Principales dioses del Partenón griego. De entre todos me quedo con Atenea, Artemisa, Hefesto y Apolo. Lo demás, dentro de la fascinante cosmovisión de la Antigua Grecia, sinceramente me parece un burdel y un culebrón televisivo de dimensiones olímpicas. Pero son historias dentro de nuestra cultura que debemos defender y preservar. Imagen: http://unavidaenlosaromos.blogspot.com/2018/02/mitologia-griega-los-dioses-del-olimpo-1.html |
Hace tiempo que quería realizar este escrito, pues será complementario, a los que ya tengo publicados sobre el escudo de La Orotava, Ladón y San Borondón. Este último más bien referenciado a San Brandau que se decía que fue San Patricio. Del tema de la isla de San Borondón trataré en más profundidad en un futuro escrito. Por lo tanto empecé el año buscando en mi biblioteca viejos libros para releer. Los justos para este escrito, porque si uno empieza a examinar todo lo publicado de la Grecia Clásica tengo para años. Y tampoco era esa la cuestión. Una vez más incido que este es un escrito donde opino como un simple lector curioso por estos temas. Ni soy historiador y mucho menos helenista. No entiendo ni el mundo en el que vivo cómo para entender el de la Antigua Grecia. Traigo hoy a colación dos fantásticos libros: “Dioses y Héroes de la Antigua Grecia” de Robert Graves y “Canarias en la Mitología” del profesor Marcos Hernández perteneciente a la colección Biblioteca Canaria. He preferido buscar la cosmogonía arcaica de Grecia en forma novelada de pequeños relatos y el rigor histórico de publicaciones hechas por especialistas en el tema.
Pero vamos por partes haciendo una muy condensada síntesis de ambos libros.
Dioses y Héroes de la Antigua Grecia.
Son pequeños relatos sobre las andanzas de los dioses/as del Olimpo y los Héroes que poblaban la tierra durante la Edad de Oro. Más toda esa serie de animales fantásticos y otras razas humanoides con las que se riega estas fabulosas historias.
Fue escrito en 1960 por Robert Graves, muy conocido por ser autor de novelas históricas como “Yo Claudio”. Personalmente opino que uno de los mejores escritores en su género del siglo XX. Mi ejemplar pertenece a la edición de la Colección Millenium lanzada a finales del siglo XX. Tiene uno de los mejores prólogos que yo haya leído por obra de Ramón Irigoyen del que extraigo algunos fragmentos:
“… Dioses y Héroes de la Antigua Grecia, de Robert Graves, que ya se había publicado en Londres, si me lo hubiera encontrado entonces, me hubiera parecido un aborto del diablo.
Frente a la verdad cristiana revelada, cuyo cielo estaba gobernado serena y castamente por Dios Padre, y que iluminaba mi vida con las más divinas luces de los profetas del Antiguo Testamento y los salvíficos relatos de los evangelistas, el miserable Olimpo Griego, poblado promiscuamente por dioses y diosas, que copulaban como camellos, me parecía un repugnante prostíbulo sin pies ni cabeza. La religión, me decía, después de la comunión, es algo profundamente serio y solemne, y estos dioses griegos degenerados no son mas que tratantes de ganado…
Pero, cuando con los años, ya vi que había cubierto, e incluso con creces, mi cupo de blasfemias tudelanas, me acerqué por fin, ya sin resentimientos, a Dioses y Héroes de la Antigua Grecia y devoré estas historias como lo que son: unos cuentos griegos maravillosos relatados por Robert Graves, un genial bardo de Wimbledon, que siempre gustó una prosa que está a la altura de su excelente y copiosa poesía.
Dioses y Héroes de la Antigua Grecia es el libro que debería ser de lectura aconsejada en todos los colegios occidentales… En la historia de Occidente, solo Ovidio, en Las metamorfosis, ha narrado los mitos griegos con la gracia, rigor, frescura, humor, dramatismo y desparpajo del exquisito Robert Graves.”
