Siempre he dicho que hay villeros
de nacimiento y villeros de adopción. Hay villeros que pese a ser de la Villa
no son villeros y foráneos que llegan aquí y al primer segundo ya son villeros.
Y hoy voy a hablar de estos últimos. Creo que podría decir que voy a hablar de
un sacerdote legendario en La Orotava como fue don Leandro.
Don Leandro Medina Pérez
(1925-1976), nacido en Arucas y fallecido en La Orotava un 18 de septiembre de
1976 a los 51 años de edad. Fue sacerdote en El Escobonal y Granadilla de
Abona. Párroco de la Concepción, San Agustín, San Antonio María Claret y San
Isidro Labrador de La Orotava, y arcipreste del Valle de La Orotava. Párroco
consultor del Obispado, director de la hoja diocesana Pregón. Vocal de las
Comisiones Diocesanas de Misiones Parroquiales y Música Sacra. Aparte de ser
miembro de la U.R.E. (Unión de Radioaficionados Españoles) y locutor de un pequeño
programa de radio allá por las décadas de los 60/70. Gracias a sus inquietudes radiofónicas
puso en contacto a muchas personas de Tenerife con sus familiares en Venezuela
tras el terremoto de Caracas de 1967 que dejó a una parte del país devastada.
Aparte de todas estas actividades,
pues fue don Leandro sacerdote de militancia muy activa, siempre se le ha
recordado por diversos motivos que hoy podríamos decir que eran incomodos para
aquella época. En aquellos años las familias más pudientes y poderosas del
pueblo tenían asignados con sus respectivos nombres los primeros bancos en la
iglesia para todo acto que se celebrara. Según me cuentan quienes vivieron los
hechos entró don Leandro a la iglesia y empezó a dar vueltas dentro del templo
observando en silencio todo aquello de los bancos y nombres. Hasta que se giró
hacia quienes les acompañaban diciéndoles que por favor retiraran esos
membretes pues en la casa de Dios no había privilegios. Que si alguien tenía
queja que fueran a hablar con él. Se conoce que no hubo quejas suficientes o
hubo redaños suficientes en el obispado pues don Leandro se mantuvo ejerciendo
su ministerio sacerdotal en el pueblo. Esos grandes detalles con los que empezó,
más su carácter abierto con la gente, su simpatía y su gran labor pastoral lo
hicieron merecedor del cariño villero. Personalmente viéndolo a través del
tiempo, la época en la que vivió y su trabajo ministerial creo que don Leandro
fue otro de esos precursores silenciosos del Concilio Vaticano II. Tal vez él
sí entendiera la idea a la que quería llegar Juan XXIII. No lo sé, pero me da
esa sensación de que don Leandro supo, incluso ante de los dictámenes finales
del ultimo Concilio, de ver que la Iglesia tenía que cambiar muchas cosas para
poder seguir siendo una Institución sólida y que caminara con los tiempos que
ya venían. Y aquello no pasaba por privilegios, ni por bancos con nombres ni
por nada que tanto aun gusta a la Santa Madre Iglesia en todos lados. En cambio
él pasaba por la militancia activa y peregrina como quería Cristo. Por eso fue
un cura de pueblo llano. Cosa que muchas veces les faltan a los sacerdotes. Don
Leandro era un sacerdote que tras sus misas y sus actividades pastorales
gustaba de ser parroquiano del bar Parada o el bar Tapias. Gustaba de sentarse
con la gente a hablar en las plazas, de interesarse por sus vidas y de ayudar
en lo que estuviera en su mano. Un sacerdote por y para el pueblo. Por eso
considero que fue precursor del Vaticano II en la Villa. Lástima que la muerte
se lo llevara pronto, siempre los mejores se van pronto, porque más cosas
hubiera reformado en la vida religiosa de La Orotava. No conozco a nadie que lo
hubiera tratado que me hable mal de don Leandro. Al contrario, todo son
alabanzas y buenos recuerdos de alguien que dejó huella en el municipio y sus
feligreses. Y eso pasado los años de su fallecimiento no es fácil. Y menos que
se reconozca hoy en día. Como diríamos en la actualidad don Leandro era un tío
cojonudo. Me hubiera encantado encontrármelo en la terraza de algún bar y
compartir con él un café y una buena conversación. Me interesaría mucho saber
su opinión de diferentes temas. Seamos claros. Con la que le está cayendo a la
Iglesia en todos los sentidos y con los tiempos que corren no es fácil hablar
bien de los sacerdotes. Y más cuando algunos parecen que sirven al Demonio en
vez de a Dios por sus repugnantes aberraciones. A mí me sería más practico no
hacer esta humilde referencia hacia la persona de don Leandro. Pero hace meses
vi esta foto en Facebook y me dije que tenía que escribir algo sobre él. Pese a
que casi no lo recuerdo hay que reconocer la valía de estas personas. Ya el
resto de la historia, sus vivencias, el trato que tuvieron con él, sus anécdotas,
etc mejor que lo cuenten quienes lo trataron a diario como compañeros
sacerdotes, sacristanes, monaguillos, feligreses, etc. Podía haber vendido la
historia como mía diciendo que lo traté y que éramos hasta amigos e
inventarme alguna batallita. Pero eso no tiene rigor y es una falta de respeto
a los que se toman la molestia de leer este humilde blog. Por eso como siempre
pueden dejar su comentario pues me interesa la opinión que se tenga sobre él. Porque
con toda sinceridad me parece un personaje muy interesante. Ojala hubiera
suerte y esto lo leyera alguno de sus familiares de Arucas. Pues me han comentado
que poseía, faltará saber si es cierto, un archivo fotográfico de su época en
la Villa. Sería interesante si me pudieran facilitar alguna imagen o anécdota. A
ver si la Red hace magia y alguien lo lee. Aunque mejor sería que lo leyeran
quién competa y en La Orotava se le ponga una calle, que yo sepa no existe, con
su nombre que bien merecido lo tendría.
Sea hoy y en estos tiempos de Cuaresma
mi recuerdo para don Leandro Medina Pérez que sin ser de aquí tan buen recuerdo
dejó entre nosotros. Un 100 x 100 villero pese a no ser villero.
© 2017 Francisco García.
Texto sujeto a derechos de
propiedad intelectual bajo licencia de Copyright.
Quedan prohibidos, dentro de los
límites establecidos en la Ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos,
la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio o
procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático o cualquier
otra forma de cesión del texto sin la autorización previa y por escrito del
titular del Copyright.
Todos los derechos reservados a
favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Marzo
de 2017.
© 2017
Correo:100x100villerosdelaorotava@gmail.com
Foto: Julián Hernández Rodríguez.
Realizada en 1971.