Este
escrito lo publiqué en Facebook en mayo del año 2014. Hoy lo recupero para el
blog. Aunque lo he modificado un poco para actualizarlo pues ya Hilario no
ejerce de betunero en La Orotava.
Vivimos
por desgracia en la época de la manufacturación, la informatización del trabajo
y en que el numero de unidades y el beneficio obtenido priman sobre la calidad.
Hoy nos es ya casi imposible encontrar a herreros, toneleros, caldereros,
zapateros, curtidores, barberos… en definitiva artesanos que ya están en vías
de extinción. Pero dentro de todas estas profesiones de antaño hay una que ha
ido desapareciendo y más que por industrialización creo que por avance social y
económico, o porque la gente ya betuna sus zapatos ellos mismos en su casa y
debido a los bajos precios del calzado se prefiere estrenar zapatos nuevos cada
poco tiempo que a cuidar y mantener los usados, lo que ha hecho que la profesión
de betunero haya ido paulatinamente desapareciendo. Los betuneros eran una de
las profesiones más extendidas antaño porque no había pueblo que no tuviera uno
o más. Antes como había solo uno o dos pares de zapatos al menos se tenían bien
lustrados. Yo mismo no me acuerdo de los betuneros de La Orotava y creo que había
unos 3 o 4. Aunque si no me equivoco en los años 90 un señor creo recordar que vecino
del barrio de los Cuartos ejerció una temporada de betunero y todo el dinero
recaudado iba destinado a los niños bosnios que se trajeron a Tenerife durante
la guerra en su país. Pero no estoy seguro porque en esa época no estaba yo por
La Orotava. Pero
hago memoria de que era por ese motivo.
Un
día por Facebook me enteré gracias a los amigos de Oropyme de que se había
instalado en la Plaza
del Quiosco un betunero. Aunque Hilario en La Orotava empezó a ejercer
su oficio en la parada de guaguas. A mi como me picó la curiosidad fui a verlo.
Y me alegró enormemente ver que había vuelto un betunero a dicha plaza, porque
una de sus imágenes iconográficas de antaño era precisamente la de los
betuneros. Aparte dicho sea de paso y creo que con toda justicia, la solera que
le daba a la mejor plaza de toda La
Orotava su presencia. Y más desde que adoptó la uniformidad
que lleva ahora y que le da un aire de personaje antiguo que según me he
enterado por el propio Hilario es uniforme habitual de los betuneros argentinos,
país de origen de Hilario. Ignoro si en algún otro pueblo de Tenerife existen
todavía betuneros en activo. En la
Península sí los he visto pero por aquí no.
Con
Hilario trabé cierta confianza sobre todo gracias a mi amigo Manolo y a mi
amigo “Mentís” como lo llama Hilario. O cuando coincidíamos en la Tesela y se picaban mi
amigo “Mentís” y él en un verdadero cuadro del sano y divertido debate porque
cuando no discutían por la cartera que nunca apareció para que Hilario la arreglara
lo hacían por otra cosa. Anécdotas que a Hilario le servían para evocar un
recuerdo de su infancia con un perrito que tenía y que lo llamaba Mentís.
Hilario
me parece un buen tipo. Muy serio y competente en su trabajo. Me parece una
persona muy honrada. Ha sido un hombre que por las circunstancias de la vida se
ha hecho a sí mismo y que como yo suelo decir, la vida lo ha hecho catedrático
de la misma. Se adaptó muy bien a la
Villa pese a que si no eres de aquí comprender la esencia de
este pueblo a veces cuesta. Aunque residió en Santa Úrsula 14 años los villeros
lo consideramos una persona más de nuestra familia porque ha calado en La Orotava.