Por su parte “Canarias en la Mitología” es un ensayo dentro de la fantástica colección Biblioteca popular canaria. Escrito por el historiador Marcos Hernández en el año 1992. Uno de los mejores libros en su campo y que considero otra lectura imprescindible, para cualquiera que se interese por estos temas y a nivel educativo para ESO o Bachillerato. En él se aborda de manera rigurosa todo el tema del mito que existió, o pudo existir, más allá de la Columnas de Hércules. La lectura de esta obra es la que ha sido imprescindible para redactar este escrito. Muy por encima del libro de Robert Graves que aunque cuenta los mitos griegos lo hace de una forma novelada. E incido de nuevo, debe ser libro de recomendada lectura para estudiantes y personas interesadas en tales temas.
Y ahora sí que voy a escribir mi opinión de todo este tema que tanto atañe a nuestras islas. Eso sí, de manera muy sintetizada y con mis paupérrimas palabras y cultura frente a este argumento.
Primero que yo no soy partidario de eso que llamamos cultura judeo-cristiana. Me niego a aceptar eso. Creo que somos cultura romano-helenística. El término greco-latino tampoco me convence. Y dentro de ahí se engloban todos los pueblos que formaron Europa y Asia Menor de los cuales desciende nuestra cultura. Es más, fueron los griegos quienes denominaron a los seguidores de Jesús como “cristianos”. Por lo tanto eso de judeo-cristiano no me convence. Nada quita para ello el gran aporte de la cultura judía desde Asia Menor. Como igualmente nada quita ese aporte cultural de la ocupación musulmana sobre España durante siglos. Me atrevo a decir (por su puesto que todo tiene sus matices) que nuestra civilización es heredera del pensamiento de Grecia, la ley y el orden de Roma y la fe cristiana, y aquí entran las matizaciones, de Tierra Santa. Y reincido en que entran las matizaciones porque antes del cristianismo ya Europa estaba sustentada de una rica y potente mitología que hunde sus raíces en el antiguo Indostán. Recuerdo unos versos que ahora no logro ponerles título y autor que dicen: “…tu sangre en la del lobo, noble y feroz, tu fuerza es la del águila, tu estirpe la del sol invicto. No eres sólo un hombre, eres casi un dios, eres hijo de Europa y tu sangre es su Historia…”.
Escudo de la muy Noble y Leal Villa de La Orotava. |
Atlas sosteniendo el Mundo (la Bóveda Celeste). Escultura situada en el municipio de Güímar (Tenerife). |
En toda esa cosmogonía de los mitos griegos se empieza ha hablar de las Hespérides, de su Jardín, del árbol de las manzanas de oro, de los trabajos de Hércules. Y de manera no exacta, pero sí sospechosamente acertada, empiezan a dar localizaciones de la zona de la Macaronesia que engloba a Azores, Madeira, Salvajes, Cabo Verde y Canarias. Obviamente esto con un poco de cultura general y básicos conocimientos geográficos nos lleva irremediablemente a conjeturas. ¿De qué hablaba esta gente que primigeniamente escribió los Mitos? Estos se referían a la ¿Macaronesia, América?, ¿o tal vez a ese supuesto continente de la Atlántida? ¿Quiénes eran esas personas que vivían felices en lo que llamaban la isla de los Bienaventurados? ¿Serían guanches traídos en lo que en la Antigüedad se llamaba la Oceanización?. Sinceramente no lo creo. Lo que sí tengo claro que tuvieron que existir muchísimos marinos en la Antigüedad que navegaron más allá de las Columnas de Hércules. Básicamente porque en la curiosidad humana era tontería bajar dirección sur por la costa de África y no poner rumbo hacia el Oeste. Y más en aquellos tiempos que se buscaba gloria, honor y fortuna. Bien es cierto que tenían sus creencias de que al Oeste estaban los abismos marinos y muchísima superchería más. Pero que no. Me niego a confluir con esa idea de que no hubiera expediciones que se lanzaran a adentrarse en el Atlántico. No solo griegos, sino fenicios y cartaginense y más tarde romanos. Por lo tanto ¿ese paraíso debemos situarlos en la Macaronesia?, ¿tal vez en la América insular o continental? Porque ellos hablan de cosas que sí son muy comunes aquí y otras que no, como por ejemplo los ríos. Y luego vino Platón en el Timeas y Critias y lanzó lo de la Atlántida. Por lo tanto, si miles de años después, y desde siempre, se ha puesto en tela de juicio que Colón descubriera América, estas leyendas lo rebaten aún más. Aparte de que yo opino que Colón sabía de antemano a dónde iba. Recomiendo la lectura del libro “Colón y la carta templaria” escrito por José Antonio Hurtado.
