lunes, 30 de octubre de 2017

¿Truco o trato? ¡No! Simplemente quiero la defensa de nuestra cultura.

Este no es un escrito típico del blog. Pero por desgracia La Orotava no queda aislada de esta fiesta de Halloween que paulatinamente se nos está imponiendo. Por su puesto respeto a quien celebra estas cosas, pero de igual manera creo que estoy en mi derecho de dar mi opinión sobre esta fiesta.
Este escrito llevo años publicándolo en mi perfil de Facebook y ahora lo traigo al blog porque como villero y español tengo que defender mi cultura que no es precisamente la americana.
En estas vísperas de la festividad de Todos los Santos voy a desentrañar algunos falsos mitos de esta desvirtuada y falsa festividad de Halloween que nada tiene que ver con sus inicios culturales y antropológicos. Halloween, fiesta meramente infantil en USA, no lo era en sus inicios. Esto ha venido después por culpa de la cultura cinematográfica.
Pero para hablar culturalmente de ésta fiesta no nos podemos referir a ella como Halloween, pues su fiesta primitiva se llamaba Samhain. El Sahmain era la fiesta pagana de los celtas de la ancestral Irlanda, de donde nació ésta conmemoración, siendo siglos después los irlandeses que llegan a USA en el mítico My Flower los que la introducen, alcanzando su máximo apogeo introductor en las grandes emigraciones irlandesas del siglo XIX.
Los celtas celebraban el Samhain como festejo tradicional propiciado por los cultos druídicos dentro de las cuatro fiestas principales. Las otras eran Beltayne, Ymbloc y Lugnasad. El Sahmain era en honor al dios Cernunnos, deificación del animal macho cabrio  relacionado con la fertilidad y regeneración de la tierra. Dicho dios a la llegada del cristianismo fue satanizado como todos los dioses con representación osamentaria. Muchos de los elementos del Samhain se perpetuaron pese a la implantación del cristianismo dentro de la fiesta y nueva liturgia, como sucedió con todas las grandes conmemoraciones paganas, para que la gente paulatinamente se fuera olvidando de los viejos cultos ancestrales en detrimento de la nueva religión. El caso más representativo es la Navidad y cómo se utilizó y cambió el culto al dios Sol (europeos) y del dios Tamuz (babilónicos) por el nacimiento de Cristo. Todos los dioses de la Antigüedad nacen bajo el solsticio de Invierno.
El Samhain era una fiesta larga. Comenzaba el 1 de Noviembre y duraba diez días. Los celtas engalanabas sus casas con flores, se propiciaban asambleas de hombres y mujeres en lo que hoy popularmente podríamos llamar una verbena, se recogían las hierbas medicinales para todo el año, los jóvenes proponían matrimonio a las doncellas y a los árboles de los bosques sagrados se le colgaban coronas de flores. Pero los verdaderos protagonistas de esta fiesta eran los druidas. Solo en estas fechas podían comer carne de cerdo y beber vino. Recogían las bayas del muérdago, planta sagrada y que servia para hacer todo tipo de pócimas. En esta fecha los celtas amontonaban las calaveras en dos grupos. Una la de sus seres queridos, que las pintaban de colores vivos y que les hacían recordar pasajes de la historia de sus ancestros y en otro grupo la de sus enemigos que las colocaban aparte. Ellos tenían un culto a sus antepasados muy diferente al que después adoptó el cristianismo. Celebraban la fiesta de una forma lúdica cuando se reunían en la noche de su año nuevo. Se abría el Sit, o Sid (nombre que varia según las zonas celtas) que era el mundo de sus dioses y héroes y ahí se producía la comunicación entre vivos y muertos. Es decir, se abría esa puerta adimensional, solo en momentos precisos, donde el mundo tangible se hacia intangible y donde el mundo visible se hacia invisible. Y esto no debemos entenderlo como una alegoría, pues los celtas abrían el sepulcro de sus ancestros, pues contaba la tradición que cualquier persona podía bajar al mundo de los muertos si velaba el sepulcro de su ser querido hasta el día siguiente al Samhain. Aunque este velatorio distaba de ser triste y silencioso. Al contrario, estaba lleno de música y fiesta. Ritual que nos recuerda mucho al culto a los muertos de la cultura Annual mexicana. Y para que la comunicación fuera fructífera se llevaban flores. Recordemos que las flores siempre han sido símbolo de transmisión no verbal de sentimientos de amor, afecto y gratitud, como hoy seguimos haciéndolo con nuestros familiares y seres queridos difuntos, depositando flores en las tumbas.
