Esta reflexión no sé muy bien por qué la publico. ¿Ansias de expresarme o simple vanagloria? No lo sé… Ni siquiera es la que tocaba hoy.
Todo tiene su razón de ser y motivo, y los saludos mensuales de cada mes no son simples escritos.
Me gusta saber desde dónde me leen y aprovecho las herramientas que me dan para ello como en este caso las estadísticas de Google o páginas como Revolver Maps. Pero nunca me he obsesionado con los números ni zonas registradas. Esa es arma de doble filo en este mundo que si no lo sabes controlar te puede absorber y llevarte a cometer estupideces e incluso el suicidio. Hay personas para las que una falta de likes o perder seguidores les significa la vida.
Recientemente me he llevado una fuerte impresión cuando en mi revisión diaria de los registros veo que se me ha leído desde El Bronx. Son de esos momentos que dices uff con una sonrisa bobalicona frente al monitor. Ya lo experimenté hace años cuando recibí por vez primera registro desde Nueva York y ahora me lo acota al Bronx.
Uno crea la imagen mental de
quién puede perder un rato de su tiempo leyéndome al otro lado del Atlántico.
¿Qué le aporto a esa persona? ¿Qué inquietudes la llevan a leerme? No puedo
negar que me llena de orgullo y a la vez de cierta responsabilidad. Yo sigo poniendo mi granito de arena en dar a conocer el nombre de La Orotava por lugares del mundo y ya eso me hace feliz.
Pero a lo que realmente voy es a lo siguiente. Yo soy muy malo reseñando y relatando incluso mis propias anécdotas. No tengo el don de trasmitir con la palabra. Pero si puedo llegar a tantos lugares del planeta, obsérvese los puntos en el planisferio, ¿qué no puede hacer una persona que su ilusión sea escribir y publicar un libro? Con constancia, dedicación y mucho sacrificio se puede conseguir. Y por experiencia de los blogs digo que tributando muchas horas y desvelos. Pero si a mí me leen desde El Bronx tú seguro que puedes ver tu libro vendiéndose en Manhattan. ¿Algo de suerte? También, si sabes rodearte de buen ambiente.
Ánimo a todas esas personas que están en el camino de querer ser escritores/as.