viernes, 6 de marzo de 2020

Recordando a don Wenceslao en el primer aniversario de su fallecimiento.

A lo largo de mi vida he conocido innumerables personas. Unas mejores, otras peores y otras que me turba hasta la tranquilidad su solo pensamiento. Afortunadamente las buenas personas siempre han sido mayoría. La vida muchas veces nos cruza con gentes con las que no tenemos nada en común pero que de cierta manera nos dejan un recuerdo bastante marcado de respeto y afecto. Una de esas personas fue don Wenceslao, sacerdote salesiano, que durante un tiempo residió en La Orotava. Por azares de la vida al enterarme de su fallecimiento escribí el artículo del cual dejo el link más abajo y publiqué varias imágenes de mis archivos personales.
Anoche consultando el escrito me vinieron recuerdos sobre la figura de don Wenceslao y vuelve a incidir en mi mente aquellas palabras que me recomendó de confesarme al menos en tiempo de Cuaresma. La verdad que sigo sin hacerle mucho caso. Pero bueno, me quedó con el gran recuerdo y respeto hacia él.
Dios lo tenga en la Gloria eterna don Wenceslao.