Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Lo que ha sido 100 x 100 villeros de La Orotava en este año 2020.


 

El año ha sido una puta mierda.

Fin.

Y lo bien que hubiera quedado, por decir algo, así de condensado. Pero bueno, voy a extenderme un poco más en este intento de explicar este terrible año a nivel del blog.

Por estas fechas siempre hago un repaso de lo que ha sido el año a nivel de blog. Obviamente no ha sido un buen año pues el Covid ha trastocado todo. Desde lo que se dejó de publicar hasta lo que se publicó. El año empezó de manera extraña por acontecimientos que se venían sucediendo a nivel mundial. Incendios de Australia, supuesto derribo de un avión iraní, trágico accidente y muerte de Coby Brian y reciente muerte de Maradona (lo de Coby y el Pelusa no tiene nada que ver, pero conmocionó a todo el planeta) … A su vez se empezaban a oír voces de un virus que estaba atacando de forma letal a una ciudad hasta el momento discreta, incluso desconocida, como era Wuhan. En Tenerife aún coleaba el gran apagón sufrido meses antes. Pero todo nos cambió en Carnavales. Por un lado, esos jinetes del Apocalipsis llegados del lejano Oriente cabalgaban sin tregua sobre Italia y la enfermedad avanzaba sin obstáculo alguno. Aquí se habían detectado algunos casos en la Gomera y sur de Tenerife. Y de pronto nos llegó, como avanzadilla de mal presagio, aquella ola de calima que envolvió la isla en una especie de campo de Hades. Provocó incendios, desconcierto, evacuaciones, miedo… Pero aun así siguieron los carnavales, en La Orotava se suspendió el domingo y lunes de Carnaval. Pero ya en el Coso había como ciertos presagios y malos augurios con lo sucedido aquí y con las noticias que nos llegaban del Covid. He de confesar que fue un milagro que no cayéramos enfermos en masa. ¿Saben cuándo acabó para mí el año? Aquel Miércoles de Ceniza, nunca mejor dicho, cuando acompañamos a Crispín desde la plaza del Ayuntamiento hasta el V Centenario. A nivel de este blog eso fue lo que dio el 2020.

Después de eso es todo muy abstracto. Con la sensación de que hay un vacío en el tiempo y el espacio. Una abducción en forma de confinamiento y aplausos sanitarios. Fue un tiempo que lo dediqué a escribir sobre aquello que llamé “Los héroes de la crisis del Coronavirus”. Varios artículos dedicados a los que cada día estaban ahí fuera batiendo el cobre luchando contra esta enfermedad y que la sociedad no colapsara. Podía haber parado el blog. Nunca fue ni una opción. Igualmente podía haber tirado de mis archivos y empezar a sacar escritos. Pero algo me decía que no. Sino que debía dejar constancia escrita de lo que estaba sucediendo. Y no publiqué más material por el hecho de que no era de mi autoría. Fueron meses raros. No voy a decir meses reflexivos, de cambios, ni siquiera de miedo. Sino meses esperados y asimilados. ¿Y por qué esperados y asimilados? 

Ha sido sin lugar una de las imágenes del año en España y en el resto del planeta. Médicos, sanitarios, científicos, farmacias, cuidadores de centros geriátricos y todas sus variantes, CFSE, Protección Civil, servicios de limpieza pública,  transportistas, personas de supermercados, logística... Todos contraatacaron en unidad y al unísono a este enemigo invisible que nos golpeó. Y ahí siguen protegiendo a la sociedad con indómita valentía.

 

