Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Las islas canarias.


30 de Mayo día de Canarias y aprovecho para escribir sobre esta bendita tierra canaria. Creo que somos unos privilegiados de poder vivir donde vivimos, con este clima tan benigno durante todo el año, aunque ya saben que yo preferiría temperaturas más frías y lluviosas en invierno y veranos no tan calurosos. Pero aun así el clima de aquí es de los mejores del mundo lo que invita al turista a visitarnos. Unas islas que ya en la Antigüedad eran consideradas el Jardín de las Hespérides, incluso el general romano Quinto Sertorio quiso fundar el reino de las Afortunadas. Incluso mucho antes Plinio el viejo se había quedado maravillado de esta bendita tierra. Tenemos desde largas playas de arena en Fuerteventura, el bello y a la vez agreste paisaje volcánico de Lanzarote o todo el verdor del norte de Tenerife y La Palma o la magia del bosque del cedro en La Gomera. Islas con múltiples paisajes y microclimas únicos. Solo nos falta tener ríos. Aunque hablar de Canarias en general es difícil dado que somos un territorio fragmentado en ocho islas, a mi me gusta decir ocho porque siempre nos olvidamos de ese paraíso de la tranquilidad como es la Graciosa.
Creo que ciñéndome a Tenerife pues más o menos puedo dar una opinión porque las islas aunque a distintas velocidades todas siguen un mismo rumbo. Pero en mi opinión uno rumbo errático. Aunque desde fuera haya sobre Canarias mucha leyenda urbana y se nos considere que vivimos en un cómodo paraíso. Y digo rumbo errático porque creo que nuestro archipiélago está perdiendo sus señas de identidad, sus tradiciones y muchas cosas en todos los ámbitos que preocupantemente los que somos de mi generación fuimos los últimos en verlo. Vivo en un pueblo con tintes ya de ciudad no puedo negar que siempre he estado muy en contacto con el mundo rural isleño por múltiples motivos. Pero si hay algo que hace unos años me ayudó a refrescar la memoria y a conocer otras cosas de nuestra tierra ha sido gracias a TVE en Canarias. Y esto es debido a que TVE en Canarias cuando cumplió 50 años de estar presente en las islas sus centros territoriales difundieron bastante archivo fílmico en la 2. Cada tarde emitían, hoy afortunadamente también puesto en Youtube, para mí el mejor programa producido por Televisión Española en Canarias como fue “Senderos Isleños”, aunque la Luchada y Tenderete tienen el listón muy alto. Mediante mis vivencias personales y lo que pude ver en la 2 cada tarde comprobé cómo se van perdiendo las múltiples peculiaridades de posiblemente junto con los gallegos y la cornisa cantábrica el pueblo más rico en acervo cultural dentro de España. Y no me refiero a las actividades festivas, esas sobreviven bien, aunque muy corrompidas. Me refiero a la vida y folclore rural que hasta no hace muchas décadas se daba en estas islas. Rezadoras, curanderos, animeros, pastores, carboneros, la gente que vivía del monte, los que vivían de la mar utilizando artes antiguas de pesca hoy desaparecidas… En definitiva, todo un mundo que en pos de la modernidad y el mercado inmobiliario han ido desapareciendo.Se han cargado múltiples lugares del archipiélago construyendo de forma desmedida, derribando casas antiguas, recalificando terrenos rústicos en urbanizables llegando a hacer edificios de 4 plantas en medio de zonas de campo como lo he visto yo y un largo etc que los canarios que nos preocupamos de que todo tiene que tener un límite, y construir sí, pero no a cualquier precio, vemos cada día cuanto se ha destruido y se destruye. Todo esto unido a una forma de legislar desde un cómodo despacho de una capital de provincia o desde una nación que por ejemplo no permite que el pueblo limpie el monte recogiendo pinocha, leña, horquetas, helechos… vamos es que ya ni plantas aromáticas. Muchos técnicos en medio ambiente me han dicho que estas leyes tan restrictivas han sido mortales pues el monte no se limpia con lo cual es terreno abonado para incendios y encima el pueblo se desarraiga de algo que lo tenían como propio y lo mantenían por ser un medio de vida. Lo que no puede ser es leyes absurdas de multas por coger un poco de orégano en el monte. Y después resulta, en el blog escribí el año pasado sobre ello, a los que poseemos terrenos con castañeros se nos tiene en una desprotección total frente a aquellos que nos roban las cosechas de castañas y que se encaran con nosotros porque dicen que los castañeros son públicos. ¿Esto es entendible? Porque si algo tiene que apreciarse en nuestra tierra es la vida rural y sus montes y cumbres. He querido empezar por la vida rural porque creo que se está perdiendo una fuente de sabiduría muy importante y un espacio donde se hacía pueblo en épocas donde gracias al mundo agrario se pudo subsistir. Todo eso siempre mantenido con el esfuerzo y dinero del agricultor y ganadero. No cómo ahora, que mientras nuestros campos se abandonan ante las imposibilidades económicas de explotar y rentabilizar la tierra fértil.
