Hace dos años escribía
esta pequeña reflexión que hoy rescato para el blog. La he modificado un poco
para tal fin, aunque en esencia es casi lo mismo redactado en el año 2016.
¿Qué es la 8 Km
Orotava para ti?
Esta fue la
pregunta que hace unas semanas (en el año 2016) la organización de la carrera 8
Km Orotava les lanzaba a sus participantes y en la que cada un@ daba su opinión
al respecto. Algunas opiniones incluso están en Youtube. Aunque no es mi tema
en sí, pues yo no participio como corredor, sí que me gustaría dar mi opinión
al respecto.
Los que me conocen saben
que yo me meto en la carrera sin estar en ella por el tema de la fotografía. Digamos
que fotográficamente soy muy agresivo y quedarme en un sitio fijo es algo que
hasta me desespera. Simplemente no es mi estilo fotográfico y sinceramente creo
que cuando haces photorunner si te quedas estático te quedas “muerto”. Pero
cada cual tiene su modo y todos muy respetables. Después de siete ediciones ya
uno se forma una idea muy compacta de esta carrera. Creo tener ya algo de
experiencia por verla a través de mis ojos y de un objetivo, y quisiera sumar
mi humilde opinión sobre la pregunta hecha.
La 8 Km Orotava
para entenderla y quererla hay que vivirla desde dentro. No desde un punto estático,
como he dicho más arriba, del recorrido o viéndola y queriéndola entender como
un grupo de personas que se echa a correr sin más por la noche en el Casco
antiguo de La Orotava. Eso es una opinión muy inicua y estéril. Muy respetable
para el simple espectador. Pero no para el que la vive o tiene cerca a gente
que la vive. Tengo la suerte de vivirla y conocer a gente que la vive. Llevo
siete años, desde la primera edición en mayo de 2011. Recuero cuando mi amigo Maikel
me llamó por teléfono tres horas antes de empezar la carrera y me dijo agárrate
la cámara de fotos y ven que yo creo que esto va a ser espectacular. Lo primero
que me cogí fue un enfado porque no tenía las baterías de la cámara cargada ni sabía
el recorrido. Pero fui y admito que un poco de mala gana, pero por el
compromiso dado a un amigo. Misteriosamente al segundo uno que marcaba el
cronometro ya estaba enganchado a ella. No solo por el tema fotográfico que me
gusta, aunque lo paso muy mal en estas carreras nocturnas por la poca luz que
hay y que yo, pese a las siempre reiteradas preguntas no soy fotógrafo. Aficionado
y de los malos. Pero cuándo uno empieza a observar la camaradería y buen rollo
que existe en la carrera, que empieza mucho antes, desde los entrenamientos
previos. El esfuerzo ejemplar de sus participantes. El haber insertado el
deporte adaptado en ella siendo pionera en ello, al menos en esta zona. El
ambiente que se vive en las calles… ha hecho que se convierta en un espectáculo
simbiótico entre corredores y espectadores y que es el hecho primordial para el
éxito de la 8 Km Orotava. Porque La Orotava tiene su encanto nocturno. Siempre
digo que pasear por el Casco antiguo a las 3 de la mañana parece que te
retrotraes a otra época. Y cuando empiezas a oír el croar de las ranas o algún
toque de campana por la brisa es algo que a mí personalmente me hace una
infantil ilusión. Es verdad que los villeros que estamos muy arraigados al
pueblo entiendan más estas palabras que los participantes de fuera. La
organización de la 8 Km ha sabido mezclar deporte, espectáculo y cultura en el
corazón de la Villa. El trayecto pasa casi en su totalidad por todos los edificios
y casas históricas principales del pueblo. Por calles llenas de tradición. Las
mismas calles que no hace mucho se prosesionaba el Corpus sobre nuestras
alfombras de flores. Donde días más tarde nos vestíamos de magos para la Romería
y mucho antes se llenaba de los múltiples colores carnavaleros que tomaban
relevos de los mágicos colores de la Navidad. Y donde en unas semanas los
espartan@s se vestirán de corto para hacer lo que más les gusta y más les une.
Correr. Así es el Casco de La Oortava. Un espacio extraordinario que se
mimetiza en los múltiples actos de todo tipo que pueblan sus calles a lo largo
del año.
He comprobado entre
los participantes la gran unión que tienen y la amistad que les une muchas
veces siendo de otros pueblos y equipos. Creo que los colores y emblemas de las
camisetas es lo de menos. Lo bonito es disfrutar de este deporte y en buena compañía.
Al final no importa una marca en el crono, podio o trofeo. Importan las
vivencias humanas que se experimentan y se quedan en la memoria para toda la
vida.
