Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

viernes, 27 de diciembre de 2024

Milagros Santos Mesa. La última de una gran generación de viller@s en la zona del Calvario.

Milagros Santos Mesa (1932-2024).
 


Yo no quiero que nadie piense que por alguna razón me he olvidado o no he querido saber nada de Milagros o de que en este blog no se le iba a dedicar el escrito que merece. Pero aquí han sucedido una serie de hechos que me gustaría expresar.

Estas últimas semanas he tenido unos reveses de salud bastante acuciantes, lo que han hecho que el blog estuviera totalmente desatendido. Hasta hoy no he tenido las fuerzas físicas y mentales suficientes para encarar este escrito.

Yo me entero por un familiar que le comenta una amiga que otra persona (residente en la calle Calvario la cual omito el nombre), le ha dicho que Milagros falleció. Eso es el día 24 de Diciembre bien avanzada la tarde. Incluso tiempo antes había subido al blog la felicitación de Navidad. Contacto con varias personas y me confirman que fallece el día 22.  Pero poco más saben de si ha sido o no enterrada.

Pese a mi mal estado de salud mi honor y mi afecto por Milagros me obligan a echarme a la calle, pese a la enorme fiebre que tenía, rumbo hasta los tanatorios del Casco por si allí la estuvieran velando, pues mi duda es si ha sido ya enterrada ya o lo será el día 25. No la encuentro en los mismos, por lo que doy por hecho que es enterrada el día 24.

Quiero dejar claro que en ningún momento nadie, absolutamente nadie, me comunica de ninguna manera el fallecimiento de Milagros. Eso me ha dolido enormemente, en esta Orotava que luego por la calle te paran para preguntarte verdaderas jilipolleces. Pero a la hora de la verdad nadie está para dar un aviso de este tipo. Y luego no me vengan a ponerse bien puestos que si tal o cual persona lo puso en su página. Porque simplemente esa excusa barata no me interesa.

Estoy tremendamente dolido con esas personas que quizás habiéndose enterado y pudiendo no me avisaron. ¿Si no estamos ni para esto entonces para qué? Porque la gente sabe que en estas cosas, y más en personas como la finada, a mí me gusta acompañar.

Pero tampoco se bien qué pasó. Si Milagros falleció de repente. Si tuvo duelo o entierro. Ni siquiera sé si yace en el cementerio o la incineraron.

Lo ignoro todo.

Sólo ayer día 26 a ultima hora me comunican que la misa por su eterno descanso será el viernes 3 de Enero en la parroquia de la Inmaculada Concepción.

Para mí era fundamental empezar con este prefacio y aclarar el por qué no estuve presente en los últimos momentos de Milagros en este mundo y por qué ha tardado unos días en aparecer este escrito.

 

Y ahora sí quiero dedicar unas líneas a la estimada Milagros.

Milagros fue de esas personas que a mí me conocían desde antes de yo nacer. Muy apreciada en mi casa en la que siempre gozó de gran estima junto a sus padres y hermanos Gregoria, Juan, Salomé, Augusto, Antonio y ella. Gente de lo mejor que ha dado el Casco de La Orotava entre sus más loables hijos.

De los hermanos de Milagros recuerdo con mucho cariño a Salomé, Juan y Augusto. Con Augusto tengo una anécdota muy bonita el día que la Antorcha Olímpica pasó por La Orotava rumbo al pebetero de las Olimpiadas de Barcelona 92. Dicha anécdota la relataré el día que consiga una foto de Augusto.

Mi relación con Milagros siempre fue de un afecto y cariño inmenso. Como digo fue de esas personas que habían estado siempre presentes en mi vida. Obviamente el tiempo y la misma vida van haciendo que los rumbos muchas veces se separen, pero nunca perdimos el contacto.

Mujer siempre educada y discreta. Nunca una palabra más alta que otra ni un mal gesto o una crítica a nadie. Ella vivía y dejaba vivir.

En los últimos años me la solía encontrar junto a su grupo de amigas en la plaza del Llano. Yo siempre les bromeaba diciendo “¿cómo están hoy las chicas de oro?”. A veces deparaba con Milagros charlas profundas y trascendentales sobre La Orotava y sus gentes. Ella era persona reservada, pero de una profundidad de análisis que se sumergía en las capas subyacentes de aquello que la rodeaba.

