Julio Verne. Visionario y vanguardista en sus ideas y uno de los más insignes escritores de la literatura mundial. |
Día del Libro, felicidades a todos/as los lectores y a los Jorges, Georginas y demás por su onomástica.
Hoy siendo Día tan señalado para nosotros los lectores, quería traer a blog el recuerdo de la visita que realizó el gran Julio Verne a nuestro municipio.
Creo que pocas personas no sabrán quién es el insigne escritor que hoy traigo a colación. Recordemos un poco su biografía según Wikipedia:
Jules Gabriel Verne, conocido en los países hispanohablantes como Julio Verne (Nantes, 8 de febrero de 1828-Amiens, 24 de marzo de 1905), fue un escritor, poeta y dramaturgo francés célebre por sus novelas de aventuras y por su profunda influencia en el género literario de la ciencia ficción.
Nacido en una familia burguesa, estudió para continuar los pasos de su padre como abogado, pero muy joven decidió abandonar ese camino para dedicarse a la literatura. Su colaboración con el editor Pierre-Jules Hetzel dio como fruto la creación de Viajes extraordinarios, una popular serie de novelas de aventuras escrupulosamente documentadas y visionarias entre las que se incluían las famosas Cinco semanas en globo (1863), Viaje al centro de la Tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La vuelta al mundo en ochenta días (1872) o La isla misteriosa (1874).
Es uno de los escritores más importantes de Francia y de toda Europa gracias a la evidente influencia de sus libros en la literatura vanguardista y el surrealismo, y desde 1979 es el segundo autor más traducido en el mundo, después de Agatha Christie. Se le considera, junto con H. G. Wells, el padre de la ciencia ficción.
Fue condecorado con la Legión de Honor por sus aportes a la educación y a la ciencia.
Este fragmento no entra de lleno en su vida, pero sí nos deja trazos de su periplo como escritor.
A continuación, transcribo las impresiones de Julio Verne sobre La Orotava. Dichas palabras vienen recogidas en el libro “Lo que han dicho de ti” del que ya saben que estoy extrayendo todo el material que me ha resultado de interés.
«Sólo al salir de este ultimo pueblo es cuando el camino desemboca en el Valle de La Orotava, del que un ilustre viajero, Humboldt, ha dicho que es el más hermoso del mundo.
El hecho es que sería difícil de imaginar un espectáculo más armonioso. A la derecha, la llanura inmensa del mar, a la izquierda, un conjunto de picos salvajes y negros, los últimos contrafuertes del volcán, sus hijos en el pintoresco lenguaje popular; en tanto que el padre, el Teide mismo, se alza majestuosamente en su último término…
Poco a poco, a medida que se iba avanzando, parecía rebajarse en el horizonte la cima del Teide, y desapareció al momento de comenzar a distinguirse entre los arboles las casas de las dos Orotava; una ciudad, a cinco kilómetros del mar; otro, el Puerto, trescientos metros más abajo.
Al mismo tempo que el coche llegaba a la primera, un punto rodeado de humo se detenía en el segundo. Aquel punto era el Seamew, con su cargamento de pasajeros…
Enseguida, después de comer, Roberto dirigiose rápidamente hacia el Puerto a fin de entenderse con Thompson acerca de la excursión del día siguiente. Habiendo recibido las instrucciones de su jefe, se hizo al camino llegando consigo dos coches cargados de mantas y paquetes.
Aunque no fuesen más que las cuatro de la tarde, no sobraba tiempo para organizar una excursión tan considerable. Su tarea fue, afortunadamente, facilitada por la cortesía del hostelero de Las Hespérides, que muy al corriente de los recursos locales, proporcionó todas las indicaciones necesarias.
Loa habitantes de La Orotava háyanse acostumbrados a las ascensiones, pero ésta era demasiada extraordinaria y obtuvo un verdadero éxito de curiosidad.
En medio de una numerosa muchedumbre, la cabalgata avanzó por las primeras pendientes del Monte Verde.
El Monte Verde debe su nombre a los abetos de que en otro tiempo se halló cubierto, pero apenas si quedan algunos ligeros restos.
A la sombra de los castaños, primero, y luego de los abetos subsistentes, la cabalgata avanzaba a lo largo de un sendero encantador, bordeado de flores y presentado a lo lejos las viñas y campos de cereales…
A la altura de mil metros se penetró en un bosque de matorrales arborescentes… Después, cuatrocientos metros más arriba, fue dada la señal de alto por Ignacio Dorta, y se apearon para almorzar a la sombra. Eran entonces las diez de la mañana.
Una tercera parte de la caravana se había dispersado de esta suerte, cuando, después de aquella fatigosa subida, el pico de Tenerife, oculto hasta entonces por las sinuosidades del terreno, apareció súbitamente ante las miradas. Franqueado, por fin, el Portillo se llegaba a la pequeña mesa de la Estancia de Cera.
Bajo su blanca túnica de piedra pómez, estriada por negros hilos de lava, la cima, perdida en un torbellino de nubes, el Pico, en forma de cono irregular, se alzaba solo en medio de una planicie, cuya extensión no podían apreciar las miradas. Vueltas todas hacia él, como venerando al amo, varias montañas indicaban las fronteras circulares de la vasta llanura. Sólo hacia el Oeste la barra de los montes se rompía, se relajaba, acabando en un suelo caótico y convulsivo, un “mal país”, más allá del cual brillaba al sol lejano el mar.
Aquel espectáculo, único y sublime, decidió el éxito de la excursión: muchos “¡hurras!” estallaron en el aire.
Julio Verne, La agencia Thompson y Cía, cit. De “Corpus Christi y San Isidro Labrador, Villa de La Orotava 2004”, pp. 8 y ss.
Poco más puedo añadir al periplo de Verne en su ascensión al Teide. Desgraciadamente no poseo el texto completo e ignoro si llegó a coronar el Pico o se quedó a la altura del Portillo.
Aún así me parecía interesante traer en esta jornada a Verne desarrollada en sus múltiples viajes pues es uno de los autores más prolíficos, y adelantados de su tiempo, de la literatura mundial.
Como anécdota personal quisiera contar que el primer libro que yo leí de este autor fue “De la Tierra a la Luna”. Era una edición muy antigua e ilustrada aporte de un compañero de colegio. Tuvimos la suerte de tener un profesor como don Nicolás Mederos que creó una pequeña biblioteca en clase para fomentar la lectura. Así que yo leí mi primera novela de Verne entre 3° y 5° de EGB, que fueron los años que tuve a don Nicolás de profesor.
Mis tres recomendaciones literarias de Verne. Cada lector es un mundo y cada cuál tendrá su lista de favoritos.
Si no lo han leído humildemente se los recomiendo. Seguro que en estas fantásticas jornadas que se han organizado en la Villa en algún puesto tienen algo de Verne. Hay que leer más, da igual autor y género, en estos tiempos de molicie y mediocridad. Y cuanto más joven se empiece con tan bonito y saludable habito mejor.
Saludos y larga vida a la obra de Julio Verne.
Epílogo:
El amigo Eduardo Rodríguez Díaz me comenta lo siguiente:
“El texto pertenece al libro La agencia Thompson & cia que narra un viaje desde Azores a Cabo Verde, pasando por Madeira y Canarias. Te lo recomiendo porque a mí me pareció una maravilla.”
Sinceramente éste título de Verne no lo he leído, pero lo apunto para leerlo en un futuro. Comparto con todos los lectores del blog dicha recomendación y si alguien lo ha leído que me escriba sus impresiones sobre el mismo.
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