Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

viernes, 28 de diciembre de 2018

La mejor foto de 100 x 100 villeros en este 2018.

Se acaba el año y son momentos de análisis y reflexiones tanto en lo personal como en diversos temas. Por su puesto también he reflexionado sobre esta bendita locura llamada 100 x 100 villeros que pronto cumplirá dos años. Este 2018 ha sido un año a nivel de blog de muchísimas fotos, videos, artículos, etc. Y créanme que no se ha visto ni un 10% de lo que se ha hecho. Uno empieza a mirar estadísticas, fotos, comentarios… Creo que lo típico que hace la gente que tiene un blog o cualquier otro formato de difusión en la Red. Yo quería poner la que personalmente ha sido mi mejor foto del año. No tienen por qué ser la mejor en calidad, la más bonita, enfocada o contrastada. Tiene que ser aquella que me trasmita algo. Una idea, sentimiento, visibilidad, etc. Esa foto la obtuve en Mayo en el Cross de María Auxiliadora y es la que comparte este escrito.
La imagen no necesita presentación y ya saben queridos lectores de quién estoy hablando. Toda imagen tiene detrás una historia y antes de entrar en por qué de esta elección contaré cómo obtuve esta foto en un cúmulo de causalidades.

Yo, como fotógrafo aficionado (dudo que incluso llegue a eso), tengo por costumbre no fotografiar por debajo de ciertas edades. Aparte de que me tengo que adaptar a la legislación. Que, aunque es muy laxa en este tema y me permitiría hacerlo, directamente yo corto por lo sano y no fotografío. En esta época donde papi y mami llevan smartphone deben ser ellos quienes deben fotografiar a los más pequeños. Esto aplicado al Cross quiere decir que yo solo fotografío las categorías de 5 y 10 Km. Salvo alguna foto que puedo hacer por conocer a los padres del menor y tener con ellos el detalle.

Dicho día iba caminando en dirección a la Luz para esperar los de 5 Km y por una serie de causalidades y de pararme a hablar con varias personas al girar en la esquina calles Tomas Zerolo y Viera reconocí de espaldas a Marcos con el móvil no sé si grabando o fotografiando. Y de lejos divisé que venía Noelia corriendo. Cuando uno fotografía runner con la experiencia se adquiere el ir conociendo el lenguaje del cuerpo y saber cuándo una persona va a echarse a correr. Mentalmente descifré que Marco iba a echarse acorrer junto a Noelia cuando esta pasara a su lado por lo que rápidamente encendí mi cámara y sin tiempo casi ni a enfocar lancé una ráfaga de disparos siendo esta la que más me gustó. Básicamente esta es la historia de la foto. Foto totalmente inesperada gracias a que llevaba la cámara en la mano y no en la mochila. Pequeñas cosas que se van aprendiendo con los años. Incluso recuerdo que le dije a Marco en tono de broma “¡ehhh que te descalifican. ¡Tú no puedes participar en esta categoría!” Se que me respondió algo así como yo soy un niño grande o algo parecido.

¿Pero por qué esta foto? Había otras de más calidad, más enfocadas e iluminadas, mejor encuadradas… Indudablemente sí. Y todas me trasmiten algo, pero ninguna llega al nivel de trasmitirme algo tan fuerte como esta. Esta foto para mi es algo más que una imagen. Es algo más que un sentimiento. Es una epifanía y canto a la vida. Algo más que un montón de pixeles en forma binaria que un visor de fotos transforma en lo que vemos. Para mi esta es una imagen muy potente que me trasmite un ideal y un ejemplo de lucha como pocos he conocido. Y miren que en mi vida he conocido a personas.