Sentía la soledad de la vejez. Y no porque estuviera sola. Nunca lo estuvo. Al contrario, siempre muy bien acompañada. Sino que sentía esa otra soledad espiritual de que ya no iba quedando casi nadie vivo de todas aquellas personas que formaron parte de su niñez y juventud. Eso es algo que yo que estoy entrando ya en una edad provecta estoy empezando a experimentar sus primeros síntomas.

Y Milagros siempre me lo expresaba. Y me empezaba a nombrar muchísimas personas incluidos mis abuelos. Y razón no le faltaba, pues ella experimentó este cambio brutal que ha dado La Orotava y sus gentes. Una vida bastante longeva como la de ella le permitía poder analizar todo con la calma y el rigor necesario.

Tengamos en cuenta que en la zona del Casco en la que residió Milagros fue habitada por un grupo de personas, algunos vivos y la mayoría ya fallecidos, que están entre los 80 y 120 años y que fueron la mejor generación que ha tenido este sector de la Villa. Muchísimos nombres me vienen ahora a la mente. Aquellas generaciones y personas fueron inigualables en lo mejor que se podía esperar de todos ellos/as. Milagros los echaba muchísimo de menos. 

Esas personas, y lo sé de buena tinta porque incluyo a mis abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y trastatarabuelos (nosotros llevamos desde la primera mitad del siglo XIX en la zona y proveníamos de otra zona del Casco), formaban una unidad vecinal totalmente compacta. Si no tenían lazos de sangre los tenían de buena vecindad. Y eso para ell@s era muy importante porque forjaba pueblo. La unidad y ayuda vecinal mutua era deber ineludible para esa gran generación de viller@s hoy desaparecida. 

¿Por ejemplo no avisar de un entierro? Para ellos eso era algo impensable e intolerable.

Todo ello lo aderezaba con anécdotas, historias y chascarrillos. Porque recordar es volver a vivir y a Milagros le encantaba volver a recordar. La verdad es que yos disfrutaba mucho con su conversación. A veces incluso era yo el que le sacaba el tema de conversación de si recordaba tal o cual historia o persona. ¡Que bonitos ratos que ya no volverán!

Hace unos meses la vi por última vez que venía del otorrino. Me había comentado que había estado un poco pachucha en el hospital, pero que ya estaba en su casa recuperándose. Incluso le habían puesto una chica para que la acompañara en su día a día.

Tristemente el tiempo pasaba y Milagros ya no frecuentaba tanto sus momentos de paseo, pues se agotaba con facilidad. Pero lo que jamás pensé es que este terrible año 2024 la Parca nos la arrebatara. Con ella se va otro de mis últimos vínculos con Las Orotava vieja y auténtica. Con esa que ella adolecía de irse quedando en soledad y que yo no le veo relevo generacional.

El tiempo es implacable y no vuelve y Cronos y la Parca este año nos han hecho un perpetuo recordatorio de que se nos está yendo esas generaciones de hierro que tanto dieron por nuestro pueblo.

Esta marcha me supone un golpe más en un año que en lo personal no ha sido fácil. Los golpes dados en cada mes del año con personas que se han ido yendo no me han sido fáciles de encajar. Con Milagros prácticamente que quedado K.O. total. Para mí esto no son fallecimientos. Son la pérdida de personas que uno quiere y estima y que han formado parte indisoluble de mi vida.

Lo tengo que aceptar con dolor y resignación. No queda otra.

Se que se me quedan muchas cosas por decir, pero en este inmenso dolor y estado febril que me abate Milagros tenía que tener su espacio en este blog, pues así me lo demandada la amistad y el honor.

Descansa en Paz amiga. Dale un fortísimo abrazo a tu familia de mi parte y a todos esos villeros y villeras que con tanto cariño y emoción evocábamos en vida. Ya estás con ellos. Con tu familia y con tu pueblo.

Siento tanto no haberte velado y haberte acompañado en tu sepelio. Esa es una espina que como aguijón carmesí me ha atravesado el corazón. Tendré que darme también tiempo en esto.

Hasta que el Destino nos vuelva a cruzar amiga, vecina y gran villera.

Descanse en Paz Milagros Santos Mesa. 

 

#100x100villerosdelaorotava

#villadelaorotava #laorotava #milagrossantosmesa #descanseenpaz #tenerife #islascanarias #españa