Y la vida sigue.

Hace un par de sábados bajaba por la calle la Carrera, no es muy típico en mi bajar por dicha zona, pero por allí me dio por encaminarme, y al pasar por la plaza del Ayuntamiento observé que en una de las palmeras que están ya dando dátiles. La verdad que me sorprendió, como he dicho no transito mucho por esa zona, y me paré un momento a prestar atención y hacer unas fotos.

Paradójicamente resulta que el día que cortaron las palmeras, también en sábado, por la tarde subí y de los restos de donde estaba situada la que hoy ya dátiles, cogí tres de sus dátiles y tres hojas para guardarlas de recuerdo. Obviamente hoy totalmente secas debido al tiempo pasado. Ya en su día expuse en este blog mi opinión sobre la tala de las palmeras. Sigo manteniendo igual opinión que la pueden leer pinchado este enlace: https://100x100villerosdelaorotava.blogspot.com/2017/03/las-palmeras-de-la-plaza-del.html

Me alegra mucho que las nuevas palmeras se hayan adaptado bien y estén en su continuo ritmo de crecimiento. Ellas serán testigos silentes de la vida del pueblo, esperemos que por muchos años, como lo fueron sus predecesoras. Por edad y demás motivos yo no voy a ver esas palmeras con la altura de las otras. Tal vez no las llegue a ver ni con tres o cuatro metros de altura. Como dice la canción de Julio Iglesias “La vida sigue igual”: “…Al final las obras quedan las gentes se van , Otros que vienen las continuaran la vida sigue igual…” Y uno inmortal no es. Quedan las obras y las personas nos vamos. Así que contento y feliz que las palmeras hasta ahora sigan su curso natural integrándose en el entorno.

El otro día una amiga cumplía años y me sorprendió de comprobar lo rápido que pasa el año. Y me decía que el tiempo pasa muy rápido y hay que disfrutarlo. Ciertamente es así. Porque ese reloj de arena sostenido por la rigurosa mano de cronos no perdona a nadie y tal día naces, tal día mueres.  Auto plagiándome del escrito dedicado a las palmeras talada cierro esta entrada al blog con estas otras palabras de mi autoría:

“…Esas palmeras han sido como guardianes impertérritos y silentes a lo largo del tiempo en la plaza del Ayuntamiento. Han visto pasar regímenes políticos de todo tipo y tiempos de guerra y paz. Tiempos de hambre y abundancia. Han visto pasar tiempos mejores y peores que el actual.  Testigos de visitas de reyes, príncipes y jefes de Estado. Testigos de hombres y mujeres insignes y gente del pueblo llano. Han presenciado juras de bandera, mítines, fiestas, actos religiosos, civiles y culturales. Han soportado inclemencias meteorológicas y han visto pasar a su sombra varias generaciones de villeros. Pero estos guardianes tampoco han sido ajenos al paso del tiempo. Estos solidos gigantes han dicho hasta aquí hemos llegado. Cronos y la enfermedad han dicho basta…”

Esperemos que las nuevas palmeras sean tan longevas, ¡y mejor cuidadas!, que las ya desaparecidas, quedando una como guía de las demás.

Pequeña anécdota que les traigo hoy al blog de las sorpresas que uno se lleva de algún que otro paseo por la Villa.

Un saludo.

© 2019 Francisco García.
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Primera edición del texto: Abril de 2019.
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Tres hojas y tres dátiles que guardé de la palmera que estaba situada donde ahora la nueva ya da sus frutos.