tierra sea agresiva frente a quiénes las pueblen. Vídeo visto en las redes sociales.
 

Un abrazo enorme, enorme para la Palma y sus buenas gentes de la cual me jacto de conocer muy buenas personas. La isla bonita.

Como dice la sintonía de la Luchada:

Las Islas son el terrero donde luchan los canarios,
terrero de siete (ocho) arenas, arenas de siete (ocho) playas,
un equipo de la mar y otro de la montaña,
bregadores de la costa puntales de tierras alta…
… luchemos hombro con hombro y ganemos la luchada,
no aflojes nunca, paisano ten la contra preparada…