Este pasado verano una persona anónima, pues me hizo llegar el libro, pero no sé quién es, leí “La radiodifusión sindical del franquismo. La voz del Valle en las Islas Canarias, 1960-1965”. Dicho ensayo está escrito por Julio Antonio Yanes Mesa y Rodrigo Fidel Rodríguez Borges y publicado en el año 2007.
La verdad es que su lectura me resultó muy grata y de profundo aprendizaje para seguir conociendo un poco más la historia de La Orotava, lugar donde radicada esta emisora. Primero en los bajos del Ayuntamiento y luego en el edificio sindical de la calle Cantillo.
En la década de los años 50 y 60 el franquismo, mediante el Sindicato Vertical de la Falange, creó por todo el país una red de emisoras de radio de carácter local y comarcal. Su financiación era mediante el propio Sindicato y los ayuntamientos.
Estas emisoras tenían como finalidad la información y entretenimiento más cercano al pueblo, más una parte moralizante que aportaba la Iglesia.
En el caso de la estación de La Orotava, llamada La Voz del Valle fue tal su éxito que entre publicidad y socios nunca necesitó financiación, salvo la inicial, por parte del Ayuntamiento y el Sindicato. Incluso tenía un superávit tal que ayudaba económicamente a su radio hermana de Santa Cruz de Tenerife
En 1965 la emisora cierra por temas aún hoy en día no esclarecidos. Desde una conspiración de curas (siempre tan entrometidos en general y en La Orotava en particular) que llegó hasta los mentideros del Pardo, pasando por una especie de ¿venganza? de un poderoso ministro de la época.
La versión oficial fue la excusa de migrar a la banda FM, pese a que el Ayuntamiento de La Orotava, dada la repercusión tan buena que tenía, se ofreció a hacerse íntegramente cargo del cambio de banda y equipos adaptados. Aunque también se unía el hecho de que ya RTVE había llegado a Canarias, y por tanto la televisión, y que se había creado el Centro de Emisiones del Atlántico para RNE con la tecnología punta de la época.
Todo este tema poco esclarecido donde a día de hoy siguen siendo conjeturas. Ni siquiera se sabe dónde se llevaron todo el equipo técnico ni quién lo sacó del edificio sindical.
Ya con los años trascurridos me da la sensación de que poco importa.
La verdad que uno se queda sorprendido de cómo hay cosas que nunca cambian con los tiempos. A cualquier persona con cierta edad que le he preguntado de este tema sólo me han relatado maravillas y buenos recuerdos de La Voz del Valle. Caló muy hondo en la población villera y en la comarca norte de la Isla.
Radio muy profesional, pese a que el único con titulación de periodista era su director, el padre Siverio, pero con un grupo de jóvenes locutores, redactores y técnicos que siendo incipientes profesionales o amateurs hicieron una labor encomiable al frente de la misma.
Junto al padre Siverio nombres como Isabel Dorta, Carlos Argüelles, Concha Machado, Ismael Reyes, Nazario "Chile" Hernández, Carmen Hernández (Mititi), Álvaro Morales… y tant@s otr@s han quedado para los mejores pasajes de la historia de La Orotava y de la radiodifusión provincial. Tampoco quiero olvidarme de su precursor inicial, como fue el alcalde de esta Villa, el inolvidable don José Estévez.
El libro relata muchísimos hechos y anécdotas que dan valor a este fantástico grupo de personas que durante cinco años forjaron la singladura de La Voz del Valle con la mejor disposición y profesionalidad que de ellos se esperaba. Personalmente creo que dieron hasta más de lo esperado, porque el ingenio que mostraron en muchísimos aspectos fue sorprendente.
Por edad no conocí ésta radio, sí a muchos de sus integrantes, pero dejó un grandísimo recuerdo en la comarca norte de la Isla y en especial en La Orotava.
El libro está muy bien documentado y con imágenes de archivo bastante interesantes. Con hechos y anécdotas de lo más curioso. Creo que hace una dicotomía en profundidad de la propia emisora y a la vez da saltos de cómo funcionaban estas emisoras sindicales en todo el país relatándonos sus métodos de gestión, organigrama y líneas a seguir.
Tal vez lo único cansino es que en casi cada pagina se no está que si estaban en medio de una dictadura y una censura. Ya eso los lectores lo sabemos antes de empezar el libro. No hace falta estar con el recordatorio permanente. Que todo no era lo mismo y en esa misma época emitía en el continente Radio Europa Libre para los países tras el Telón de Acero. Y con una vez que lo recuerde hay de sobra.
Pero el libro es maravilloso. Por eso no he querido reseñarlo en toda su extensión. Simplemente despertar el gusanillo por su lectura. Sé que debe ser difícil de encontrar, pero vale la pena leerlo.
Historias para la historia de aquellas emisoras sindicales que durante unos treinta años amenizaron los hogares de todo el país.
“La Voz del Valle” … debería existir en nuestro callejero una calle que se denomine así.
Muchísimas gracias a esa persona anónima que me facilitó este ejemplar. Yo todo libro que me llega sobre La Orotava lo leo vorazmente. Aunque sinceramente siempre estoy leyendo vorazmente. Así que el desconocid@ benefactor o benefactora ya sabía que me gustaría leer éste libro y que lo traería al blog. Un libro más que pasa a engrosar mi biblioteca personal y que guardaré con sumo respeto y cariño. Además, yo tengo de bueno que leo sin complejos y cualquier tipo de literatura venga del lado qué venga. La gente que vivimos en aguerrida libertad somos así.
Saludos.
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