Halloween es una palabra que significa “víspera de lo anterior a todo lo sagrado” … y qué curioso “de todos los santos”. Eso es una bonita costumbre celta. Esa simbiosis natural propia de la vida-muerte que es inevitable en nuestra existencia. Los celtas tenían muy claro este concepto, pues recordemos que no temían a la muerte al igual que daban muerte a sus enemigos, pues los celtas fueron uno de los pueblos más fieros de la Antigüedad que incluso bebían la sangre de sus enemigos en la creencia de que así se le trasmitiría la fuerza vital del rival abatido por ellos.
Inclusive tradiciones como las de la mítica Santa Compaña vienen de la noche del Samhain. Una de las frases que dicen los miembros de la Compaña a los que se aparecen es “Anda de día que la noche es mía”.
Falsos mitos como el de la calabaza cortada son recientes. La calabaza se utilizaba en la América del siglo XIX como farol. Detalles como el intercambio de dulces y caramelos son también hechos recientes del siglo XIX. Incluso la vestimenta que utilizan las féminas para vestirse de brujas esa noche nada tiene que ver con el concepto de vestimenta de bruja del medievo, sino con el traje que utilizaban los peregrinos en el siglo XVII, con esos gorros altos de pico que se asociaban a las brujas de Sálem.
Ni siquiera hasta fechas recientes en toda USA se celebraba Halloween. Es a partir de los años cuarenta del siglo XX cuando el cine y la televisión propagan la festividad por todo el país y Occidente. Se ha imbuido tanto en la raigambre de la sociedad americana, que uno de los libros de lectura obligada de los niños es “La letra escarlata”, novela de Nathaniel Hawthorne publicada en 1850 y que trata el proceso contra unas brujas en Nueva Inglaterra en el siglo XVII. Todo esto unido ha hecho que Halloween se considere una fiesta nacional americana y que los niños hagan un peregrinaje esa noche de casa en casa en su barrio pidiendo dulces y caramelos. Esta forma es muy moderna y nada tiene que ver con el antiguo Samhain.
El problema de España, este país tan inculto en su forma moderna es que nos creemos que todo lo de fuera es bueno y que todas nuestras tradiciones son anacronismos arcaicos que han de ser eliminados o modificados, incluso con la excusa de tintes políticos. Una verdadera oda a la más infame ignorancia. El cine, televisión e inmigración (la primera vez que me tocaron a la puerta de mi casa para el truco o trato fue un inmigrante) han metido el germen de una fiesta desvirtuada que nada tiene qué ver con nuestro concepto social cristiano ni con  el antiguo rito celta. Por desgracia hoy sabemos poco de los druidas ya que no tenían tradición escrita, sino oral. Y lo poco que sabemos es gracias a su mayor enemigo, que fue Julio Cesar, autor de un verdadero exterminio del druidismo britano. Por suerte los grupos New Age y Neo paganos están haciendo una labor de recuperación histórica importante, que aunque nunca conseguirán depurar de nuevo esta fiesta a su carácter originario al menos intentan mantener el folklore lo más puro posible pese a los siglos que han pasado. En su día se hizo una simbiosis sincrética entre paganismo y cristianismo que fue hasta cierto punto buena, pero introducir una fiesta como ésta es un golpe más a nuestra ya debilitada cultura hispana (recordemos que el norte de España formaba parte de las siete naciones celticas). En donde se ha pasado al culto y respeto por nuestros ancestros a las macrofiestas, botellón y consumo de drogas. Y luego pasan desgracias como la de hace algunos años en el Madrid Arena. Caso que ya nos olvidamos. ¿Qué ha sido del responsable del evento? Aquí no pasa nada, Mientras haya euros los demás que se jodan. Eso sí, cinco chicas con toda una vida por delante en el cementerio por la avaricia de otros. Es una pena cómo protestamos por un montón de cosas por ejemplo los recortes en educación y a la vez no defendemos nuestras tradiciones que nos definen como Nación, como Continente y como Raza. Igual nos está pasando con la introducción de un personaje comercial como Papá Noel en la Navidad. Me gustaría ver en pleno centro de Time Square una romería, una procesión, un encierro o una cosa tan de La Orotava como es correr el cacharro por San Andrés. Seguro que nos echan encima a toda la policía al instante.
