miércoles, 4 de enero de 2023

Artabán, el cuarto Rey Mago.

 


Hay una variante de la tradición que cuenta que los Reyes Magos eran cuatro. Unos dicen que este último, y misterioso rey, se perdió en el trayecto. Otros dicen que murió en tal periplo camino de Belén. E incluso hay otra variante que dice que llegó a Belén, pero tras la matanza perpetrada por Herodes cuando ya el niño Jesús iba camino de Egipto. El nombre de tal rey era Artabán.

Esto no se sabe, pero claramente los Reyes Magos no podían ser tres en base a que representaban las razas existentes en la Tierra, pues faltaría entonces una, incluso dos más. Yo no lo sé y nos tenemos que acoger a la tradición oficial para evitar cualquier debate falto de base y contexto histórico.

Así dice este relato alternativo que se basa en el relato del teólogo presbiteriano estadounidense Henry Van Dyke publicado en 1896. Este es un relato de apenas unas páginas, que yo mismo he leído, y que nos da una visión distinta de la oficial. Pero como digo no creo que haya base para entrar en debate.

«Hay una leyenda, que sin ser parte de la Revelación, nos enseña lo que Dios espera de nosotros.

Se cuenta que había un cuarto Rey Mago, que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo pensaba ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personas que iban solicitando de su ayuda.

Este Rey Mago las atendía con alegría y diligencia, e iba dejándoles una perla a cada uno. Pero eso fue retrasando su llegada y vaciando su cofre. Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables, y no podía dejarlos desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego procedía su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido.

Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres hacia Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo. El Rey Mago siguió buscándolo, ya sin la estrella que antes lo guiaba.

Buscó y buscó y buscó... y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño y ayudando a los necesitados. Hasta que un día llegó a Jerusalén justo en el momento que la multitud enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar. Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, podía ver en sus ojos el brillo de aquella estrella. Aquel miserable que estaba siendo ajusticiado era el Niño que por tanto tiempo había buscado.

La tristeza llenó su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, ya era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. Había fallado en su misión. Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.

Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que mil estrellas llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro! El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba y extendió su mano mientras hacía una reverencia. Jesús le tomó tiernamente y le dijo:

“Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida. Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre, y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que atendiste en tu camino. ¡Muchas gracias por tantos regalos de amor! Ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa.”

La historia no requiere explicación. Nosotros somos el cuarto Rey Mago y Jesús espera que le encontremos en cada persona necesitada que se cruce en nuestro camino. Ese encuentro con Jesús que vive en cada hermano y hermana que sufre nos acompañe durante todos los días de este año que comienza.»

 

De esta historia también existe otro relato bastante bonito del que se se hizo eco Infobae México el año pasado y que paso a transcribir algunos fragmentos. El artículo completo pueden leerlo aquí: https://www.infobae.com/america/mexico/2022/01/05/la-leyenda-que-asegura-la-existencia-de-un-cuarto-rey-mago/

Dice así:

«Melchor, Gaspar y Baltazar viajaron desde muy lejos para presenciar el nacimiento de quien sería el Rey de los judíos; guiados por la estrella de Belén y a bordo de un caballo, un camello y un elefante, los tres hombres encontraron al recién nacido entre la paja y los animales del pesebre mismo lugar en donde le obsequiaron mirra, oro e incienso…

…Artabán era un hombre con barba larga y ojos nobles y profundos que vivía en el monte Uchita; poseía el don de enterarse de los más importantes acontecimientos de la época gracias a un oráculo, mismo que le avisó sobre la llegada de un gran ser de luz que traería perdón y redención a todos los pecados de la humanidad.

Por medio de una carta, Melchor, Gaspar y Baltazar avisaron a Artabán la buena nueva y lo invitaron a emprender el viaje que los llevaría a conocer al mesías. Fue así como los cuatro Reyes Magos se dieron cita en el poblado de Borsippa para comenzar su travesía siempre guiados por el astro de luz resplandeciente.