Me
parece un verdadero artesano porque aparte de betunar zapatos, hace carteras,
herraduras con fotos, cose, hace cajitas como joyeros, arregla piezas de metal,
trabaja el cuero e incluso hizo una silla con jugadores históricos de fútbol
que es una maravilla. Y ya ni qué decir de su caja de betunero que es una
maravilla artesanal. Hilario es en definitiva un artífice de los tiempos pasados que a mano y a base de paciencia
e imaginación realiza sus obras. Es de esa clase de personas amañadas para todo
con un inmenso ingenio. Aparte de que me he enterado que es un sibarita en asar
todo tipo de carnes.
Cierto
que es originario de un país donde aun su profesión está en vigencia. Aquí nos
cuesta, como ya me he referido, ver más estas actividades profesionales. A
veces, cuando tenía tiempo, me ponía a observar su trabajado y ver como utilizaba
los variados productos que lleva siempre en su caja de betunero. Observándolo a
él aprendí muchas cosas como el cuidado de los zapatos y chaquetas de cuero que
parece una tontería pero que con pequeños mantenimientos son prendas que pueden
durar toda la vida. Cosas que uno ni se le hubieran pasado por la cabeza y que
son secretos de maestros artesanos como Hilario.
Hilario
en poco tiempo se convirtió en un personaje iconográfico de La Orotava.
Municipio que ya también es el suyo. En la ausencia que tuvo por su operación
parece que le faltaba algo a la plaza. Era como una especie de vacío entrar en
ella y no verlo. Ausencia que ahora por desgracia parece ya definitiva o como
menos una ausencia a corto y largo plazo.
Hilario
hace tiempo que no coincidíamos y el otro día cuando te vi hablamos poco por
las prisas. Ignoro si ya cumpliste tu sueño de ver a tus hijos y conocer a tus
nietos y bisnietos que están en Argentina porque sé que esa es tú gran ilusión
y seguro que pronto se hará realidad si no se ha hecho ya. Ya sabes que te lo
digo de corazón. Me siento privilegiado de haberte podido conocer y seguro que
“Mentís”, Manolo, Román, don Antonio… y tantas otras personas que también se
sienten igualmente privilegiad@s de poder tratar contigo. Con este humilde
escrito no solo he querido hacerte un pequeño homenaje a ti, sino un homenaje a
los antiguos betuneros de este pueblo. Porque aparte de ganarte la vida con esto
has rescatado parte de nuestra memoria histórica de La Orotava. Y eso es algo que yo
personalmente valoro mucho y más cuando lo hacen gente seria que van por la
vida sin hacer daño a nadie y ganándose el pan honradamente. Encontrar hoy en
día gente de tú valía humana y profesional es tarea hartamente difícil. Sabes
que esto no lo digo por quedar bien sino porque es una realidad que cualquiera
que te haya tratado lo afirmará.
Eso
sí Hilario, cámbiate de equipo de fútbol porque ahí estas verdaderamente
jodido. Y seguro que estas palabras más de uno las ratifica.
Un
saludo Hilario y que tú presencia en esta Villa de La Orotava o dónde el
destino te lleve dure muchos años y sea fructífera como así lo deseamos tod@s.
*Meses
después de este escrito Hilario quiso establecerse en un local comercial donde pudiera
trabajar más cómodamente. Estuvo en dos zonas del centro de La Orotava y ahora
ha vuelto a ser betunero como los de antaño. Pasó a betunar en el municipio de
Icod de los Vinos y tras una breve estancia se ha asentado en la plaza del
Charco en el municipio vecino del Puerto de la Cruz.
Allá
donde vayas Hilario ya sabes que se te quiere y aprecia. Y como te dije el otro
día nunca olvides La Orotava y nuestra plaza insignia. Me gustaría verte un día
por allí betunando. Para recordar viejos tiempos. Por eso te traigo hoy al
blog. Porque eres de esas personas que sin ser villeros te conviertes desde el
primer segundo que has pisado nuestro suelo. Y eso te convierte en uno de los
nuestros.
Un
abrazo amigo.
©
2017 Francisco García.
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Primera
edición del texto: Mayo de 2014.
Segunda
edición del texto revisado: Febrero de 2017
© 2014
©
2017
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Hilario el betunero.
Foto: © Paco García 2014 |