¿Pudo existir un continente entre Europa, África y América? ¿Hubo una humanidad antes de la humanidad que conocemos hoy en día? A fecha de hoy no hay estudios científicos que aprueben esta teoría. Pero de algún lugar tuvo que germinar toda aquella tradición oral y escrita. Personalmente no me creo el mito de una Atlántida como imperio marítimo en el Atlantico norte. Imagen: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/72/Karte_der_Lokalisierungshypothesen_zu_Atlantis.jpg |
Como escribió Horacio en el “Epodos”:
“…Vosotros, los que tenéis valor, dejaos de femeniles lamentaciones y volad más allá de la costa etrusca. Nos aguarda el anchuroso Océano; tratemos de alcanzar los campos, los felices campos, y las islas Afortunadas donde cada año la tierra sin ser arada produce sus cosechas e incluso la viña no podada florece siempre; germinan también las ramas del olivo, nunca estéril, y los negros higos adornan su propio árbol; fluye la miel de las huecas encinas, y los arroyos bajan saltando de las altas montañas ligeros y con fluir rumoroso. Allí, sin ser obligadas, acuden las cabras a los cubos de ordeño y el rebaño amigo ofrece sus henchidas ubres, y el oso al atardecer no gruñe alrededor de los apriscos y la fértil tierra no aparece hinchada por nidos de víboras. Y muchas más cosas admiraremos dichosos: como el lluvioso Euro no arrasa los campos con sus lluvias, ni la pingüe simiente se quema en una tierra reseca, pues el rey de los dioses del cielo atempera lo uno y lo otro. No se dirigió hacia allí la nave Argos con sus remeros ni la impúdica Cólquica puso su pie en ella. No dirigieron hacia allí sus proas los marinos sidonios y tampoco el fatigado grupo de Ulises. Ninguna enfermedad daña al ganado ni los calores inmoderados de astro alguno consumen los rebaños. Júpiter mantuvo aparte estas costas para las gentes piadosas cuando corrompió con el bronce la Edad de Oro y después con el hierro, endureció los tiempos de los que a los hombres piadosos se concede la feliz evasión de la que yo soy el oráculo…”
Si tras leer los antiguos griegos tal texto, con el marchamo de autenticidad, valor y rigor que les daban a sus eruditos, no hubieran armado una flota expedicionaria en verdad se puede decir que Horacio llevaba razón en lo de “femeniles lamentaciones”. Por lo tanto, todos esos mitos, aunque no los creo ciegamente, hay un porcentaje que sí los considero verídicos. Me puede preguntar ahora el avispado lector/a ¿entonces crees en el Partenón Griego? No. Porque el hombre en sus comienzos civilizadores siempre ha buscado una religión en la que sustentarse y ha creado mitos acordes a su exagerada imaginación. Dioses y diosas que han llegado a nuestros días por la tradición oral y escrita. Que a mi por su puesto no me molestan. Al contrario, los defiendo como parte de nuestra cultura romano-helenística. Pero una cosa es ese concepto romántico y otra es la pura realidad. Si tales dioses hubieran existido como tal y el Jardín de las Hespérides y la propia Atlántida se localizaran en tales latitudes poniendo la todopoderosa Hera, esposa de Zeus, la constelación del Dragón en el hemisferio Norte, pues según el mito, cuando Ladón muere en su combate contra Hércules, Hera lo asciende al cielo formando dicha constelación, ¿por qué no hay vestigio arqueológico alguno? En el emblema del blog tengo puesta dicha constelación. Está insertada en el pecho de Ladón. Pequeña licencia que me permití.