Mi querido lector/a. Les voy a manifestar una cosa. Yo esto lo esperaba desde hacía muchos años. Ya de por sí desde el año 2018 se estaban dando movimientos de que algo se cocía a fuego lento. Aparte de que desde hace mucho lo advertían: la crisis del 2008 será una nimiedad frente a la que viene. Lo que pasa es que todo el mundo pensaba que esa crisis se originaria por factores económicos. Nadie esperaba el golpe por temas sanitarios. Yo no sé si esto es una pandemia o una “plandemia”. Lo que tengo claro es que el mundo así no podía seguir. Esta locura constante en la que vivimos debe parar en algo. Y ese algo aún no ha llegado. Pues si se llegara a controlar esta enfermedad luego vendrán las preguntas, reproches y movimientos militares. El mundo es así. Y afecta desde las más poderosas naciones hasta pueblos en una isla del Atlántico como La Orotava. No es este un blog de geopolítica ni estrategia. Pero creo que se cae de maduro que en la partida de ajedrez que es el mundo y sus naciones predominantes este caballo llamado Covid está haciendo mucho daño y se exigirán responsabilidades. Por lo tanto ¿he aprendido algo de todo esto? La verdad es que NO. No se puede aprender de lo que ya se esperaba. Ni siquiera me inmuto ante la cifra de fallecidos pues psicológicamente ya estaba blindado para ello. Por su puesto que siento cada muerte, todas injustas. Igualmente siento cada muerte colateral por este tema pues otros cuadros clínicos también se han llevado a mucha gente. Siempre sostuve que hicimos un mal confinamiento y un peor desconfinamiento. Todo esto hablando en términos generales de España pues La Orotava tuvo una actitud ejemplar en este tema. ¿Vacunarse no vacunarse?... Todo esto da para mucho y este no es el foro adecuado para litigar sobre ello. Pero a todos/as no se nos escapa el sentimiento de que nos han robado meses de nuestras vidas que pueden convertirse en años. Si la población no despierta ya con esto con nada lo hará. Y temo que con este tema se vuelva aún más sumisa. Espero equivocarme, pero creo que nos vamos a sumir en una época muy oscura que puede durar siglos. Opino que la Edad Contemporánea ya acabó y que nos sumergimos, o más bien nos hunden, en esta nueva Edad Tecnotrónica. Que esto eclosione en un despertar de la conciencia planetaria no creo que suceda. Por un acto, sea de la Naturaleza, recordemos los fenómenos lumínicos, en la Villa se grabaron algunos y yo mismo fui testigo de un destello tremendo en el cielo, que siguieron en las primeras semanas de confinamiento mundial, o de la mano del hombre, concebido y cumplido en un momento silencioso como la noche, la historia del mundo y todo lo que contiene, y el camino del tiempo mismo, han sido alterados para siempre. 

Muchos gurús y estudiosos de las ciencias arcanas y el esoterismo llevan años reivindicando que el ser humano debe despertar su conciencia cósmica. Tal vez ese sea uno de los problemas a nivel metafísico del planeta. Ya el hombre no se siente en simbiosis y comunión con el Cosmos.

 

Cambiando de tercio ha sido igualmente un año muy nefasto en pérdidas en nuestra Villa. A 1 de Enero se nos fue la gran Isabel Dorta. Poco después el tan entrañable y respetado don Pepe Garrido. En pleno confinamiento la tan querida y recordada, la última gran Dama de esta Villa, doña Araceli Morales. También se iba en similar época don Victoriano, vecino de La Florida. Se en verano, en un golpe que aún lloro, mi estimado Antonio Polo Regalado “Ñete” y poco tiempo después Jesús Delgado más otros tantos villeros y villeras que aunque no tuvieran su escrito aquí reflejado no por ello dejan de ser sentidas marchas. Igualmente se marchó, por desgracia de forma trágica, el gran Otazzo. Él siempre tendrá un lugar predilecto en la memoria de esta Villa. Todos ellos unidos siempre en el recuerdo perpetuo que se ofrenda en este blog a los que nos precedieron.

Pero si dos fallecimientos golpearon en lo más profundo del alma villera fueron los trágicos fallecimientos de la amiga Sonia y su pareja Norberto. La gran “Soñita” siempre estará presente en nuestros corazones con aquella sonrisa perpetua y su explosión de alegría.

También tenemos esos luceros de esperanza y sabiduría como Agustina Ramos Oliva, doña Rosario, vecina de San Antonio, que sigue cumpliendo años, y suma ya 107 y que sean muchos más así de bien. Mucha falta nos hace en estos tiempos sentarnos a hablar con nuestros mayores. Tal vez ahí se desvelen los secretos de qué hemos hecho mal para llegar a esta situación.

