Me acaban de comunicar el triste fallecimiento de doña Fina Salazar y no puedo por menos que dedicarle unas sentidas palabras.
Hoy la Villa de La Orotava vuelve a perder a una mujer extraordinaria. Simpática, agradable, optimista, llena de energía. Así era doña Fina. La última vez que hablamos fue allá por el año 2019 en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán. Hace unos meses la vi por última vez en el balcón de su casa junto a un familiar.
Balcón ese donde doña Fina vio el devenir de su pueblo, sobre todo en su aspecto religioso. ¡Cuántas emociones y pétalos de flores fueron lanzados desde tan ilustre atalaya honrando a Dios! Mujer profundamente católica y de misas de guardar. No recuerdo bien si pertenecía a la hermandad del Santísimo de la parroquia de la Inmaculada Concepción. Quién sí pertenecía era su esposo don Juan Zárate. Una grandísima persona y paradigma del perfecto caballero de La Orotava. Un hombre que al igual que su mujer eran personas sencillas y afables con todo el mundo. Que gran matrimonio formaron ambos.
Se va una gran señora. De esas personas que parece que el tiempo y la ley de vida hace que trasciendan pero que aquí nos queda una sensación de gran vacío. Pero debemos quedarnos con su ejemplo humanista en el cual doña Fina dio ejemplares dotes. De tal palo tal astilla y su estirpe y ancestros siempre han sido modelo de muy altas virtudes.
Espero doña Fina que ya se haya reencontrado con su esposo don Juan al que yo respetaba y admiraba profundamente y junto a su familia. Seguro que también se reencontrará con su gran amiga doña Araceli Morales. Dos añoradas damas de La Orotava. Se nos va otro trocito de esa Orotava autentica.
Mi más sentido pésame para su familia y amistades en estos duros momentos.
Descanse en Paz doña Fina Salazar y Méndez de Lugo.
Escribe el amigo Desiderio González Palenzuela en su perfíl de Facebook las siguientes palabras con motivo del fallecimiento de doña Fina: