Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

martes, 7 de noviembre de 2017

Los castañeros tienen dueño.

Hoy quiero tratar un tema diferente. Un tema que bien podría ser villero, que lo es, pero que también se deriva a otros pueblos como es el tema del robo de castañas por esta época.
Quiero expresar claramente que no hablo en nombre de ningún agricultor, cooperativa o sociedad. Hablo en mi nombre pues yo algunos terrenitos tengo con castañeros y conozco bien este problema. Por eso esto es un escrito de opinión personal puesto en este blog de mi propiedad. Quede este apunte bien remarcado.
Bajo el lema “Los castañeros tienen dueño” el cabildo de Tenerife y los municipios de la Mancomunidad del Nordeste han lanzado este año esta campaña de concienciación de que no se puede ir a coger sin más castañas a lo ajeno cómo si tal cosa. Porque cada año esto va a peor y los agricultores ya están cansados de que no solo se tengan que someter al robo sistemático de sus frutos, sino que encima tienen que aguantar que les destrocen el terreno, de que los insulten e incluso amenacen. Como he dicho conozco el tema, voy a dar mi opinión y a aclarar varios puntos de vista erróneos que tienen los que van a coger, no voy a decir “robar” que queda feo, castañas.
Primero: Los catañeros por lo menos a un 90% no son públicos. Están en parcelas privadas. Por lo tanto, ese terreno, esté abandonado o no, tiene propietario. Y cuando se llega a un terreno digamos que más o menos está limpio, solo sucio por algún helecho o por los erizos de las mismas castañas, posiblemente ese sea un terreno de siembra que está activo. Lo que pasa que está a la espera de arado y surcado para sembrar papas previsiblemente en los meses de enero o febrero. Pero llega la gente y venga a pisar los terrenos y a estropearlos más. Total, como solo vienen a la castaña pues el que venga detrás que se joda. Y siempre hay algún espabilado que dice “ohh ¿y por qué no vallas el terreno?” Pues te lo explico.
Fundamentalmente por tres razones:
No todos los terrenos se pueden vallar porque tienen pasos de cementías y caminos reales que hay que respetar. Otra razón es que no sea viable económicamente a su propietario hacerlo. Y más cuando son terrenos de herencia divididos en varias partes y no hay acuerdo entre herederos. O simplemente porque no les da la gana vallarlos sin estar obligados a ello. Otra razón es que sean terrenos próximos a áreas protegidas y haya que dejar paso libre a bomberos como medida de precaución ante cualquier incidente.
Pueden haber más razones, pero les pongo las tres principales en mi opinión.
Entonces ante esa coletilla de “¿por qué no vallas el terreno?”¿No sería mejor preguntar ¿Por qué vas tú a buscar castañas a mi terreno? Porque luego los pillan los agricultores y en un tono de ingenuidad y burla les dicen “es que las castañas son de todos” o el típico “ayy pues yo no sabía nada…”. Y a veces llegan al extremo de que con toda caradura preguntar si el terreno es de uno. ¿Tenemos ya que ir con las escrituras en mano de nuestras propiedades para justificarnos ante el que comete el delito? 
Segundo: La castaña es un fruto seco que se recoge por caída del árbol. No porque esté el erizo o la castaña en el suelo sucio o embarrada significa que esa castaña haya sido desechada por su propietario. No conozco aun a ningún cosechero que se suba a sus castañeros con una escalera y coja los frutos en mano. Primero porque eso no es así y segundo porque si no ha caído o el erizo no está abierto es síntoma de que esta verde. Y está así porque le corresponde estar así por su proceso de maduración. Lo que no puede ser es que los agricultores tengan que sufrir anualmente el vareo de sus castañeros, cuando no hasta el que hasta les sierren las ramas con motosierras. Porque no tienen ni el mínimo pudor de arrancar una ruidosa motosierra y con total tranquilidad echar una rama completa al suelo. Cosa que no solo afecta al árbol sino al terreno en sí. Aparte de que es un delito. Vuelvo a repetir que esos terrenos limpios son a su vez terrenos de siembra generalmente de papas. Y si cortan o podan los castañeros, ese árbol corre la suerte de enfermar y podrirse aparte de que no revienta su follaje cuando tiene que hacerlo e impide dar sombra y reserva de agua a las papas. Porque cuando llueve el castañero recoge agua entre sus hojas y ramas y le aplica a la papa una especie de riego por goteo. Y ya bastante cuesta sacar una cosecha de papas en esta lucha eterna contra la polilla para que encima se pongan más impedimentos.