Pero es también año de lucha y sacrificio. No puedo dejar de hacer un recordatorio a todas esas personas que se encuentran en ERTE, paro, en la incertidumbre de saber en qué acabará esto. De las personas de la hostelería (bares, restaurantes, hoteles…) que han recibido un duro golpe vaciándoles los pulmones. De igual manera todo el tejido comercial que forma el pueblo, los pueblos, la comarca, la región, el país… Sólo espero que esa expresión de que “para que nadie quede atrás…” no sea una frase hecha sin sustancia alguna y solo con tufo político. Que ya mucha gente antes de esta pandemia se había quedado en la cuneta. Son tantas las cosas que podemos relatar tanto a nivel colectivo como individual que sinceramente tendría que dividir esto en una serie de escritos. Y aún recuero cuando hace un año pensaba, y lo afirmaba en público, que el 2020 me parecía que iba a ser un buen año. Me gustaba la cifra 2020. Veinte, veinte. Y al final resultó ser que como se profetizaba el año de los gemelos traería ruina y desastre. Por esta gente sí que lo siento mucho. Eso sí que es una gran pérdida y no la futilidad y nimiedad de que un blog haya podido desarrollarse o no a lo planificado.

Pero no quiero que esto sea une escrito de corte pesimista. Al contrario, debemos poner toda actitud positiva en todo. Por nuestra gente y por el terruño de nuestra raza. Debemos reactivar de nuevo todas nuestras capacidades para salir adelante. Pero a la vez con alegría y entusiasmo. Cumpliendo las normas sanitarias con la responsabilidad que nos debemos imponer cada uno siendo conscientes de la batalla que estamos librando. Que la alegría de la Patria borre todo mal que la estrangula.

Ojalá abatamos pronto a este enemigo invisible que nos ha cambiado la vida para siempre. Que volvamos a poder salir a la calle en libertad. Sin mascarillas. Que volvamos a abrazar y besar. Que podamos reunirnos de nuevo. Que los que están fuera de casa puedan volver a sus lugares de origen con toda seguridad y volver dónde la vida los ha conducido con igual seguridad. Que toda nuestra industria y riqueza nacional remonten para el bien de nuestra gente. Que vuelvan nuestras Fiestas de La Orotava y todas esas pequeñas fiestas que forman este pueblo. Y que vuelvan todas las fiestas a nivel mundial que esta pandemia ha suspendido.

Pero para que esto ocurra hay que vencer. Y para vencer hay que luchar desde el puesto que nos corresponde a cada uno. Con la prevención y responsabilidad y llevando nuestros ánimos y fuerza a todos los que están en la lucha médica y científica contra el Covid. Estoy convencido que lo lograremos y estoy convencido que La Orotava será ejemplar en ello como así nos lo impone la grandeza de nuestra historia. Porque esto también pasará a los anales de la historia villera como aquellas pandemias de viruela del siglo XIX. Si ellos pudieron, no teniendo ni la mitad de tecnología y conocimientos que nosotros eso conlleva a que nuestra sociedad vencerá como la hicieron aquellos de nuestros antepasados. En otras épocas la Humanidad ha vencido a letales pandemias y ahora no vamos a ser menos.




"Use una máscara y lávese las manos! Evite tocarse la cara. Mantenga una distancia segura de los suyos".
Cartel de las navidades del año 1918 en plena pandemia de la mal llamada gripe española.
Han pasado 102 años y esta gente no tenía ni la mitad de medios y conocimientos que la medicina de hoy en día. Si ellos la vencieron nosotros también podemos.


Agradecido por el amplio seguimiento del blog en este difícil año 2020. Con escritos que no han sido fáciles de leer para ustedes ni de escribir para mí y no solo en el tema del Covid. Pero siempre están presentes, no sólo desde La Orotava y resto de España, sino igualmente desde diversos puntos del planeta. Y eso, cada día de los casi cuatro años de historia de este blog, nunca tendré palabras suficientes de agradecimiento. Ese es el verdadero motor y alma de 100 x 100 villeros de La Orotava. Sus lectores y lectoras que lo hacen posible pese a tragedias como la de este año que ya se va. Sin ustedes, muchos de ellos/as ahora mismo en una situación incierta, este blog no tendría razón de ser. Sería inicuo, sin palpito alguno que justifique su existencia. Pese a todo, a los que me siguen desde la patria villera y a los que están diseminados por el resto del país y del mundo MUCHÍSIMAS GRACIAS.

A todos/as les deseo un feliz y venturoso año 2021 lleno de Salud, Paz y Amor.

¡Venceremos!

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Primera edición del texto: Diciembre de 2020.

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