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| Procesión del Santísimo Cristo de la Veracruz o de la Misericordia (24-09-2005). En ese año don Augusto ostentaba el cargo de Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de la Veracruz. Siempre tuvo especial cariño por este Cristo y su Hermandad, siendo pieza fundamental en su recuperación. Imagen: © Paco García 2005. |
Tristemente me comunicaban ayer el fallecimiento de don Augusto González, aunque su nombre de pila era Agustín.
Mi ausencia de este blog, y el no haber podido acceder a mis archivos hasta este momento, han demorado unas horas este escrito que por justicia debo publicar como respeto a una persona que conocí y traté.
A don Augusto nunca lo llegué a conocer como profesor pues ejerció su labor docente en centros en los que yo no estudié. Trabé confianza con él años después, ya estando jubilado don Augusto. Sí tengo la absoluta certeza de su gran profesionalidad y humanidad en su carrera laboral como así lo atestiguan en redes sociales muchísimos de sus antiguos alumnos donde les dio, entre otras materias, la asignatura de dibujo.
Lo conocí como lo que fue durante toda su vida. Un hombre serio, riguroso, de bastante carácter (pero jamás con malicia), comprometido con aquello que creía y sobre todo amable. Fue de aquel grupo de villeros/as, de ahí mi trato más cercano con él, que relanzó la Hermandad de la Veracruz allá por la década de los años 80 del siglo XX.
Hacía bastante tiempo que no me lo cruzaba por las calles villeras donde acostumbraba a sus paseos diarios él y su señora doña Estela Quintero donde siempre nos saludábamos cortésmente.
La verdad que se echa de menos personas así que con su ejemplo y compromiso, en lo personal y laboral, hicieron patria villera con el único anhelo de dar grandeza a su pueblo. No sólo un hombre trasciende y una familia pierde a un ser querido. Igualmente, un pueblo pierde a un buen hijo.
Mi mas sentido pésame a sus familiares, amigos y ex alumnos en estos duros momentos.
Que la Luz eterna y perpetua ya brille para don Augusto y que el Cristo de la Misericordia lo haya acogida en la Jerusalén Celeste.
Descanse en Paz don Augusto González.