El comercio antiguo.

Publicidad en la revista Hespérides. Agosto de 1926. 

Hoy toca de esos escritos que pudieran trazarse en cualquier pueblo pues en todos existió, y aun sobrevive, el comercio antiguo. Aquellos establecimientos que tanta vida, y que tan necesarios fueron, en otros tiempos en cada pueblo. En la Villa los tuvimos en buen numero, de los cuales algunos se mantienen abiertos. Este escrito, como digo de corte muy generalista, viene dado porque hace un tiempo llegó a mis manos, en forma digitalizada, desde la Universidad de Las Palmas el numero 35 de la revista Hespérides publicado el 29 de agosto de 1926. Gran parte de aquel numero fue dedicado a la Villa de La Orotava, de ahí la publicidad que acompaña este escrito. Lo estoy desglosando para dedicar varios escritos sobre dicho número. Siempre a mi manera, porque yo no estoy capacitado para entrar en una temática histórica más profunda como sí lo puede estar una persona versada en tales fines. Como dice la canción de Manolo Escobar “… yo soy un hombre del campo, no entiendo ni sé de letras…”

Ya los que tenemos unos añitos hemos visto como por desgracia el comercio de antaño ha ido poco a poco desapareciendo en favor de los centros comerciales o de tiendas muy despersonalizadas. Prácticamente el antiguo comercio donde se oía aquella frase tan celebre de “mi madre dice que me lo apunte que se lo paga a primero de mes” son hechos del pasado. Y es una pena porque en esas ventas y pequeños-medianos comercios se hacía pueblo y era lugar de reunión espontánea de vecinos que hablaban de todo un poco mientras esperaban a ser atendidos. También los había que iban a criticar y regolisnear. Fíjense eso por desgracia no se ha perdido. Además, que bonito era/es llegar a un pequeño comercio y que te atienda un vecino del pueblo y que te conozca por tu nombre. No como en otros sitios que vas y parecen todos robotizados.

Durante las últimas décadas el tejido comercial a nivel local en todos los municipios ha ido desapareciendo por diversos motivos como la implantación de centros comerciales, el cambio de hábitos de la ciudadanía y la crisis económica. Aunque soy de la opinión que antes de la crisis ya el comercio local estaba destinado no ha desaparecer, pero sí a reducirse drásticamente. El por qué viene dado porque en este país con tanta ley absurda, tanto trámite burocrático, impuestos y tanta ley europea hay negocios que los han asfixiado económicamente. 

Hoja de publicidad en el mismo numero de Hespérides.
Me llama mucho la atención el comercio "La Bota de Oro", situado en la calle Tomás Zerolo.
Bueno sería conocer dónde se ubicaba.

Ahora por Navidad los ayuntamientos se gastan cientos de miles de euros en campañas publicitarias, alumbrado y actos sociales con la intención de revitalizar el tejido comercial local. Y yo pregunto ¿de qué sirve eso? Porque al final todo se resuelve en base al dinero que tenga el consumidor. Porque el consumidor, cada uno con su dinero va dónde quiere, y si una persona tiene poco dinero, o le sobra, porque los hábitos de compra han cambiado, va al chino porque lo que le interesa es su economía personal y le importa poco lo del trato personalizado, el comercio local y todas estas historias que desde las concejalías de comercio en toda España empiezan a reivindicar cada cierto tiempo mientras esos mismos ayuntamientos han dado licencias de aperturas por doquier a centros comerciales y a “chinos”. Luego está el problema de los aparcamientos. Llegas al centro del pueblo y no hay donde aparcar y si lo hay tienes que pagar. Viva que se hagan parking en suelo público y que después se de en concesión administrativa a posiblemente el amiguete del político de turno. Si al menos pagaras una cantidad que hiciera que los ayuntamientos emplearan personas que esté en el paro para trabajar en dicho parking me callo. Pero pagar una cantidad abusiva en algo hecho sobre propiedad pública pues no. Y después como en las calles cada día hay menos aparcamientos ¿qué hace la gente? Se va al centro comercial donde el parking es gratis, es todo llano para caminar y encima los mismos productos a precios más baratos. Y vuelvo a repetir el que tiene poco dinero le importa un carajo lo del trato personalizado, lo de la economía local y tal y tal…

Cierto que hay comercios locales de precios abusivos, de mala calidad y comercios que los cierran sus mismos dueños o empleados por el pésimo trato que dan. Pero da pena ver como paulatinamente algo tan nuestro, y repito, donde socialmente se hacía tanto pueblo esté desapareciendo porque el mismo consumidor, por necesidad y por influencias sociales y de la tele (eso de los centros comerciales, de quedamos allí de vámonos de compras, etc son todo americanismos vistos en TV), haya inclinado la balanza a favor de las grandes superficies. Creo que el negocio local debería tener más ayudas públicas para poder bajar precios, creaciones de aparcamientos talmente gratuitos y campañas que lo favorezcan positivamente y realistamente. No venir por Navidad a hacer el pariré mientras por otro lado se adjudican licencias a otros que hacen un comercio tan agresivo. Es una pena porque es muy bonito ver esos negocios antiguos en los cascos históricos que tan ricos y abundantes son en España. Pero como siempre poderoso caballero es don Dinero.

