No estoy en estos tiempos muy proclive a escribir, pero hay honrosas excepciones como las de hoy. Ayer domingo, bien entrada la noche recibía un mensaje con un enlace que me llevaba a una publicación del 12 de Septiembre de 2021 en el Diario de Avisos del historiador villero Javier Lima Estévez. Esta publicación, que yo desconocía, era en referencia a don Tomás e inmediatamente me puse en contacto con Javier. Primeramente, para felicitarlo por su artículo y segundo para obtener su autorización de utilizar la imagen que encabezan este escrito.
Conozco a don Tomás desde hace años y lo he tratado en múltiples ocasiones. El leer el artículo de Javier me hizo comprender que era el momento propicio de que 100 x 100 villeros de La Orotava se sumara con otro artículo en reconocimiento a la prolífica labor de don Tomas en múltiples facetas. Por su puesto no desde el punto de vista intelectual e investigativo que tiene un historiador, sino desde mi punto de vista particular.
Todo pueblo, dentro de su sociedad basáltica que forman la base del mismo, necesita de hombres y mujeres que tengan las inquietudes culturales y formas caballerosas que siempre han caracterizado a don Tomás. Por un lado, el hombre de una exquisita educación y un saber estar y discreción propio de la excepcionalidad que caracteriza a quien busca engrandecerse humanísticamente desde el plano intelectual y cultural. Por otro lado, el hombre que basa su actividad profesional en formar mediante la docencia a los hombres y mujeres del futuro. Y en esa conjugación virtuosa es donde ha desarrollado don Tomás su fecunda carrera como maestro, escritor y fotógrafo entre otras muchas actividades.
Como he relatado más arriba a don Tomás lo conozco desde hace muchísimos años. Desgraciadamente ya no coincido tanto con él, pues por las propias circunstancias derivadas de esta pandemia conlleva que no coincidamos asiduamente como sí sucedía antaño. Incluso ignoraba que su esposa doña Asunción González Casanova, toda una dama villera, había fallecido. De esos matrimonios ejemplares que son uña y carne y ejemplo en todos los sentidos. Descanse en Paz y que Dios la tenga en la gloria eterna.
Hablar de don Tomás, que daría para mucho, es hablar de esas personas que por su alto nivel intelectual y sus convicciones hoy como sociedad las adolecemos. Tal vez ahora no nos demos cuenta de la importancia de sus trabajos, aunque él si los tiene altamente reconocidos, y bien que me alegro de ello. Pero en no mucho tiempo serán, aún más si cabe, fuente obligada de consulta para saciar la abrasante sed cultural en ese enorme desierto de molicie que ya se vislumbra a corto plazo.
Tenemos a don Tomas que ha sido docente: Con una larga carrera como maestro nacional empezada en Moya, luego en la Caleta de Interián, la escuela unitaria de San Juan y culminada en el colegio de La Concepción de La Orotava. Miles de alumnos que pasaron por su aula y que se les trasmitió una serie de valores educativos, educacionales y humanísticos. En una profesión que nunca ha sido fácil. Para ser maestro hay que tener muchísima vocación, compromiso y un carácter adecuado a ello.
Luego tenemos al don Tomás escritor. Un hombre que ha sabido plasmar de forma magnífica en sus publicaciones una idea, una consigna y unas inquietudes que hacen de sus libros unos grandiosos tomos de los cuales sus lecturas es sumergirse en un mundo desde el punto de vista social, antropológico, natural, arquitectónico y religioso como pocos hay en Canarias de tal nivel. No sólo en el horizonte y rigurosidad de lo escrito, sino en el formato en que se ha hecho. Sus publicaciones, ampliamente conocidas no solo están caracterizadas por amplias labores de investigación, sino en la calidad física de sus libros. Eso lo hemos podido comprobar con libros como “Patios singulares de las Islas Canarias” y la trilogía de “Balcones singulares de las Islas Canarias”. Todo ello unido de la mano de artículos, investigaciones y peritaje que lo llevan a colaborar con varios juzgados en asuntos de diversa índole.
Y como yo soy muy bibliófilo cuento aquí la siguiente anécdota. Siendo muy niño, supongo que debía ser un Viernes Santo en aquella época que don Tomás ejercía de mayordomo de la Hermandad del Calvario, a la cual mi abuelo y otros ascendientes familiares pertenecían, acompañaba a mis abuelos y don Tomás me regaló su libro “La ermita del Calvario y su Real y Venerable Hermandad de Misericordia”. Creo que fue la primera vez que alguien fuera de mi familia me obsequió un libro. Tal vez ese día agudizó su ojo de buen docente y vio en mi a un lector en potencia.Ese libro lo conservo en mi biblioteca, junto a otros volúmenes escritos por él y con dedicatoria del mismo. Son estas pequeñas anécdotas, pero que para alguien como yo significan mucho por lo que representa quien ha escrito y te ha regalado el libro.
