Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

domingo, 30 de abril de 2017

Recordando a Lala en el tercer aniversario de su fallecimiento.

Hoy es un día de esos nostálgicos recordando a personas que ya no están entre nosotros. Otros años la he recordado por medio de Facebook pero sería imperdonable que Lala no tuviera su recuerdo en este blog.
En esta jornada se cumple el tercer aniversario de su marcha. Me quedará en el recuerdo que me enteré de su fallecimiento el día 1 de mayo cuando la enterraron pues llegaba de estar fuera y en el mismo aeropuerto me lo comunicaron. De allí fui directamente a la parroquia de la Concepción, su querida parroquia de la que era hermana del Santísimo, a su sepelio.
Lala era una de las mejores mujeres y mejores villeras que he conocido. Vecina de la zona de el Ramal. Muy vital y animosa. Siempre que nos encontrábamos por La Orotava, que solía ser muy espaciado en el tiempo, me decía ¿Dónde te metes? Déjate ver por el pueblo chico. Grande Lala.
Personas como ella son la gente de verdad de La Orotava.  Quería a la Villa con locura. Lala sí hacía pueblo porque habitaba en ella la esencia del mismo. E igual se podía decir de su esposo Máximo. Gentes muy arraigadas al terruño. Muy de nuestras tradiciones y fe cristiana. De esos habitantes que siempre preguntaban y se preocupaban por un vecino. De las que estaban al tanto de un nacimiento, bautizo, comunión, boda, cumpleaños... para felicitar o simplemente siempre preguntaban por la gente que llevaba tiempo sin ver. E igual de una persona que estuviera enferma y mostraba siempre su preocupación. De las que acompañaban a todos los duelos y entierros y después se tomaba la molestia por saber cómo estabas. En definitiva una buena vecina como las de antaño. Una mujer que jamás se le oyó una crítica a nadie ni se oyeron criticas de ella. Al contrario, todo eran alabanzas y buenas palabras a su persona. Así era Lala. Un encanto de mujer
Lala, yo sé que estas bien porque el descanso eterno bien que te lo mereces y bien que te lo ganaste. De eso no tengo la menor duda. No dejes nunca de echarnos una mano tu que eras una persona tan devota y tan cumplidora, al igual que Máximo, de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la Concepción. Se te echa de menos por ser como eras y porque verdaderos hijos/as de La Orotava como tú ya no van quedando. Aparte de la amistad y el trato de toda la vida que tuvimos.
La foto es del año 2006 en la que coincidimos en un almuerzo en los altos de La Orotava.  
Descansa en Paz Lala. Gran persona y mejor amiga. Y aunque pasen los años se te lleva siempre presente en el recuerdo.
Un abrazo allá dónde estés.

© 2017 Francisco García.
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Primera edición del texto: Abril de 2017.
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