lunes, 3 de septiembre de 2018

Amadeo Domínguez Luís. Una gran persona.

A principios del mes de agosto me enteraba de que en la Festividad del Santísimo Cristo de Misericordia del Calvario la Hermandad titular de dicha Imagen iba a hacerle un homenaje a Amadeo Domínguez. Yo le dediqué un escrito al bueno de Amadeo en julio de 2014 y no había encontrado momento propicio de publicarlo en el blog. Creo que ese momento ha llegado ahora porque ya ha pasado la Festividad y como intuía en el programa le dedicaron un escrito a Amadeo y no me parecía cortés por mi parte insertar en el blog otro escrito de Amadeo en la misma franja de tiempo y siendo yo persona ajena a quienes le otorgan dicho homenaje. He revisado el texto y lo he actualizado para tal fin.
Estas son mis humildes palabras para este gran villero.

Uno en la vida se ha encontrado con toda clase de individuos. Grandes personas y personas de una vileza enorme. Afortunadamente en mi caso siempre han sido más las buenas que malas personas. Y uno de esos casos de buenas personas ha sido Amadeo. Hace tiempo que quería brindarle un escrito y a veces por falta de tiempo o por querer llevar los temas por otras sendas me olvido de las personas que tenemos más cerca y que son nuestros convecinos y amigos. Semanas atrás (esto lo escribía en el año 2014) me encontré con Amadeo. Hacía tiempo que no lo veía, mis largas ausencias de la Villa me tienen por épocas muy desconectado, y en seguida se me vino a la mente que tenia que hacerle de una vez un escrito. Escrito del que no le dije nada, ya se enterará seguro, porque él siempre ha sido una persona de tal humildad que hasta este pequeño reconocimiento que le hago le parecerá una exageración inmerecida para él. Pero Amadeo ha dado mucho por este pueblo sin pedir nada a cambio y lo menos que se le puede hacer es dedicarle unas palabras.
Tuvimos una breve conversación (como digo esto fue en el año 2014) donde su buen humor estuvo presente y le pregunté cómo estaba. Como siempre me contesto con el más alto grado de optimismo. Desde hace tiempo los achaques de la edad lo han hecho servirse de un bastón para caminar, pero siempre con la misma afabilidad y buen semblante para con todos. Supongo que eso es la perspectiva de las cosas que da la veteranía de los años que hacen que las adversidades de la vida hay que tomarla con calma. Y una de las virtudes de Amadeo es la calma y paciencia.
¿Qué decir de Amadeo que nadie sepa? Un hombre afable, tranquilo y que gran parte del tiempo libre que ha tenido en su vida, compaginándola con su vida profesional, la ha dedicado a la iglesia, sobre todo a la parroquia de la Inmaculada Concepción y a la parroquia de San Isidro Labrador. Servicio este que ya le vino heredado de su abuelo y su padre, y que él ha vivido desde niño. Creo que intentar omitir el nombre de Amadeo y de la iglesia posiblemente en los últimos ochenta años es imposible. Yo de toda la vida recuerdo de verlo en las hermandades, colaborando con los distintos párrocos que por aquí han pasado y muchas cosas más que necesitara la iglesia en la que él, con ese espíritu de silencioso servicio siempre ha realizado gustosamente. En definitiva, para lo que se terciara. Siempre he pensado que ha sido como un monje sin hábito en servicio a la iglesia en tranquila y meditativa observancia. Pero lo mejor que ha tenido Amadeo ha sido que nunca ha sido de esas personas que en misa mucho golpe de pecho entonando el mea culpa y si los dejan hasta se bañan en agua bendita y luego en la calle ya se olvidan de todo y ni saludan o se creen que son entes superiores de la raza. Como si por ir a misa y a procesiones ya eso convirtiera a la gente en mejores personas. Amadeo siempre ha sido una persona de una amabilidad exquisita para con todos. Y esto no lo digo por quedar bien o adornar el escrito. Tengo la certeza de todo corazón de que es buena persona porque su espíritu es así. Nunca le he oído una crítica a nadie, una mala contestación o un mal gesto.