En estos siete años
he fotografiado mucho. He conocido un montón de grandes deportistas y mejores
personas. Personas ejemplares con unos valores de superación más allá de lo
imaginable. Por ejemplo, Lionel Morales y Yancy Cabrera. Un señor mayor que
vino en el 2012 y desprendía una humanidad infinita. ¿Germán se llamaba? No recuerdo
ahora su nombre. He conocido a gente íntegra como Norberto Chávez, Fernando José Cruz, Gustavo
Molina, Rafa Botello o Antonio Muller. Todos ellos emblema del deporte adaptado
en España. O niños igual de ejemplares como Claudia, Juanito, Pablo o Anthony
entre otros. Siempre apostando por el deporte unido al deporte adaptado.
Siempre dando ejemplo.
Han sido ya miles
de fotos hechas. Han sido muchos participantes los que han pasado por esta
carrera consolidada desde el primer año. No corro como los espartan@s pero mis
buenos kilómetros me hago buscando una buena foto. Y eso me ha dado una base
para conocer mejor este mundillo. Mundillo que en los últimos años se ha ampliado
por la crisis al ser un deporte sano y relativamente barato. Aunque noto algo
de elitismo en algunas personas que suelo ver practicando este deporte. Pero lo
que veo en la 8 Km es buen ejemplo de un deporte que une mucho a la gente. Es
más, la 8 Km tiene unas peculiaridades sociológicas que con el tiempo he ido
hasta descifrando.
Tiene su halo
romántico pues me he dado cuenta de que muchas parejas participan y a veces
prácticamente van de la mano. Es algo bonito y curioso. Porque luego piden las
fotos y les ponen “nuestra primera carrera juntos y las que nos quedan…” o “siempre
contigo de la mano” o hay quienes no ponen nada y pese a la dureza de las
subidas se les ve contentos y felices el uno al lado del otro.
Pero también me he
encontrado con muchas historias humanas de superación personal. Supongo que el
hablar por una red social siempre es más fácil que en persona y a veces aparecen
por mis perfiles en redes sociales buscando una foto de su participación y se
desahogan con un desconocido como yo contándome sus historias personales. Me
suelen decir mucho que vienen porque quieren superarse a sí mismos. Porque días
después tienen que entrar en un quirófano y quieren vivir esta experiencia que
los fortalezca de cara a lo que les viene. Por superar una pérdida personal o
una relación sentimental. Hay unas historias humanas detrás de la carrera que
son emocionantes. Ignoro si en otras carreras pasa lo mismo. Pero yo que suelo
acudir a otras y no percibo de igual manera ese reto de superación que sí tiene
esta. Incluso gente que gracias a esta carrera y tantas otras han encontrado su
felicidad. Personalmente a mí me ha servido de mucho sobre todo el ejemplo del
deporte adaptado. Porque es ahí donde ves la mayor ilusión y los mejores
ejemplos de cara a la vida. O la fuerza de ese padre coraje que es Marco Fumero
Martin dando a conocer y reivindicando en la lucha por las enfermedades raras.
Felicidades por ello. Mucha gente se somete en la 8 Km a un auto exorcismo
personal para liberarse de muchos miedos y fantasmas. Incluso en el año 2016 me
encontré a una corredora que iba de “escoba”. Desde que salió iba riéndose. Yo
pensaba que por los nervios pues iba la última. Pero no. Iba riéndose de lo
feliz que se sentía de correr la 8 Km. Con toda la ilusión del mundo de
principio a fin porque me la encontré por Casa Egon en la última vuelta y
llevaba la misma sonrisa encantadora que al principio. Indudablemente esta
carrera tiene un “algo” de dimensiones espirituales en la fuerte cosmogonía que
se ha creado entre deporte, entorno y participantes.
Cosmogonía
potenciada desde los más anónimos corredores amateurs hasta llegar a grandes deportista
y clásicos de la 8 Km Orotava como Sonia Prieto, Chus Valiño, Ayoze Pérez,
Carli González o Tere Linares entre tantos otros. Y perdón porque se me quedan muchos
en el tintero de esta pobre mente.
Dirán que me pierde
la pasión por mi pueblo. No es que me pierda, aunque es verdad que La Orotava
me apasiona. Pero hay que reconocer las cosas bien hechas como la 8 Km Orotava.