Por lo que he visto e investigado, en España no es que seamos precisamente pobres en tradiciones y rituales para con nuestros difuntos en estas fechas. En Palencia, León y sur de Asturias tienen la tradición de la Hueste de Animas. En Madrid hasta los años 40 del siglo XX se llenaba una habitación de la casa con velas y fotos de los difuntos y se rezaba toda la noche los misterios Dolorosos del Santo Rosario. En Villanueva del Duque, provincia de Córdoba, los jóvenes salían de casa en casa pidiendo dulces para llevárselos a los monaguillos que pasaban toda la noche tocando las campanas a difuntos. Al igual que en el municipio de Alcalacejos (Córdoba) que doblaban las campanas toda la noche. Algunas zonas de Andalucía tenían procesiones de vivos pidiendo de casa en casa como en la Sierra del Móncayo: Tradición en la que se basó Gustado Adolfo Becker para escribir el “Monte de las Ánimas”. Y en el municipio de Yecla (Murcia) se hacia y creo que aun se hace procesiones de difuntos en un lugar conocido como la Cruz de Lope. Y esto por poner breves ejemplos porque España en estos días está llena de tradiciones cristianas y paganas en honor a los difuntos.
Cabe destacar que los municipios de la isla baja, sobre todo Garachico y Los Silos, han recuperado la antigua tradición infantil del “Pan por Dios” que se había perdido y hoy vuelve a estar en alza.
Pero si hay dos zonas en España que se llevan la palma en estos rituales y tradiciones indudablemente son Galicia y Canarias. Qué decir de todas las antiguas tradiciones gallegas que son milenarias y donde se les tiene a las almas difuntas un gran respeto y veneración. Sobre todo en la Galicia profunda. Galicia tiene una riqueza cultural en el saber antiguo que no sabemos valorar esa joya en su justa medida. Pero donde yo creo porque también es donde lo más que lo he vivido, de que existe una rica tradición de día de Todos los Santos y Fieles Difuntos es en Canarias. Antiguamente las misas de difuntos eran comunes por estas fechas, o las misas por las ánimas del purgatorio. Algo que los dos obispados de Canarias por desgracia parece que ya no fomentan tanto. Desde que se aplica el Concilio Vaticano II, que no ha servido para nada, ya el clero dice que el Infierno no existe ni es un lugar físico. Eso sí, luego en Madrid han tenido que formar a 7 exorcistas más porque los casos de posesiones son alarmantes. Por un lado el Infierno no existe y por otro forman exorcistas. Como siempre el clero hablando según le convenga y esperando que nosotros nos lo creamos. Es más, ya hasta el Purgatorio se pone en entredicho. Pero yo recuerdo a gente muy mayor, sobre todo de áreas rurales, que en cuanto cenaban la señora mayor de la casa se ponía a rezan el Rosario por las almas difuntas. Las antiguas cruces que se ponían en fachadas en casas y caminos y que por estas fechas se limpiaban y enramaban en recuerdo de los fallecidos. Y vuelvo a repetirlo porque son los primeros que lo tienen que llevar a cabo. La labor que hacían las parroquias en Canarias de las misas de ánimas. Algo que se tiene que recuperar porque forma parte de nuestra cultura regional. Personalmente en todas las fiestas importantes utilizo en Breviario. Además utilizo libros antiguos donde vienen todos estos rezos vetustos, novenas por las ánimas, responsos, etc. Que venga ya luego un cura y diga lo que quiera. Esa ya es su teología, no la mía. Y eso es algo que yo he visto toda mi vida no solo en el ámbito familiar sino social de que al difunto se le tenia que dejar marchar pero a la vez se le tenia un recuerdo y una veneración en forma de rezos y visitas al cementerio. Lo que no haré nunca será meterme disfrazado en una fiesta sin sentido y que yo empiece a recordar a mis difuntos. Vamos es que salgo por patas de allí. Es que lo tengo clarísimo. A mi no me contagia nadie de esta fiesta comercial llamada Halloween. Porque en este país parece que lo correcto es ser progre y celebrar todas las boberías de fuera. Y todavía viene algun/a espabilado y te dice “Ayy ¿tú crees en eso?” Pues sí. Al igual que tú te vas y disfrazas y coges las calabazas, cosa fea tirar la comida en esta época de crisis, yo celebro nuestras tradiciones. Y lo que es peor de todo, que ya muchos colegios celebran e introducen esta falsa tradición en nuestros niños. Por desgracia algún que otro colegio religioso también se ha subido a este carro sin sentido y revienta cultura.