Tercero: Comprendo que hay una crisis económica de manera brutal que no se va. Por mucho que digan los políticos que baja el paro y hay recuperación eso es mentira y manipulación. Entiendo que muchos particulares se echan al monte para sacar unos euros recogiendo castañas para vender. Todos tenemos derecho a comer. Pero ese “todo tenemos derecho a comer” lo tienen que solucionar los políticos con la cada vez más necesaria implantación de la renta básica universal. Porque es obligación y deber del Estado que sus habitantes tengan una vida digna. Lo que no se puede hacer es quitarle el sustento al agricultor para llevárselo personas ajenas. Muchas veces pasa que quienes van a buscar las castañas luego las mal venden. Sea a mayoristas, minoristas o particulares. ¿Y saben qué pasa entonces? Que el precio de la castaña se abarata muy por debajo de los precios de coste y se revienta el mercado ¿Qué conlleva eso? Perdida del cultivo y árboles. Se llevan castañas, nueces, manzanas y todo lo que puedan. Porque encima se llevan el mejor fruto y dejan la menudencia. La menudencia no puede venderse. Y para colmo llega el agricultor los previene de que los castañeros tienen dueño y el que va a buscar se cree en el derecho a réplica, insulto y amenaza. Hasta el día que ocurra lo peor y se crucen las manos agricultor y sustractor, o lo que es peor, las rozaderas, y corra la sangre. Todo va haciendo mella en los agricultores y entramos en el abandono sistemático de terrenos. Me llama poderosamente la atención cómo ayuntamientos y Cabildo de una manera lógica hace estas campañas, pero luego en esta época no hay presencia policial significativa en las zonas de castañeros. La gente no tiene miedo al delito sino al castigo. Y con estas cosas que ponen en redes sociales, o este mismo escrito que yo hago, el que lo lea y tenga por costumbre ir a coger castañas, lo primero que dice es yo me limpio el culo con las campañas de las instituciones públicas y lo que los particulares escriban. A lo mejor hasta suelta eso de “para eso pago impuestos”. Estoy seguro de que, con un aumento de presencia policial, sea local o Guardia Civil, este problema se minimiza. También es verdad que los efectivos son los que son y que no se puede poner un policía y un guardia civil en cada parcela. E incluso no sé por qué en este tema no se implica más la Policía Canaria. Personalmente echo en falta esa presencia policial cuando a la vez desde las instituciones hacen estas campañas. Campañas que por otro lado son necesarias porque el cultivo de la castaña es algo de nuestra cultura agrónoma y tenemos una fuerte masa forestal en castañeros que debemos conservar. Pero debemos conservarla en el respeto de que esos castañeros tienen propietario con derecho exclusivo y legal de disponer de su cosecha. Y después resulta que pulula por Tenerife cierta leyenda urbana de parados que atienden sus propios terrenos y les aparece un inspector a multarlos y presentarlos en magistratura de trabajo. No conozco ningún caso directo, pero lo he oído muchas veces. Y si fuera verdad ¿qué incongruencias son estas? ¿Se sanciona al parado por atender su propiedad y se deja a libre albedrío al que va a lo ajeno a sustraer?