Siempre con el máximo respeto a otras competiciones deportivas, pero la esencia
que tiene esta carrera pocas la poseen. Por su puesto se pueden mejorar y
modificar muchas cosas para bien. Ya eso sí que no me compete a mí decidirlo ni
opinarlo sino a organización y corredores. Pero para mí ha sido un orgullo
estos siete años captando imágenes. Ocho, pues espero estar en esta edición de
número tan mágico y simbológico para la misma. He captado mucho más de lo que
se ve. He captado muchas enseñanzas. He captado conocer gente de las que con
todos he aprendido una lección. He visto que cuando más jodida puede estar una
persona siempre hay lugar y fuerzas para levantarse y seguir hasta la meta
dando un paso tras otro. Pese a que la cabeza y las piernas digan no, pero el
corazón diga sí. Y si ya no puedes más porque no quedan fuerzas, siempre he
visto llegar una mano amiga que te empuja y te anima. Otra de las
peculiaridades de esta carrera de los que acaban primero y retroceden para
animar y empujar a los que ya creen que no la pueden acabar. Y cuento aquí dos
anécdotas. En el año 2015 una persona iba muy adelantada y su amiga se quedó
atrás porque ya no podía seguir. Esta persona, pese a que el crono avanzaba, se
paró delante de mí, retrocedió y fue en busca de su amiga porque su ilusión no
era una buena marca sino entrar a meta juntas las dos. Pero en la edición del
año pasado vi una lección de humanidad aún mayor. Indudablemente, no podía ser
otro, protagonizada por el amigo Joseka Hernández. Quienes lo conocen saben que
estoy hablando de una persona única de unas dimensiones humanas sin parangón. Ya
saben que en esta carrera mucha gente del deporte adaptado va en joulettes.
Este año van mejor organizados con equipos específicos para ello. Y en unas de
estas joulettes iba un chico creo que se llama Oliver. E iba muy justo de
fuerzas. Y detrás venia Joseka. Y este sin pensarlo dos veces tiró de joulette
junto a otro corredor y espontáneamente se formó allí un equipo. Joseka era muy
consciente de que perdería mucho tiempo de cara al cronometro y que bajaría su
marca. Pero le dio igual. Aquella noche perdió la batalla contra el crono pero
ganó una lección de humanidad y admiración y se forjaron nuevas amistades. Así es la 8 Km Orotava.
He visto tanto y
tan bueno que no tengo palabras para explicarlo. Hay sentimientos que no se
pueden expresar con palabras.
Podría seguir
escribiendo sobre la 8 km. Me daría para ocho kilómetros de folios escritos
sobre ella. Pero quería hacer esta reflexión. Por su puesto de alguien de fuera
pero que la vive desde dentro. Sé y admito que nunca mi experiencia será como
la de un corredor. Y que más que yo hablan las imágenes fotográficas. Pero esto
es para mí la 8 Km.
Este año es la
octava. Número mágico y totémico donde los haya para esta carrera. Y como yo no
gano nada con ello, es lo bueno de ir por libre, les invito a que participen. Que vivan esa
experiencia única. Y si la han vivido que la repitan. Tal vez algún día la
pruebe completa y me convierta en un espartano más. A saber…
Todo se andará. O
más bien se correrá.
Saludos espartan@s
y felicidades por estos ya ocho años de espectáculo sobre las calles villeras.
Por otro lado,
quiero comunicar que este año será mi último año fotografiando la 8 Km Orotava.
Es una decisión meditada hace meses e irrevocable. Quiero remarcar que en
ningún momento es por problemas con nadie. Yo voy como fotógrafo externo y
siempre ha existido una muy buena sintonía entre la organización y yo. Es más,
personalmente el máximo responsable de la 8 Km y yo lo hemos hablado. Por
cuestiones de caballerosidad me parecía hasta indecente que se enterara por las
redes sociales. Simplemente dejo de fotografiar la 8 Km porque todo tiene su principio
y fin y ya no me hace feliz seguir fotografiándola. ¿Volveré a la 8 Km Orotava?
Sí, el año que viene. Pero ya para aplaudir y animar a los corredores como un
espectador más. No quiero ni es mi intención desvincularme de esta carrera.
Pero las circunstancias mandan y si a mí no me alegra ya el tema fotográfico no
puede ser. Ir desganado es sinónimo de malas fotografías. Fotográficamente he
crecido con este evento y las lecciones humanas, como he relatado en este
escrito, han sido para mi lecciones que siempre llevaré en el corazón. Pero hubo
un momento que algo cambió en un fuerte punto de inflexión, esto me lo reservo
a mi ámbito personal, y seguir fotografiando no me es aconsejable. Y nada mejor
que dejar la fotografía de la 8 Km Orotava en su 8ª edición en el año 2018. El número
mágico del infinito. Infinito que de corazón le deseo a esta carrera.
Ha sido un
verdadero placer y si no me muero antes el día 30 de este mes volveré a correr
cámara en mano junto a los espartan@s por última vez.
Y recuerden que
aunque ya no esté en la fotografía aquí por veteranía, raza y pueblo mando yo.
Jajjajaa era por echar unas risas. Aunque podría decirlo y me quedaría tan a
gusto.
“…No hay lugar para
la debilidad. Solo los recios y los fuertes son dignos de llamarse espartanos.
Solo los recios. Solo los fuertes.
¡Esto es Esparta!”
Jerjes.
300. La película.
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Primer entrenamiento de la 8 Km Orotava 2018 (13-06-18) Foto: ©Paco García 2018. |