Junto a "Casa Drago" vemos la publicidad de la ya
centenaria Ferretería Orotava cuando la regía su fundador
don Félix Reyes Martín..

Ya entrando en un ámbito local y hablando desde el punto de vista de recuerdos hay que remarcar que La Orotava siempre ha sido una localidad eminentemente comercial. ¿Recuerdan aquellas épocas de navidades y rebajas en el siglo XX? Ya todo eso me parece a mí que pasó a otra vida. Tenemos un amplio tejido de negocios que unos se han extinguió, otros han nacido y algunos se han ido reinventando adaptándose a los tiempos y circunstancias. Incluso últimamente he visto negocios de nueva creación que de todo corazón les deseo que funcionen y puedan asentarse. Pero hay que ser realistas que quien tiene o abre un negocio camina por la senda de la incertidumbre. El ser autónomo en España es una locura para pequeñas y medianas empresas. Las cuotas que hay que pagar y demás hacen que no sea fácil la apertura y mantenimiento de un negocio. Que se une a alquileres y gastos varios. Es otra de las incongruencias españolas. Te fomentan a que seas emprendedor y luego resulta que inviertes diez mil euros y cierras al año con una deuda de treinta mil. Algo falla.

Leyendo los anuncios vemos comercios, sobre todo del sector alimenticio, textil y ferretero. Muchos los recordamos en el lejano pasado y algunos aun quedan en funcionamiento. La mayoría en la calle la Carrera. Podríamos decir que antaño la calle la Carrera junto a la calle Calvario fue la particular milla de oro de este pueblo por el gran número de comercios existentes, por los puestos de trabajo dados y por la vida social que daban. Pero el paso del tiempo y todo los que nos ha venido ha hecho que esa milla de oro haya menguado.

Vemos que este tipo de anuncios son muy de la época, hacía años que no leía o escucho eso de “quincalla” como dice el anuncio de Félix Reyes Martin, la mítica Ferretería Orotava, que ya pasa de un siglo de existencia. Igual palabra utiliza Ismael X. de la Guardia en su anuncio. El marketing de la época. Yo remarco que de todos no me acuerdo. Algunos ni los conocí por no ser nacido. Si fuera a redactar de todos los negocios que recuerdo hoy desaparecidos escribiría aquí un testamento. Sí me gustaría un día hacer un video fotográfico de todos estos negocios hoy desaparecidos. Pero hoy por hoy no tengo material fotográfico para ello. Yo acabo de echar ahora la punta a ver si cae.

Es una pena que este concepto de redes sociales e Internet en general no llegara veinte o treinta años antes porque no es solo lo que se digitaliza y nos refrescan la memoria. Sino es el poder llegar a mucha gente. Tal vez si nos sentáramos ha hablar con personas octogenarias y nonagenarias, pues ellos son un sector poblacional que no suelen navegar por el ciber mundo, y les preguntáramos por este tema en concreto nos podrían dar el nombre y ubicación de múltiples negocios que ya el tiempo, el urbanismo y demás ha borrado del intelecto colectivo. Obviamente en La Orotava había muchísimos más negocios que los ahí anunciados. Ahora que dicen, yo no me lo creo, que estamos en democracia participativa bueno seria que se organizaran rutas de los antiguos comercios de La Orotava. Para no olvidar algo que hizo pueblo pues fue punto de encuentro entre sus habitantes.

¿Qué más puedo decir? Extender más el escrito es reincidir en lo mismo y todos directa o indirectamente conocemos la realidad comercial de los municipios donde habitemos. Cada uno tendrá sus historias personales, recuerdos, anécdotas… Este fue un escrito generalista, pero con un guiño de recuerdo a nuestro comercio villero. Sin lugar a dudas eran otros tiempos.
Un saludo.

© 2018 Francisco García.

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Primera edición del texto: Noviembre de 2018.

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Digitalización realizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Biblioteca Universitaria. 2007.