Otro tema que me preocupa de esta tierra como ya he dicho es el urbanismo desmedido. Se ha construido sin poner coto alguno y no se ha respetado nuestras costas, mundo rural y arquitectura histórica. Se ha hecho en las islas, sobre todo las mayores, una especie de diseño sin orden que comparándolas con otros lugares choca bastante y para mal.
En lo referente a nuestras fiestas y tradiciones algunas se han mantenido y otras gracias a la labor de asociaciones y colectivos se están recuperando de lo cual me alegro. Las tablas de Icod, la Romería del poleo, los Mayos en La Palma, el baile de los enanitos, la fiesta de los corazones en Tejina, el baño de las cabras en el Puerto de la Cruz, el correr el cacharro por San Andres en La Orotava… y tantas fiestas que tienen nuestras islas muchas de ellas heredadas directamente de los antiguos aborígenes guanches. Todo ello unido a las festividades de carácter religioso como la bajada de la virgen de la Nieves, el Corpus y las alfombras de La Orotava, la Virgen del Pino en Las Palmas, la Semana Santa de municipios como La Orotava y La Laguna, el arte de enramar las cruces por mayo ya únicamente existente de forma generalizada en Canarias dentro de España. Y como no, la bajada de la Virgen de los Reyes en el Hierro con sus incombustibles bailarines. Eso hay que vivirlo, sobre todo a la llegada y ver aquella gente que no para de bailar en honor a su Virgen. Hay que ser canario para entender eso. Por su puesto al hablar de festividades religiosas no puedo dejar de omitir la festividad de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. Antiguamente una fiesta muy arraigada en el pueblo canario donde se rezaban por las santas almas del purgatorio y se tenia un respeto hacia nuestros ancestros y no ahora esa machangada de Halloween. ¿Pero esa mierda de fiesta nos identifica cómo canarios? Guárdame un cachorro. En este caso una calabaza. Afortunadamente en Gran Canaria se están recuperando los ranchos de animas que tan arraigados fueron antaño en la isla.
Luego hay otras celebraciones que se han corrompido porque se han politizado como el carnaval o muchas romerías. Y fiestas mágicas que se han convertido en macro botellones como son las hogueras de San Juan. Una fiesta llena de misticismo y sincretismo que en Canarias tiene todo un rico folclore detrás. A mi me enfada mucho el tema de la noche de San Juan y como se ha descompuesto. Yo siempre lo he dicho que mi ilusión es ir a una hoguera la noche de San Juan en un lugar mágico como el Llano de Ucanca. Y hacer una verdadera noche de San Juan y no esa basura de botellones. Y hablando de noches mágicas no puedo omitir la magia que envuelve a este archipiélago. Duendes, hadas, brujas y aquelarres, fenómeno OVNI, espíritus, como Catalina Lercaro, espectros errantes, la luz de Mafasca y o lugares llenos de misterio como la Quinta Verde. Y no me olvido de la mítica isla de San Borondón entre tantos lugares y tradiciones mistéricas que son parte del ADN de estas islas.
Hemos de conservar esos lugares únicos en las islas como Las Cañadas, Garajonay, la Caldera de Taburiente, el bosque del Cedro, la Rambla de Castro, los altos de Teno, los múltiples lugares que tiene Las Palmas como Telde o Tejeda entro otros. O toda Fuerteventura en sí que tiene unos pueblos preciosos.