Para ir finalizando quiero dirigirme a esas personas que van a buscar castañas. No todo vale señoras/es. Me parece lógico que cojan castañas de esos castañeros, que son minoría, situados en suelo público. Me parece hasta lógico que cojan castañas de parcelas privadas si el propietario ha dado consentimiento para ello. Porque también hay que decir que hay mucha parcela abandonada que muchos propietarios deberían proponer limpieza por castaña. Pero eso al sustractor no le interesa. Porque no le es cómodo para llenar el saco. Han empezado las lluvias y estoy seguro que este fin de semana todo el mundo querrá echarse al monte esperando un reguero de castañas. Si no vienen días de fuertes aguas no habrán castañas. El árbol está dando lo que da con sus reservas de agua del pasado invierno. Y esas pocas castañas son del agricultor. El problema no es la persona que va a buscar una bolsa de castañas para consumo propio. No creo que haya agricultor tan mezquino que le niegue una bolsa de castañas a una persona. Lo que no puede ser es un saco diario. Lo que no  es permitible es que vengan hasta de pueblos lejanos a buscar castañas a otros lugares. Ahí obviamente hay negocio porque si no sería estúpido gastar en transporte. ¿Pero saben que es lo más qué me hace gracia? Que a día 1 de diciembre nadie quiere castañas. Porque la tradición dicta que de la noche de San Andrés no pueden pasar. Y ya luego de destrozar árboles y terrenos le dejan el sobrante, que no sirve, al propietario que tampoco puede ya venderlas. Esto de que el vino de un año para otro no sirve y de que después de San Andrés no se pueden comer castañas me parece uno de los máximos exponentes de la estupidez humana. Y aún más estúpido es que encima se le quejen a estas fechas a los agricultores de lo cara que está el producto, pongamos un precio entre 2, 2,50 € el kilo, castañas frescas, y luego el día anterior a San Andrés las paguen a 5 € el kilo y secas. Y a veces castañas hasta de fuera. ¿Qué disparates son estos?
Por favor respeten lo ajeno.
Hoy lo expreso desde este blog y a título particular. He vivido el problema, no de una manera grave, pero lo he vivido. A mí la castaña sinceramente no me gusta. Pero son mis castañeros , mis terrenos y mis castañas y también sufro las consecuencias de personas que se creen que vivimos en una especie de si te gusta llévatelo. Me voy a ir yo a tu casa a llevarme lo que me gusta a ver si a ti te gusta. Seguro que no.
Todo mi apoyo para el mundo de la agricultura que en estas fechas pasa este calvario anual. Y también toque de atención las instituciones públicas. Esto no se arregla con cartelitos o charlas informativas. Esto se arregla con presencia policial. La pondrán cuando ocurra una desgracia.
Quiero contarles una anécdota personal que me ocurrió hace unos años en los momentos más duros de la crisis. Cogí in fraganti a dos chicos jóvenes cogiendo castañas en mi terreno. Era un día entre semana y muy temprano. Y me sorprendió la juventud de aquellos adolescentes. Uno tendría 12 años y el otro no más de 15. No llevaban entre los dos muchas castañas y les pregunté si no iban al colegio o al instituto. Y me fueron tajantes en la respuesta. “En mi casa están nuestros padres en paro y no tenemos para comer. Venimos tres veces por semana a buscar castañas para comer o para vender y comprar algún alimento”.
Hay que mirar también ese tema señores políticos y analizar por qué en los últimos años el tema de no respetar las castañas ajenas se ha ido de las manos.
Sé que esto no es un tema exclusivo de La Orotava pero quería hacerme eco de él. Por solidaridad con los agricultores y por reivindicar el derecho a la propiedad privada. Échese todo el mundo una castaña, su cuarta de vino y su pescado salado. Faltaría más. Pero respeten lo ajeno. Y al igual que se compra el vino, las papas y el pescado hay que comprarse las castañas. Porque si no esto es un vacilón como una castaña.
Un saludo. 

© 2017 Francisco García.
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Primera edición del texto: Noviembre de 2017.



Imágenes obtenidas de la pagina de Agrocabildo de Tenerife.