Esta Villa por desgracia cada día se encuentra más huérfana de personas que sientan el pueblo de la forma que se sentía antaño. Hoy, como cualquier ciudad ya más que pueblo, vivimos de una forma más rápida y desnaturalizada en donde tenemos nuestras raíces. Y por desgracia en muchas cosas las nuevas generaciones no han sido correa de trasmisión de los mayores. ¿Cuántas personas ya mayores o fallecidas no han sido emblemas de la esencia de este pueblo como Amadeo? Y ahora nos estarán seguro viniendo a la mente múltiples nombres de personas muy queridas en La Orotava. Por eso cada cierto tiempo escribo sobre las personas que desde la humildad y el servicio desinteresado han hecho más grande aun a nuestro municipio. Y si hay alguien en el que nos debemos fijar como ejemplo de ello es Amadeo. Un villero de lujo del que yo puedo decir tener la suerte de conocerlo y me siento muy orgulloso de ello. Aunque hace muchísimo tiempo que no lo veo en el momento que reviso este texto para el blog. Creo que la última vez que coincidimos fue en el entierro de otro ilustre de la Villa y la iglesia como fue el amigo Domingo Luis Expósito el “Popi”.
Como digo hace mucho que no coincidimos por las calles villeras. Ignoro si es que el destino nos es esquivo o porque ya no sale tanto a la calle. Según me dicen se encuentra bien de salud, y que sea así por bastantes años, lo cual me alegro mucho.
Afortunadamente escribo de corazón y yo me niego a no redactar esta reflexión que me viene en este mes de septiembre de 2018.
Amadeo ha sido toda su vida un hombre que ha llevado a gala la discreción y caballerosidad. Él es un personaje para la historia de este Municipio en los siglos XX y XXI. Allí donde el tiempo, la Fe y las circunstancias le tocó vivir lo ha hecho con la mayor humildad y caballerosidad con un encomiable espíritu de servicio. Sería bonito que este justo y merecido homenaje que la Hermandad del Calvario le ha hecho, no he estado en la Festividad del Calvario, pero supongo que todo ha salido bien, y si no es así pues ya era hora de yo dedicarle estas palabras a Amadeo en el blog, sea el primero de muchos reconocimientos más. Creo que a nivel parroquial, arciprestal y de Diócesis hay que seguir reconociéndole el trabajo hecho. Con sus aciertos y errores, porque todos somos humanos. Pero siempre dedicando su vida al servicio de la iglesia con mucho amor y cariño durante décadas y en todo tipo de funciones que no voy a enumerar porque no acabaría y quienes ya tienen una edad y conocen a Amadeo saben de lo que hablo. Él ha sido un todo terreno en la iglesia y si se lo hubieran pedido hubiera oficiado hasta misa.
Para que cada acto religioso pueda organizarse, desde una misa solemne hasta la máxima expresión de Fe como es el Corpus, tiene que haber detrás un grupo humano. La parte no visible de todo y que es la columna básica donde todo se sustenta para que las cosas salgan todo lo bien posible. Y cuando las misas se acaban, cuando las iglesias se quedan en silencio y a oscuras, en el mutismo de la noche y madrugadas hay muchísima gente trabajando porque todo salga bien. Sobre todo en época de Semana Santa, Corpus y otras festividades. Y en esos sonidos del silencio nocturno, y muchas veces diurno, es donde Amadeo se ha ganado el Cielo y el respeto y cariño de su pueblo. Toda bonita cara A tiene su sacrificada cara B.
Pero también pienso, ya esto es una reflexión muy personal que comparto con ustedes, que a nivel de instituciones civiles debería reconocerse a Amadeo con la más alta distinción que se concede. Porque lo tiene más que merecido por su abnegado servicio en algo tan característico y que tanto nos define como Pueblo que es el sentimiento religioso y católico. Repito, opinión personal mía escrita en mi blog.
Indudablemente Amadeo es villero de pura raza y sentimiento.
La foto de mi autoría que acompaña el escrito es una foto del año 2004 cuando Amadeo ostentaba ser el Hermano Mayor de la Hermandad de la Humildad y Paciencia. La verdad es que de Amadeo no tengo muchas fotos. Estuve mirando en mis archivos y no tengo casi nada. Me hubiera gustado haber puesto una imagen de él relacionada con el Calvario, pero no poseo ninguna. Y esta porque se la hice sin que se diera cuenta porque por voluntad propia no es que sea muy dado a fotografiarse.
Un fuerte abrazo Amadeo y espero que coincidamos pronto.


© 2014 Francisco García.
© 2018 Francisco García.
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Todos los derechos reservados a favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Julio de 2014.
Segunda edición del texto revisado: Septiembre de 2018.


Amadeo Domínguez Luís.
Foto: ©Paco García 2004.