Esta es la imagen de una familia en una lucha que ha sido épica contra el tiempo y contra una enfermedad. Unos padres que golpe tras golpe respondían con igual o más intensidad. Debo hacer el inciso de que siempre de cara a muchas fotografías hemos visto a Marco y a Noelia. Pero junto a ellos siempre ha estado con igual bravura Katherine. Ellos tres han simbolizado y ejemplarizado que hay que luchar, luchar y luchar. Que, aunque la esperanza sea mínima siempre hay opción a la victoria. No llegó para ellos esa victoria, pero iniciaron un camino para que la lucha contra el Tay Sachs se diera a conocer y poder así que más personas se implicaran en su investigación. Siempre he dicho que el fenómeno Liam debería ser estudiado de forma sociológica porque nadie en tan poco tiempo que estuvo en la tierra ha podido unir a tantas personas de tan distintos lugares. Liam pasó haciendo en bien por el mundo uniendo corazones. Ya saben que aquí no se dan puntadas sin hilo y soy muy estricto cuando juego con los tiempos en referencia a las publicaciones. Por eso esta imagen muestro hoy día de los Santos Inocentes. Recordándolo en el contexto de su figura y su ejemplo de un niño inocente que tanto hizo.

De esta foto (está manipulada) me siento muy orgulloso de haberla realizado. Me siento muy orgulloso de haber conocido a Marco y su familia y del ejemplo que nos han dado. Pero por otra parte ojalá nunca más vuelva a hacer una foto así. No por lo menos por la causa de trasfondo que tiene dicha imagen. Pero soy consciente de que siempre habrá una causa sea cual sea. Una lucha, unos ideales en esto que llamamos Vida y que nunca es fácil ni controlable.

Dicen que la fotografía no es otra cosa que el arte de captar momentos para la eternidad. Del ser custodios de trasmitir en el tiempo y circunstancias aquellos hechos que sucedieron. Siempre he sido de la opinión que la imagen fija es mucho más potente que cualquier imagen en vídeo. Al menos psicológicamente la fotografía tiene más fuerza que la imagen en movimiento. Esta es una imagen para la posteridad que queda como la crónica de una lucha de una familia coraje, de un pequeño que creó una idea colectiva a nivel social de grandes dimensiones y de visibilizar una causa que la mayoría ni sabíamos que existía.

Han pasado ya algo más de cuatro meses desde la partida de Liam. Meses duros sin lugar a dudas. Meses de reflexión y de recomponerse. El ejército de Liam poco tardó en volver al campo de batalla y Marco hizo lo propio en la causa. La vida sigue y los ideales perviven. El ejemplo se vuelve inmortal pese a que Liam haya trascendido. Se han forjado amistades, lazos ya irrompibles, luchas colectivas y personales. Personas que ya saben que hay otras personas que en la noche más oscura y fría darán luz y calor de manera noble y desinteresada. Muchas lágrimas, pero a la vez muchas risas y buenos momentos. Somos lo que somos y vivimos lo que nos toca vivir. Y el otro día oí una frase de una persona muy mayor que dijo: “hay que vivir y ayudar a vivir”. Y eso ha hecho Marco, Katherine, Noelia, amistades… vivir por Liam y ayudar a vivir visibilizando esta causa y esperando que algún día llegue la cura o algún tratamiento contra el Tay Sachs. Por eso esta es mi foto del año 2018. Porque sé lo que hay detrás de ella y sé la calidad humana de los cientos de personas que han forjado tanto y tan bueno bajo la luz de Liam.

Decía Neil deGrasse Tyson en Cosmos 2014: “Las estrellas fantasmas son aquellas que siguen brillando sobre nosotros mucho después de haberse ido.”

Aun vemos en el firmamento la luz de estrellas que llevan ciento, incluso miles de años muertas pero que están a una distancia de nosotros tan grande en años luz que aun la propia luz de las estrellas después de extinguida su fuente, sigue viajando por el espacio.

Tengo la certeza y seguridad de que todas aquellas personas que han pasado para bien en nuestras vidas y que han partido antes que nosotros desde allí dónde estén nos siguen ayudando. Porque viven espiritualmente y el cuerpo espiritual es más poderoso y duradero que el cuerpo físico. Y Liam es una poderosa luz. Luz que viajará inmortal y a la que reivindicaremos y nos consagraremos en las situaciones más adversas que la vida nos depare. Con el tiempo me he dado cuenta de que Liam tiene algo especial. Un santo inocente al que siempre llevaremos en nuestros corazones y recuerdos.

No te olvidamos pequeño. Un beso al Cosmos.

#RaroSeríaRendirdse