viernes, 9 de junio de 2017

Hasta siempre mi querida Anita.

Acabo de llegar del entierro de Anita y quiero compartir mi opinión con todos en estos momentos de tristeza.
Hoy es una jornada triste. Día de abatimiento en lo más profundo del corazón villero. Hoy hemos despedido a María Josefa Martín Herrero, Anita. La Orotava llora a una de sus hijas más ilustres y queridas. Si no la más.
Para este quien escribe comentar el deceso de Anita le es trago amargo. Pero la vida es así. Hace unos días en este blog escribía lleno de orgullo y alegría sobre Entre Molinos. Hoy escribo lleno de pesar y tristeza por Anita. Pero todos tenemos un fin en este mundo y Anita no era una excepción. Simplemente era Anita, nuestra Anita. Pero aun así nos cuesta asimilarlo por el hecho de que es alguien que ha formado parte de nuestras vidas desde que tenemos uso de razón. Y tal vez nos costara asimilar como poco a poco se fue apagando su luz en esta vida. Si a mí me preguntan quién es la primera persona de la que tengo recuerdo fuera del entorno del hogar indudablemente respondería que de Anita. ¿Cuántas generaciones no trataron con ella? No solo los nacidos estando ella en su negocio que empezó a regentar con 12 años. Sino los que eran mayores que ella en ese momento. Posiblemente Anita haya sido la villera más conocida de las generaciones que van desde el siglo XIX al XXI.
Trabajadora nata e incansable. Siempre al pie del cañón en su establecimiento. Hiciera frio o calor, tronara, lloviera o la adversidad que fuera. Ella siempre estaba allí en una especie de inmunidad contra todo. Siempre con palabras amables y amplia sonrisa. Nunca le oí una crítica hacia nadie, un reproche o una mala palabra. Más ese arte y salero que tenía para vender y que la hacían única.  Ella vivía y dejaba vivir. Por eso era tan querida por su pueblo. Aunque su fama traspasó las fronteras de la patria chica para llegar incluso a la Península.
Anita, te nos has ido en Primavera. Porque eras como dicha Estación. Alegre, lozana y llena de vida y luz. Anita mantuvo siempre su soltería, pero tenía un fino amante platónico como era su pueblo. El sentimiento siempre fue reciproco. Porque Anita amaba a La Orotava y sus gentes y nosotros la amábamos a ella de igual manera. Hoy estaban presentes en el duelo gente muy conocida en La Orotava. Gente muy arraigada al pueblo y muy orgullosos de ser villeros. Políticos y ex políticos de todos los colores, empresarios… de lo más variado de la sociedad villera. Don Oscar, párroco de la Concepción, le hizo una homilía preciosa comentando que conoció a Anita allá por el año 2010 en el centro para personas con Alzheimer y le pareció una persona encantadora.
Podría escribir libros enteros de Anita contando anécdotas y siempre será poco. Ella era muy grande de corazón. El alma mater de la plaza. Espero que aquellos que gobierna o hacen oposición, lleven al próximo pleno el anhelo que tenemos muchos villeros de que a la “plaza de Anita” se la llame oficialmente plaza de Anita. Porque se lo merece y es de justicia ese cambio de nombre. Y así se lo hice saber personalmente a alguien del más alto poder político en este pueblo. Bien es verdad que en su momento se le hizo un homenaje del que ella se sentía orgullosa, aunque siempre dijo que no quería causar molestias y que no hieran gastos. Pero Anita tiene que tener su lugar en la plaza y desde 100 x 100 villeros de La Orotava pido como ciudadano que esto se lleve a pleno. Otros dirán una estatua, un busto o lo que sea. Pero Anita tiene que tener su recuerdo imperdurable en la plaza que todos la conocemos por su nombre. Y porque las generaciones venideras tienen que conocer qué fue y qué representó Anita para este pueblo.
¿Qué más puedo decir de Anita?... Me siento tan triste. Solo quiero expresar que hoy hemos perdido a una gran mujer. Hoy La Orotava es menos Orotava porque ha perdido otro poco más de su ADN villero. Para los que la conocimos y tratamos nos queda el inmenso orgullo de poder decir “yo conocí a Anita”. Y eso es algo que debemos llevarlo en el corazón porque las personas no mueren mientras sigan presentes en el recuero. Desde este blog la figura de Anita no se va a olvidar. Porque hoy no solo hemos despedido a una mujer, empresaria y vecina. Hoy le hemos dicho adiós a una villera. A una de los nuestros. Que Dios te premie en su Gloria con tus seres queridos y con los grandes villeros que te han precedido. Te echaremos de menos en esta pérdida irreparable para la Villa de La Orotava y sus gentes.
Me despido haciéndome eco de las palabras del párroco de la Concepción que como epitafio le dedicó estas palabras: “Anita pasó por este mundo sembrando risa y alegría.”
Anita descansa en Paz.

© 2017 Francisco García.
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Primera edición del texto: Junio de 2017.
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Imagen. Extraída de Google. Ignoro su autor/a. Solo le he añadido escudo y crespón y un efecto en blanco y negro. Espero que se me disculpe utilizarla pues no poseo buenas imágenes de Anita.