Hoy es una onomástica triste pues
se cumple el cuarto aniversario del fallecimiento de David Pérez Portocarrero
el recordado y añorado “Porto”. No es solo día luctuoso para su familia sino
para tantos amigos como hizo en vida y que jamás lo olvidaran.
Han pasado ya algunos años y personalmente
aun cuesta creer lo que es la funesta realidad. Dicen que la vida es así, pero
a veces uno tiene que rebelarse contra la propia vida porque nunca he
comprendido cómo puede haber bichos tan ruines que llegan hasta octogenarios y
nonagenarios y luego un chico que tanto amaba a su pueblo y tan apreciado era muere
en el umbral de la treintena. Porto fue otro garante en alianza con la tradición
que amaba a su pueblo y su cosmogonía y entendía muy bien qué es La Orotava. En
su momento le dediqué un artículo, dejaré el link al final, y este año le
dedico estas breves palabras pues el pasado mes de mayo por la festividad de nuestros
Santos Patronos abrí mis archivos fotográficos y me encontré con varias fotos de
él cargando a Santa María de la Cabeza un 15 de mayo del año 2006. No tengo
muchas fotos de él y me dije en diciembre lo recordaré de nuevo con una de
estas imágenes. Poco más puedo añadir junto al otro escrito realizado hace dos
años. Aquí se le sigue recordando pues en su breve paso en este mundo sembró
afecto y cariño en muchos corazones en los que dejó una profunda y grata huella.
Ojalá Porto que Cristo, la Virgen y tanto santos/as que cargaste sobre tus
hombros te llevaran de la mano al Paraíso Eterno.
Hay un viejo poema escoces que
dice así y que bien se le puede agasajar al recuerdo de Porto:
Puedes llorar porque se ha ido, o puedes
sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva,
o puedes abrirlo y ver todo lo que ha
dejado;
Tu corazón puede estar vacío
porque no lo puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartiste.
Puedes llorar, cerrar tu mente sentir el
vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a él le gustaría:
Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva,
o puedes abrirlo y ver todo lo que ha
dejado;
Tu corazón puede estar vacío
porque no lo puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartiste.
Puedes llorar, cerrar tu mente sentir el
vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a él le gustaría:
Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
Descansa en paz Porto junto a tu tío
Jose.
Link al articulo que le dediqué a Porto hace dos años: En recuerdo a David Pérez Portocarrero "Porto".
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Primera edición del texto: Diciembre de 2019.