Constelación de Draco. Esta misma imagen está insertada en el pecho de los dragones del emblema de este blog. Imagen e información de su ubicación celeste https://mitologia.guru/constelaciones/constelacion-del-dragon/ |
Draco se encuentra en el tercer cuadrante del Hemisferio Norte y se puede ver en latitudes entre +90° y -15°. Es la octava constelación más grande del cielo nocturno y ocupa un área de 1083 grados cuadrados. La manera más fácil de detectarlo es buscar en el cielo nocturno la “Osa Mayor” y la “Osa Menor” para ver lo que hay entre ellas. Allí, entre las dos cucharas, se encuentra la cola del dragón/serpiente. En el centro se encuentra Thuban (alpha Draconis). Junto con Edasich (iota Draconis), que está a la derecha y abajo de la estrella alfa de la constelación, Thuban marca el límite entre la cola del dragón/serpiente y su cuerpo enroscado. Otra forma de encontrar a Draco es empezar por localizar a Vega, la quinta estrella más brillante del cielo nocturno y la estrella más brillante de la constelación de Lyra. Vega se encuentra en la punta más oriental de Lyra, y a un paso de la estrella más brillante de Draco – Eltanin (también conocido como Gamma Draconis). Esta estrella, junto con Beta (Rastaban), Epsilon y Nu Draconis, forma la cabeza del dragón.
La epopeya griega de Ulises. Me es muy difícil aceptar que nadie, tras leer a Horacio o a Platón, entre otros, no decidiera lanzarse a la mar en una expedición marítima. Eran tiempos de gloria y honor para no surcar el Atlántico tras oír estas leyendas de boca de sus más insignes escritores y eruditos. Imagen: https://animasmundi.wordpress.com/2015/03/01/ulises-mas-alla-del-mito/ |
Como referencia el profesor Marcos Hernández en su capítulo 4.4 en referencia a los escritos de Kirk:
“…Debemos partir de la concepción griega del mito de la Edad de Oro que, a su vez, contiene dos temas separados, que gradualmente se fueron mezclando y complicaron en escatologías posteriores procedentes del sur de Italia y Sicilia. El primero sostiene que hubo un pasado, de hombres sin fatigas. El segunda habla de una tierra lejana, usualmente situada en los limites del mundo conocido, hacia occidente, en el Océano, llamada Campos Elíseos o Islas de los Bienaventurados, en donde viven los protegidos de los dioses, que en vez de morirse van allí, en el lugar del Hades, donde viven una vida de eterna felicidad, libre de trabajos. Por lo tanto, pueden distinguirse aquí tres concepciones diferentes, aunque relacionadas entre sí, cada una de ellas desarrollada en lenguaje similar (a base de tierra fértil, ausencia de trabajos, etc.):
a) Primera: existió una época en el pasado en la que los hombres vivían en las condiciones propias de la Edad de Oro.
b) Segunda: unos pocos miembros privilegiados de la edad de los héroes viven más allá de la muerte, en condiciones parecidas, en los campos Elíseos o en las islas de los Bienaventurados.
c) Tercera: esta vida es posible también para las almas de los justos, como recompensa después de la muerte, del juicio de Hades.”
Por lo tanto esos mitos llevados a la realidad humana me parece un concepto erróneo. Pero son los dioses de los antiguos mitos que se unen a los de los celtíberos, romanos, nórdicos y demás que debemos reivindicarlos y defenderlos como parte inalterable de nuestra cultura y que al finalmente se condensan en aquello que Juan Pablo II llamó la Europa de San Cirilo y San Metodio. Por eso los griegos no le aceptaban a San Pablo que Jesucristo fuera Dios. ¿Cómo me vas a presentar a un Dios que es crucificado? Porque para ellos sus dioses eran todopoderosos e inmortales. Ellos se imaginarían a mortales intentado prender como reo de muerte a Zeus y este repartiendo rayos a todo lo que se moviera.
Mitos y leyendas de la Antigua Grecia que siguieron en estudios ya bien entrada la Alta Edad Media por eruditos de la talla de San Isidoro de Sevilla en una época donde el cristianismo lo copó todo. Por razones de espacio aquí y por ser ya una época tardía como la Medieval injustamente omito sus textos referentes a dicho tema.
