Don José Garrido Burgos.

Este escrito sale con demora pues ayer me enteraba entrada la tarde de que había fallecido don Pepe Garrido, padre de mi querida amiga Judith. Inmediatamente contacté con ella pues aunque tenía constancia de que don Pepe había tenido una recaída no pensé que desembocaría en su fallecimiento. Esta mañana al llegar de Santa cruz inmediatamente fui a su duelo y las muestras de dolor allí demostradas fueron claro ejemplo de lo que don Pepe fue en vida.

¿Quiénes entre cierta franja de edad no conocimos a don Pepe? Creo que pocas personas a lo menos en La Orotava. Gran hombre y emprendedor que multiplicó sus potenciales humanos para con su familia, amigos y empleados. La de anécdotas que tenía don Pepe en las Cañadas trabajando muchos años en la zona. Esta mañana en el duelo conversé con familiares y personas que habían trabajado con él. Permítanme que mantenga la discreción de las conversaciones que mantuve pues eso queda en el ámbito privado. Pero tanto su familia como amigos y demás coincidieron sin fisuras en la grandísima y benevolente persona que fue don Pepe. Incluso con actitudes que hoy en día son muy difíciles de encontrar y que hicieron del mismo todo un caballero.

Don José Garrido Burgos.

Luchó por seguir adelante hasta el final de una forma ejemplar. Con una familia que se desveló y cuidó de él arropándolo hasta el ultimo instante de su vida. Tengo la certeza de que se fue tranquilo. De esas personas que llegado el ocaso de su vida y sabiendo que ya el desenlace está cerca pasan al otro lado en paz porque saben que en esta vida ya han cumplido su deber. Sé que estas palabras ahora mismo para la familia son inicuas ante la perdida de un ser querido. Son momentos del lógico duelo hasta que el tiempo mitigue el dolor y los sustituya por los buenos recuerdos que don Pepe dejó en esta vida. Seguro que dónde ya esté se encuentra tranquilo y feliz y seguirá ayudando a los suyos. Siéntanse muy orgullosos del esposo, padre, abuelo y bisabuelo (le venía su primer bisnieto en camino). Y con igual orgullo se puede decir de ese cuñado, tío y primo. O amigo y jefe que han tenido porque fue el mejor que pudieran desear y tener como así me lo expresaba esta mañana una persona. Incluso algunos de sus antiguos empleados no podían ni articular palabras ante el abatimiento de esta pérdida irreparable.

Se nos va un buen hombre. De esos que con sus fallos y aciertos pasan por la vida haciendo el bien y dejando la esencia humana solo propia de las grandes personas. Almas que engrandecen a una familia, a una profesión y a un pueblo por esa forma tan especial de ser. Cuando se va alguien así indudablemente un municipio pierde esencia humana como hoy le ha sucedido a La Orotava.

Mi más sentido pésame para su viuda doña Inés, para sus hijos Jose, Carmen, Macarena y Judith, nietos y familia. Un abrazo enorme para mi querida amiga Judith pues esta mañana me la encontré rota de dolor. Ahora por él has de ser más fuerte que seguro que tu padre sigue acompañándote. Las personas no mueren mientras las llevemos en el corazón y él ahora vive por medio de todos ustedes. Don Pepe seguro que está muy orgulloso de ello. Tengan por seguro que se volverán a encontrar cuando el tiempo y el espacio dicte que sea así. Ahora a ustedes les toca ser fuertes y a él iniciar el viaje a las moradas cósmicas.

Descanse en Paz don José Garrido Burgos.

*La misa por el eterno descanso de don Pepe será el próximo martes día 18 de febrero a las 19:30 en la parroquia de la Inmaculada Concepción. 

ANEXO:

De forma inesperada acabo de recibir una llamada telefónica de mi querido amigo Antonio Polo Regalado “Ñete”, pues se enteró del fallecimiento por este escrito, contándome una bonita historia de don Pepe que no puedo dejar de trascribir por el valor histórico de la misma.

Don Pepe era natural de Málaga y vino a La Orotava a realizar el servicio militar al antiguo R.I.L. Orotava 69 desempeñando las funciones de asistente del por entonces capitán don Leopoldo Lafuente. En esa época don Pepe conoció a su esposa doña Inés. Finalizado su periplo como militar de reemplazo comenzó a trabajar en la tan recordada Academia y luego por su cuenta junto a su hermano Mariano (que luego tuvo en el municipio de Los Realejos el bar los Cazadores) en el sector de la hostelería. Mariano Garrido era de mucha confianza con su paisano don Paco Polo propietario del Suizo llegando a residir durante un tiempo en dicho lugar. Vidas paralelas las de los hermanos Garrido y la de don Paco pues él también vino de Málaga a realizar el servicio militar en la mítica Quinta del 1 y aquí conoció al amor de su vida. 
Me relata Ñete una anécdota que yo desconocía como fue que un Miércoles Santo al paso del Cristo de la Humildad y Paciencia don Pepe, desde una de las ventanas de la pensión-bar el Suizo, le cantó una saeta a dicha imagen en una época que no era costumbre de ello en nuestra Semana Santa siendo él el primero en hacerlo según opinión de Ñete.

Ñete me trasmite su pesar por el fallecimiento de don Pepe al cual trató mucho y lo conoció en sus años mozos y me llamó porque quería que dejara constancia de estas anécdotas y de la gran calidad humana que tuvo don Pepe que se suman a las muestras de afecto que se están dando en las redes sociales.