…Artabán planeó obsequiarle al recién nacido piedras preciosas entre las que destacan diamantes, jades y rubíes; lo que nunca tomó en cuenta fueron los infortunios que lo detendrían en el camino y que le impedirían llegar hasta donde el hijo de Dios se encontraba.

Justo antes de llegar a Borsippa, Artabán tropezó con un hombre que había sido robado y golpeado, sin dudarlo bajó de su caballo a brindarle ayuda e incluso le obsequió un diamante para ayudarle a recuperarse del trágico suceso.

Artabán siguió su camino hasta el punto donde se encontraría con Melchor, Gaspar y Baltazar, no obstante, al llegar no encontró a nadie, únicamente le dejaron una nota avisando que no podían esperar más y que habían emprendido ya el viaje.

Dicha situación no detuvo al cuarto Rey Mago quien estaba completamente convencido de querer conocer y encontrar al hijo de Dios así que continuó solo con la travesía. Por aquellos días la noticia de que el mesías había nacido ya se había expandido por todos los rincones inclusive llegó a oídos del Rey Herodes quien, cegado de ambición por el poder, mandó a matar a todos los menores de dos años que se encontraran en la región.

En el afán de proteger a su hijo, San José y la Virgen María no pudieron quedarse más tiempo en Belén y emprendieron un viaje hacia Egipto para ocultar al recién nacido, por ello, cuando Artabán por fin llegó al pesebre donde había nacido Jesús ya no encontró a nadie.

El cuarto Rey Mago no se dio por vencido pues soñaba con poder entregarle sus obsequios al hijo de Dios así que comenzó a seguir la pista de la familia, sin embargo, en el camino se encontró con un soldado que estaba a punto de asesinar a un infante por órdenes de Herodes y para detenerlo le ofreció el rubí que planeaba obsequiar al niño Jesús. Para su mala suerte, el jefe del soldado se percató de la acción y mandó a Artabán a prisión donde permaneció durante 33 años.

Al por fin salir de la cárcel pudo presenciar la crucifixión del mesías a quien nunca pudo entregar los obsequios que tenía para él. A pesar de los desafortunados eventos que este Rey Mago padeció, nunca perdió su empatía y sensibilidad por las personas vulnerables y fue así como en medio del cúmulo de gente que se había reunido a presenciar el deceso de Jesús, Artabán se percató que una esclava estaba siendo vendida y utilizó la última joya que tenía en su poder para comprar la libertad de la joven.

Decepcionado por no haber podido cumplir su misión, se sentó junto a una casa y pidió perdón a Jesús por no haber podido entregarle sus obsequios. Después del deceso del hijo de Dios la tierra tembló fuertemente y una roca cayó en la cabeza del Rey Mago, la leyenda cuenta que antes de perecer escuchó una voz que le dijo: “Todo lo que hiciste por los demás lo has hecho por mí, pero hoy estarás conmigo en el reino de los cielos”.»

Artículo publicado por Infobae México el 5 de Enero de 2022.

https://www.infobae.com/america/mexico/2022/01/05/la-leyenda-que-asegura-la-existencia-de-un-cuarto-rey-mago/

 

Como verán todo son especulaciones que hemos de tener la máxima prudencia en cómo las interpretamos. Yo ni creo ni dejo de creer. La extrapolo al blog por el fuerte sentimiento tradicional que tienen los Reyes Magos en nuestro municipio, y que nunca falte tal sentimiento.

Extenderme más sería inicuo porque no tenemos una base fidedigna para escribir al carecer yo de la suficiente información. Otra cosa sería especulaciones en las que no voy a caer por una obligada asepsia intelectual.

Eso sí, desde 100 x 100 villeros de La Orotava deseo a tod@s una mágica noche de Reyes y una feliz Epifanía del Señor. Pórtense bien que ya los Reyes vienen por la cumbre y en poco llegan a San Juan.