Este ha sido mi humilde escrito. Creo que entendido por unos y discutido por otros. Pero quería expresar mi más rotundo NO a una tontería de fiesta comercial que nos aparta de toda cultura, veneración y respeto por los que ya no están y tanto han hecho por nosotros. Porque aunque no lo parezca aquellos que se han ido nos ven y nos esperan al otro lado. Lado al que nosotr@s algún día también iremos y lo primero que nos van a decir es no tuviste tiempo de irme a ver al cementerio en fechas señaladas porque andabas haciendo el tont@ resacad@ disfrazado en celebraciones que no son nuestras. Y en cambio no te faltó tiempo para ir al notario a abrir el testamento a ver que te había dejado. Lo de siempre el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Llámenme anacrónico, carca, anticuado o lo que quieran. Pero a mi me educaron en el respeto a mis mayores y a mis fallecidos.
Aprovecho para desearle a mis amig@s paganos un feliz año nuevo en su Samhain y recordar que ya los cristianos estamos en la antesala de nuestro Adviento. Y no debemos criticar a los paganos o grupos New Age mezclando y difamando cosas que no vienen ni a cuento. Porque precisamente estos grupos hoy en día están haciendo una labor y una obra social y filosófica muchas veces más cercana a las enseñanzas de Cristo que las que hacen muchos de los propios cristianos. Y como cristianos no tenemos que insultar ni avergonzarnos del verdadero y puro Samhain pagano porque nosotros celebramos una festividad sincrética hija de la de estos. Al contrario, culturalmente debemos apoyar estas celebraciones porque son parte de nuestra raigambre. Fiestas donde no se hace botellón, ni se arman peleas, ni se especula con macrofiestas. Sino que son sanas conmemoraciones en espacios naturales en comunión espiritual con la naturaleza y el Mas Allá. Y eso es algo que en todos los sentidos nos une a nuestros ancestros y nos recuerda nuestras raíces en un momento donde Europa en general y España en particular viven una crisis identitaria muy grave. Lo que hay que criticar y erradicar son estas “yankinadas” que no traen nada bueno y contaminan nuestra sociedad. Porque cuando los pueblos tienen gallardía y orgullo por su historia y tradición no permiten injerencias extranjeras de ningún tipo.
¿Pero saben qué va a pasar en unos años tanto en La Orotava como en el resto de España? Que los que nos mantengamos fieles a nuestras tradiciones se nos mirará mal. Porque no seguimos el orden impuesto y establecido de las modas. Incluso nos insultaran con el típico y manido adjetivo de facha. Esta fiesta es imparable e invasiva al intelecto colectivo y ya las generaciones venideras la consideraran una tradición pues es lo que han visto de toda la vida. Porque encima colegios e instituciones publicas ya hasta lo fomentan sin ningún pudor. Y la empresa privada para qué decir. Una vez más lo de fuera nos gana la batalla ideológica, cultural y tradicional. Y repito cada cual que celebre lo que desee. Tienen la misma libertad para hacerlo que yo para rechazar Halloween.
Me despido con este fragmento que es del rezo por las Santas Animas del Purgatorio que dice así: “Despiadados sucesores, que nuestros bienes gastando, vais los sufragios mermando sordos a nuestros clamores. Ay de vosotros temblad de gastar nuestro sudor. Os pedimos por piedad que alivies nuestro dolor.”
Un saludo a tod@s.

© 2017 Francisco García.
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Todos los derechos reservados a favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Octubre de 2011.
Segunda edición del texto revisado Octubre 2012.
Tercera edición: Octubre de 2013.
Cuarta edición: Octubre de 2014.
Quinta edición: Octubre de 2017
© 2011-2017


La imagen que acompaña este escrito es del ilustrador Mark Parisi.

La obtuve de Google y supongo que en su día fue retocada por alguien y publicada en la web de Destino Cero http://destinocero.es