Luego tenemos otra vertiente que para mí es fundamental como es el don Tomás fotógrafo. Me niego a adjetivarlo como simple aficionado a la fotografía. Él es mucho más que eso. Es la rigurosidad y asepsia fotográfica que le ha permitido conformar, a base de muchísima disciplina fotográfica y de catalogación, un archivo fotográfico del cual servidor, aunque somos de épocas y tecnologías distintas, siente sana envidia. Es material ha ido desembocando a los largo de los años en sus libros, aunque el más específico ha sido “La Orotava, cien años en blanco y negro (1858-1958)”. Publicación esta que yo creo que debería estar en cada hogar villero.
Y por último está el hombre que durante décadas, y con el mismo amor y rigor que en otras actividades de su vida, fue mayordomo de la Hermandad del Calvario. No sólo escribió sobre la misma el libro que más arriba referencié, sino que durante años fue garante y guardián, incluso redactando sus nuevos estatutos, de una de las hermandades con mayor historia y número de componentes de las que tiene la Villa. Incluso fue él uno de los que propició en darle un mayor realce al título de “Real” consiguiendo que Juan Carlos I y Sofía fueran hermanos honorifico de la misma. Trabajo este silencioso pero que fue fundamental reconociéndosele en el año 2006, ignoro si luego se han sucedido más homenajes, en un almuerzo organizado por la Hermandad y donde don Tomás recibió el cariño y agradecimiento de todos los presentes.
Buen hacer y disposición que igualmente ha tenido
siempre con la Hermandad del Santísimo de la parroquia de la Concepción donde
es uno de sus miembros más veteranos y queridos.
Poco más puedo añadir, observaran que he redactado mucho pero que al final es poco. El protagonista de este escrito da para muchísimo y yo sólo he arañado la capa más superficial de esas múltiples capas subyacentes que lo forman. Sólo puedo afirmar, como persona y villero, que para mí es un honor conocer a don Tomás Méndez Pérez. Un hombre al que los que escribimos, divulgamos e intentamos mantener viva la memoria de un pueblo debemos mirarnos como en el más ejemplar y prístino espejo que exista. Por su gran sentimiento y amor hacia La Orotava, por su buen hacer, por su caballerosidad y educación y porque son de esos seres humanos de unas capacidades humanísticas que sólo se dan en unas pocas generaciones en cada pueblo. Con sus enormes virtudes y sus fallos, pues todos somos humanos, pero con unas inquietudes e independencia de pensamiento que no han hecho sino engrandecer a este municipio.
Una vez más desde 100 x 100 villeros de La Orotava felicito a Javier Lima Estévez por mantener viva la memoria de este pueblo. Posiblemente él encarne a un nuevo don Tomás. Cualidades no le faltan y su enorme trabajo, pese a su juventud, lo legitiman para ello. Estos artículos son de vital importancia para nuestra memoria colectiva y vecinal. Como siempre lo animo a que siga en esta buena senda que me parece tan fructífera. Con alegría y el inmenso orgullo y honor que siento, pues tengo constancia de que es lector de este blog. Aunque me siento diminuto ante sus publicaciones pues Javier sí ha sabido aunar lo que debe ser un cronista de un pueblo.
Artículo de Javier sobre don Tomás publicado en el Diario de Avisos el 12 de Septiembre del año 2021. Trabajos sumamente importantes los que este villero está divulgando de manera sobresaliente. |
Igual de imperceptible me siento ante don Tomás. Este escrito, donde mi única ilusión y anhelo el reconocerle su figura se escribe con burda mano y paupérrimo intelecto. ¿Qué soy yo al lado de don Tomás? ¿Qué puede representar este blog en comparación a un hombre que se a consagrado al saber? Simplemente soy aprendiz de todo y maestro de nada, mientras que don Tomás es un erudito. Ni viviendo servidor un millón de vidas y naciendo un millón de veces en La Orotava le llegaré jamás a don Tomas ni a la suela de los zapatos.Sólo puedo trasmitir en mis frugales palabras mi admiración hacia él.
Desde aquí trasmitirle a don Tomás un cordial saludo y mucho ánimo, y que nos siga deleitando por mucho tiempo con su sapiencia y publicaciones. Este blog se suma, aunque debía haberlo hecho antes, a enaltecer la figura de un hombre que forma parte de una de las mejores páginas que esta patria villera ha dado entre sus más nobles, leales y extraordinarios hijos.
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Primera edición del texto: Septiembre de 2022.
Imágenes propiedad de Javier Lima Estévez.