Y para ir finalizando este escrito, valientes los que hasta aquí hayan llegado, quiero centrarme en el mito de la Atlántida.
Solón de Atenas. Fue quien le contó la historia de la Atlántida al abuelo de Platón. Este luego la da a conocer en su obra Timeo y Critias. Con este personaje tengo mis dudas de que mintiera pues fue uno de los más prestigiosos juristas de la Grecia Clásica. Si la historia fuera verídica y hubo un gran cataclismo que hizo desaparecer toda una Humanidad ¿cómo es posible que con los medios técnicos y científicos de hoy en día no se haya descubierto nada? Imagen: http://viajerodelahistoria.com/2019/06/solon-de-atenas/ |
Aunque movimientos filosóficos y arcanos como la Teosofía sí que defiende a Platón en gran medida. Helena Blavatsky, la conocida como madame Blavatsky, en su tercer tomo de la Doctrina Secreta escribe lo siguiente:
“…si la hipótesis -ahora tan puesta en duda, y posiblemente negada por algunos sabios autores, que la consideran como una broma de Platón- se llega alguna vez a comprobar, entonces quizás los hombres de ciencia creerán que la descripción del continente habitado por Dios no era del todo una pura fabula. Y entonces puede que perciban que las indicaciones veladas de Platón, y el atribuir él la narración a Solón y a los sacerdotes egipcios, no fue más que un modo prudente de comunicar el hecho al mundo, al mismo tiempo que, combinando hábilmente la verdad y la ficción, se descartaba de toda relación directa con un relato cuya divulgación le estaba prohibida, por las obligaciones que la Iniciación le imponía…
…sin embargo, Platón debía conocer, como cualquier otro Adepto iniciado, la historia de la Tercera Raza después de su Caída, aunque obligado al silencio y secreto, nunca demostró su conocimiento…”
Por eso una vez más afirmo que detrás de todo mito hay una base verídica.
Ha sido un escrito algo extenso. Para los lectores/as como yo que tenemos curiosidad por el tema tal vez nos suscite la indagar más profundamente en el mismo. Para quien sea un estudioso en el tema podrá decir vaya escrito tan malo. Lo acepto. Incluso les daría la razón. Pero mi intención no es otra, en estos tiempos tan mediocres, de visibilizar, aunque sea de manera superficial y sin potentes conocimientos, en parte de nuestra cultura. Será siempre compromiso de este blog estar al lado de nuestra concepción y civilización en esa cosmovisión que forma Occidente. De ahí que me ha costado semanas preparar este escrito pues no es sólo el confeccionarlo sino leer y releer volúmenes pertenecientes a mi biblioteca. Todas las recomendaciones bibliografías aquí expresadas son de libros que yo he leído. Jamás tendría tal atrevimiento de recomendar a mis lectores/as que leyeran algo que yo no haya leído y crea que puede aportar algo. Tampoco es esto un burdo “copia y pega” tan a la usanza hoy en día. Los fragmentos copiados han sido debidamente referenciados en su procedencia. Otra cosa sería insultar el trabajo ajeno y a la inteligencia de mis lectores/as. Queda pues este escrito publicado para abrir una ínfima brecha en las sólidas murallas del antiguo mundo griego y de que el lector/a le pueda nacer la curiosidad de leer rigurosos ensayos históricos o una buena novela ambientada en tal época. Mi aporte y opinión, siempre desde mi posición de simple lector, es el expresado de toda una cosmogonía como la de la Grecia Clásica que a mí me parece fascinante.Un saludo.
Epilogo.
Este escrito fue el más leído en el año 2021. Muchísimas gracias por ello pues compruebo que el tema ha suscitado interés.
Un año y un día después he publicado otro artículo titulado Vuelta a nuestro acervo mitológico (pinchando sobre el título los redirigirá al mismo), donde me formulo una serie de preguntas e interrogantes. Vendría a ser como una continuación del mismo.
Nuevamente agradecer el enorme número de lecturas que ha tenido esta entrada.
Un afectuoso abrazo para todos/as.
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Primera edición del texto: Enero de 2021.