Sí me he dado cuenta y con alegría de la amplia labor de recuperación de los juegos tradicionales o juegos que teníamos de niños como eran el trompo y el boliche. Aunque el boliche se ha perdido el trompo aun pervive. Veo a muchos niños en La Orotava por la calle jugando al trompo y me alegro. Yo aun en mi casa conservo algún trompo de madera. Y ya de los juegos tradicionales pues juegos como el del palo según me dicen se mantienen muy bien. A mi sinceramente me gustaría poder saber el salto del pastor. Es una cosa que siempre me ha llamado mucho la atención.
Igualmente hoy quisiera también tener un recuerdo para las nobles gentes que pueblan este archipiélago. Gente sencilla y trabajadora. Gente que a sufrido el tener que luchar contra esta agreste orografía para subsistir, que han sufrido ataques piratas, épocas de hambre y sequías y por desgracia el fenómeno de la emigración o la guerra. Y a veces emigración forzada para poblar América en tiempos del Imperio. Pero de esa inmigración que iba a trabajar y aportar conocimientos. Pero a pesar de todo eso somos un pueblo cercano al visitante y de gente grande. A veces creo que de nobles nos hemos pasado y por ese tenemos esa mala fama de aplatanados. Pero no es que seamos así, es que somos de carácter afable con el de fuera. Por eso siempre digo que hay mucha leyenda urbana sobre los canarios que no se acerca ni de lejos a la realidad. Obviamente también hay gente mala como en todos lados. Eso lo compruebo a diario. También mucha gente que viene de fuera, sobre todo de la Península y se cree que somos indígenas en taparrabos y que ellos son los listos. Es la típica persona que despectivamente la llamamos godo. Porque godo es una actitud no una procedencia. Peninsular es el compatriota español que viene a esta tierra y se adapta a ella perfectamente. El godo pues es eso, un godo. Y lo peor no es un godo de allá, sino un canario que se cree godo. Que existir existen. Y algunos aparte de creérselas todas, son muy malas personas.
Hoy, día de Canarias, todos los políticos vendrán a dárselas de canarios enarbolando banderitas de siete estrellas verdes (y porque no estamos en Navidad que si no se ponen a cantar aquello de Canarias una sola será en esta Navidad) y diciendo que el buen canario es aquel que tiene una ideología política en concreto. Yo me río de toda esa gente que mucho canario y mucho tal y luego no sabe ni abrir un erizo para sacar una castaña. Este que escribe esto que está muy lejos de nacionalismos e independentismos. Su patria chica es La Orotava y su patria grande es España desde niño ha estado pateando los montes. Yendo al monte a buscar helecho y pinocha para hacer estiércol. Picando helechos para mezclarlos con la pinocha y la cagada de conejos, cabras, gallinas y cochinos. Buen estiércol ese. Parte de la vida unido a la tierra, no laboralmente, porque mis actividades laborales son otras, pero sí para mantener la tradición de mis ancestros. Cómo dice la gente mayor “tengo un pedacito”. Yo siempre he sido medio mago y me siento orgulloso de ello. Pero de eso no se puede comer y era una actividad secundaria. Mi vida profesional nada tiene que ver con el mundo rural. Por eso a mi cuándo me viene un@ a decirme y hablarme de canariedad me da la risa de que una persona de estas por llevar una camiseta con el burgado y una banderita de siete estrellas verdes ya se cree más canario que otra persona. Como decimos en Canarias “arranca rebenque”. Aunque hay que admitir que también hay gente de burgados y siete estrellas verdes que ha hecho mucho y muy bueno por Canarias al igual que otros que prefieren la Rojigualda.
Preparen para hoy un buen cherne, una jarea (como dice un cantar canario “cásate conmigo que papas y jareas no han de faltarte”) con papas bonitas o con conejo en salmorejo, una carne de cochino asada, unas papas con piñas y costillas, unos chochos y un buen vino de la tierra. Tinto del norte de Tenerife o blanco de Lanzarote. O un vasito de Gomerón.Yo no bebo, así que denme agua de La Orotava, Clipper y Urban. Eso más un buen pan sobado, unas tortas de millo  o de manteca, almagrote, guarapo, unas quesadillas del Hierro, unos chorizos de Teror, un queso de masca con miel, unos buenos productos de repostería (a mi denme frangollo) y una pelota gofio bien hecha con queso curado del Hierro o plátanos escachados con gofio.  Cantando canciones canarias al son del timple, el tambor y la chácara.
