Sin poder haber digerido aún, y por mucho tiempo, la pérdida de María Hernández Sacramento esta mañana la amiga Loly Portero me comunicó el fallecimiento de Nico. Nuestro tan querido y apreciado Nico.
Se me hace un nudo en la garganta y estomago estas últimas jornadas con tanta gente buena fallecida.
Todos sabíamos el delicado estado de salud de Nico. Él estaba pachucho, pero mantenido dentro de la gravedad hasta que hace unas semanas todo empeoró.
La ultima vez que lo vi fue el domingo de Carnaval en la calle Calvario donde nos encontramos. Lo vi animado y con ganas de seguir dando guerra. Nico era un luchador y mientras quedara munición y pólvora él iba a presentar batalla y arañarle minutos a la vida. Porque a Nico la vida lo había forjado así. Valiente y aguerrido frente a la adversidad.
Siempre me decía que habiendo llegado al geriátrico de San Sebastián él había vuelto a nacer. ¡Qué gran verdad! El cambio que tuvo fue impresionante y de ahí salió un nuevo Nico animado, alegre y con un gran espíritu socializador. Con todo el mundo se llevaba y saludaba. Ayudaba a todo el que podía y no cejaba en su empeño de aportar a la sociedad su granito de arena.
Sus paseos mañaneros por la plaza del Quiosco que luego volvía a emular en la plaza del Llano. Sus cafecitos y bocadillos en el Manjar y el Bosco donde deparaba charla con todos sus parroquianos, sobre todo de futbol donde era un verdadero experto y siempre enarbolando la bandera de su tan querido y amado Real Madrid. Porque si hay algo que no le ha faltado hasta última hora es que dentro de su féretro han colocado su bufanda, gorra y cojín del club Merengue de sus eternos amores.
Loly, Jesús y Bibiana te tenían un inmenso aprecio, y tú a ellos, pues el sentimiento era reciproco. Buenas migas hicieron durante años y el vacío y añoranza que ahora portan por tu marcha es de sincero sentimiento. Como sentidamente me ha escrito Jesús: «Un día muy triste, le tenía mucho aprecio. Muy buena persona que me recibió con los brazos abiertos desde el primer día que lo conocí en mi llegada a la Orotava. D.E.P.»
Yo le dediqué dos entrevistas que están publicadas en este blog y su canal de YouTube. Ya q quedan para el recuerdo de un hombre bueno que jamás hizo daño alguno no maldad contra nadie.
A Nico le encantaba La Orotava. La observaba alegre escudriñándola con la mirada y meditándola en los sonidos del silencio. Tal vez su propia timidez hacía que no demostrara ese amor con locuaces discursos o aspavientos, pero Nico y La Orotava era un amor perfecto.
Nico gracias por la amistad que nos brindaste a tod@s los villeros que tuvimos el inmenso placer de conocerte. En un ámbito más particular igualmente agradecido de tu amistad y siempre sinceras y amables palabras. De esos saludos y abrazos cordiales. De la sapiencia que te dieron los años y que la aumentaste cuando te redescubriste a ti mismo.
Jamás te olvidaremos porque conseguiste formar parte de nuestras vidas.
Amigo te vas, pero por un tiempo, porque estoy seguro de que algún día nos volveremos a reencontrar y a deparar charlas y café. Ve sumando experiencias en el nuevo sitio donde vayas para nuestras próximas entrevistas.
Algo se muere en el alma cuando un amigo se va… mi alma sucumbe esta semana con la partida de María y de la tuya.
Mi más sentido pésame a sus familiares y amigos.
Buen viaje a las moradas cósmicas mi querido amigo Nico. Permanecerás eterno en nuestros corazones.
El velatorio está siendo en San Francisco.
El funeral por Nico será mañana sábado 13 de Abril a las 10:30 H en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán.
La misa por el eterno descanso de Nico será el próximo miércoles 17 de Abril a las 19:00 H en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán.
Epílogo:
Quiero añadir las siguientes palabras a esta entrada en el blog. Ayer en horas nocturnas tuve la idea que debía despedirme públicamente de Nico. Darla un último adiós delante de todas las personas que lo conocimos y quisimos. Redacté algo sencillo y condensado, pues abarcar la figura de Nico y el recuerdo que deja es imposible.
Obtuve el permiso de la familia y del párroco de Santo Domingo de Guzmán para ello, inmensamente gracias, y este fue mi particular hasta luego a Nico.
«Amigo Nico. Hoy tristemente te despedimos. Se cierra para ti el círculo vital en este mundo y comienzas tu travesía hacia las moradas cósmicas. Esas en las que tanta Fe tienes, aunque a nosotros nos quede la desazón de tu partida. Así que permíteme que te dedique unas últimas palabras en esta parroquia de Santo Domingo de Guzmán, donde hoy tus familiares y amigos te acompañamos en tu último tránsito.
Siempre comentabas que hubo en tu vida un punto de inflexión donde volviste a nacer. En aquella metamorfosis que la vida te impuso y donde te redescubrirte a ti mismo. Con cuanta alegría siempre decías en nuestras conversaciones que descubrirte en la Fe en Dios y en las personas se había manifestado tu propia felicidad. Que cada día era para ti una nueva oportunidad de disfrutar de la gente y del entorno. Porque aunque lo hacías infinidad de veces con la sonrisa en los labios y la amabilidad en el corazón, y otras, desde la observancia y el silencio, siempre mantuviste tu inquebrantable fidelidad al pueblo que te vio nacer y a sus vecinos.
Y por su puesto, igualmente fiel a tu querido Real Madrid, del que te vas de este mundo portando junto a ti la bufanda, gorra y cojín del equipo de tus amores.
Fuiste un hombre amable y risueño con todos. Tus paseos mañaneros por la plaza del Quiosco que luego volvías a emular en la plaza del Llano, donde no dejabas de saludar y charlar con aquellos que te estimaban. Al igual que en el Manjar y en el Bosco, donde deparabas ilustre conversación con sus parroquianos.
Sentidamente ayer nuestro amigo Jesús me escribía lo siguiente: «… le tenía mucho aprecio. Muy buena persona que me recibió con los brazos abiertos desde el primer día que lo conocí en mi llegada a La Orotava…» Y así me han remitido decenas de condolencias en estas últimas horas. Porque fuiste un ángel en esta tierra ganándote el cariño de la gente que hoy te lloramos. Pese a los inmensos dolores físicos que te atenazaban jamás perdiste la sonrisa y la educación.
Nico, me niego a decirte adiós. Simplemente te digo hasta luego, porque sabemos con certeza que algún día nos volveremos a reencontrar en la Jerusalén Celeste. Hoy esta muy Noble y Leal Villa de La Orotava llora a un gran hijo. Nosotros lloramos a un gran amigo y villero.
Gracias Nico por estos años de amistad y conversaciones. Por tus palabras siempre amables. Por esa vocación de servicio y ayuda, y esos consejos y vivencias de ser un mago ilustrado como te gustaba definirte. Valores humanos que al igual que me los brindaste a mí, lo hiciste de igual manera con todos los aquí presentes, y no presentes, y con tantos que partieron antes que tú.
Hasta que el destino nos cruce de nuevo. Descansa en Paz Nico.
Gracias.»
También quiero matizar que Nico no ha sido enterrado en La Orotava, sino en el Puerto de la Cruz, donde la familia tiene un nicho en propiedad. Para cualquier visita que quieran hacerle ya es cuestión de informarse mediante la familia de la ubicación exacta del mismo.