Pero no se dejen engañar por canarios que dicen que son los auténticos y que solo utilizan estas islas para enriquecerse. Que al canario lo único que le han dado toda su vida es pico y pala y trabajar de sol a sol. Vayan a los campos y que un octogenario y nonagenario les enseñe las manos a ver si miento. Y el mercado laboral tampoco ha cambiado mucho. Tal vez empeorado. Habrá que preguntarle por ejemplo a las “kellys”. Mencionando a la gente del campo recuerdo cuándo las cosechas de papas no las diezmaba la polilla, otro pufo que dicen que la iban a eliminar, y cogíamos al día 200 o 250 sacos de papas de aquellos de 50 Kg, cuando no de 75 Kg. Los hombres cavando y venga cuchara de gofio y vasito de vino atrás. Y si no, chocolate la Candelaria. Y las mujeres cogiendo papas y hablando de las cosas de antes y cantando. Y yo me empapaba de todo aquello. Por eso yo no necesito el “copia y pega” en este blog porque sé lo qué hablo. A veces entre las señoras había alguna alcahuetilla que venía a contar lo que no se debía, pero mi abuelo enseguida cortaba el rollo. Yo he sido más radical con esos temas y por allí no volvían. Y luego a comer sentados sobre la hierba un buen pescado salado o carne y probar las papas nuevas. Se me viene ahora tanta gente a la mente fallecidas hace ya tantos años… Eso sí era hacer canariedad y buena vecindad. Y tener los campos limpios como terrenos de siembra. Eso no es que me lo contaran a mi o lo viera por algún documental o algo. Eso lo viví yo y en terrenos de mi propiedad. ¿Qué me van a venir a contar a mí? Un día que vengan a contarme pajadas que los voy a llevar a coger papas o a vendimiar para que agachen la peta un rato. Para ir a coger chochos no, que eso lleva un proceso de tener que dar palos y puede ser que se me escape alguno dónde no deba.  Frutas, verduras y demás ¿sabrán los los voceros de la “canariedad interesada” ni cómo se coge y abre un higo de pico? Tengo mis dudas. Eso sí, para aguacates y piñas de millo les falta boca para comer. Y si son regalados mejor. Y ya con vino ni digamos. Luego se quedan todos extrañados cuándo tras semanas pasada la vendimia uno le pone el fosforo en la boca del casco a ver si aún está la sangre de Cristo “hirviendo” y preguntan para qué es eso. Una vez estaba un “enterado”, bobo mierda para explicarme mejor, y le dije eso por los gases, para comprobar si explota. Ayy Señor… Yo les pongo a tod@s est@s el traje blanco de dar fitosanitario para que vayan blanquitos de primera comunión. Me van a dar a mí lecciones de canario ahora.
Hoy se verá a todos los políticos, de cualquier partido, presumiendo de canarios. Esos mismos políticos que tratan a las islas por categorías según les interese. O lo que es peor cuando tratan a comarcas de primera, segunda y tercera como en el caso del norte de Tenerife que la tienen a la cola en inversión publica. Hoy somos todos canarios y mañana ya se olvidan del tema y se centran en los lugares donde tienen puestos sus intereses políticos. Eso son los que se hacen llamar canarios de corazón. No me convencen.
Se me quedan un montón de cosas por contar, pero si no se hace esto muy largo y me aburre entrar en los politiqueos de escribir de empleo, sanidad, educación, servicios sociales, desigualdades, leyes electorales entre otros temas.
Y en mi despedida un saludo y abrazo a tod@s los que por diversos motivos están lejos de casa, por el motivo qué sea, y diseminados por todo el planeta. Siempre presentes en el recuerdo en este blog.
Feliz día de Canarias para tod@s y pórtense bien. Y como decía un famoso anuncio: “Que suerte vivir aquí”.


© 2015 Francisco García.
© 2018 Francisco García.

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Primera edición del texto: Mayo de 2015.
Segunda edición del texto revisado: Mayo de 2018 

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