Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

viernes, 7 de abril de 2017

La Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista.

Este escrito lo realicé en Junio del año pasado con motivo de la concesión de la medalla de oro de la Villa de La Orotava. Hoy lo recupero para el blog pues estamos en Viernes de Dolores, llega la Semana Santa aunque ya han salido varias procesiones a la calle. Llega el momento de que La Orotava vibre con su Banda de Cornetas y Tambores.
Desde 100 x 100 villeros de La Orotava mi ánimo y admiración para todos sus componentes.

Pese a los días transcurridos y por la falta de tiempo de este quien escribe he dejado pasar el tiempo sin realizar este humilde escrito que personalmente como villero no debo omitir, aunque sí he felicitado individualmente a varios miembros, sobre la concesión de la medalla de oro de la Villa de La Orotava a la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista.
Obviamente yo no entiendo de música, mucho menos se tocar un instrumento musical y ni se lo que significa una partitura. Pero lo que sí sé es cuando uno siente un inmenso orgullo de ver que un colectivo tan arraigado en La Orotava recibe tal honor y distinción. Y más si la recibe del mismo pueblo.
La historia de la Banda de Cornetas y Tambores es breve pero innegablemente intensa y reconocida desde que allá por aquel 24 de junio de 1966 el párroco de San Juan Bautista don Domingo Hernández junto a don Enrique Hernández Jorge deciden crear una nueva banda, tras la desaparición de la Banda de la Cruz Roja, con la ayuda del pueblo para sufragar uniformidad e instrumentos.
Poco a poco aquella Banda que nació por la voluntad de dos hombres que amaban La Orotava y con el apoyo de un pueblo igualmente comprometido, ha ido insertándose en el “ADN” villero siendo hoy en día algo más dentro de nuestro acervo cultural y referente del mismo. No se puede entender este pueblo sin su Banda de Cornetas y Tambores. Sería imposible. Y sería imposible porque la identificación y simbiosis entre pueblo y Banda, Banda y pueblo es de unos nexos muy sólidos. Porque este grupo de hombres y mujeres que a lo largo de la historia han pertenecido, pertenecen y pertenecerán a la misma han llevado con orgullo el nombre de La Orotava tanto dentro como fuera de nuestro municipio. Mejores embajadores que ell@s pocos tenemos. Posiblemente no haya mejor sintonía que identifique a La Orotava con su Dios y a éste con su pueblo que el retumbar cadencioso de los tambores al son de las trompetas en Semana Santa u otras festividades. Yo sé que cada pueblo tiene sus peculiaridades e idiosincrasia. Todas muy respetables. Muchas veces la gente que no es de La Orotava  me pregunta el por qué de tal o cual cosa. Unas veces me comprenden y otras no. Y les suelo decir porque tú no eres de La Orotava. Como yo cuando voy a Madrid, Málaga o Zaragoza unas cosas comprendo y otras muchas no. Y lo sé porque he estado mucho tiempo fuera de aquí. Pero si son villeros, y más si son del centro, cuando llega la Cuaresma y oír por la noche a la Banda ensayar ¿no les da un escalofrió de emoción? Aunque yo no vivo en la zona de San Juan si me pilla algún ensayo por la zona ralentizo el paso por oírlos el mayor tiempo posible. Para comprender eso lo dicho, hay que ser viller@.
Como les he comentado yo no entiendo ni de músicas, partituras o pentagramas. Y con este escrito lo que quiero de alguna manera es dar mi humilde homenaje a la Banda y sus componentes. Que esto sea como si yo como villero les doy metafóricamente una medalla de oro individual a cada un@. Yo no he preguntado a miembros de la Banda que tengo en mi perfil de Facebook, que hubiera sido lo más fácil, qué es para ellos el pertenecer a la misma. Porque intuyo sus respuestas. Y como me hubiera quedado satisfecho no hubiera escrito nada. Por eso prefiero dar mi opinión, que al final es más sentimiento y orgullo que otra cosa, sobre lo que ellos hacen y sienten por la Banda.
¿Saben cuál es a mí entender el secreto del éxito de su éxito y reconocimiento? La ilusión y el compromiso de sus componentes. Por eso han llegado donde han llegado. Porque tienen un deber y un nexo de unión con la Institución y entre ellos mismos que es inquebrantable. Siempre, y supongo que a ellos le habrá pasado, aparece algún espabilado con la típica coletilla de “¿y te pagan por eso?”. Y encima lo dicen con retintín. A fin de cuentas eso son gente toxica. Pero afortunadamente hay personas que aun piensan que por encima del valor económico está el valor sentimental de las cosas. Por eso funciona tan bien la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista. Porque lo hacen por amor y sentimiento. Jamás verán a un componente de la misma con una mala cara, un mal gesto o una impuntualidad. Jamás los verán en decaimiento en sus funciones. Al contrario siempre con esa sonrisa y con esa alegría que les caracteriza. Todo ello unido a una fuerte disciplina que roza casi lo militar. Creo que injustamente les pongo el adverbio “casi” porque sus miembros no son militares sino civiles. Pero no creo que ellos tengan nada que envidiar a otras bandas de cornetas y tambores como por ejemplo la Banda de Guerra de la Brigada de la Legión. O más lejos aún. Nada que envidar a las bandas de cornetas y tambores de la ciudad de Sevilla que tan gran y merecida fama tienen. Es lo que tiene ir sin pedir nada a cambio y con el corazón lleno de orgullo, sintiendo y amando lo que se hace. Este esfuerzo no es gratis. Bien lo saben sus miembros. Este duro trabajo se ha conseguido a base de grandes voluntades personales. De robarle horas al sueño y al tiempo libre. De quitarle tiempo de dedicación a las familias y amigos para dárselos a la Banda. Aunque intuyo y tengo la seguridad que para las familias y las amistades es un orgullo como villeros de tener a uno de los suyos, o más, en este Colectivo. Por eso es tan importante que apoyemos y animemos a este grupo de hombres y mujeres que durante todo el año están en la brega. Y eso tenemos que mantenerlo, fomentarlo y admirarlo. Y con esto no me refiero a esa parte material por desgracia tan presente en la sociedad. Me refiero a que muchas veces el reconocimiento anímico es la mejor motivación. Porque no solo un pueblo puede dedicarse a tener jardines bonitos, pintar iglesias o cuidar un entorno histórico. O hacer tal o cual actividad en nuestras calles y plazas. También se hace pueblo apoyando a estos grupos que con orgullo pasean el nombre de La Orotava allá donde van. Afortunadamente en este pueblo la Banda, nuestra banda, está muy apoyada y reconocida.
Muchísimas felicidades por esta medalla de Oro que se suma a la Medalla de Honor de la Villa concedida en 1983. Ambas están más que merecidas. Pero yo como villero desde este humilde escrito que público en este blog les doy a todos los que han compuesto y componen, incluso compondrán, la banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista una medalla individual en forma metafórica. Por esfuerzo, por dedicación y sobre todo por sentimiento a lo que se hace que redunda en sentimiento hacia La Orotava. Por mi quedan todos condecorados. Y sé que tras de mi vendrán 41.000 medallas más. Una por cada villero que les condecoraría. No puede haber orgullo mayor para este pueblo que ustedes. Gran trabajo nacido de una gran idea que tuvieron en su momento don Domingo y don Enrique. He aquí una labor bien hecha que ha sido muy fructífera. Y que tras estos cincuenta años de historia vengan cincuenta veces más cincuenta.
Un afectuoso saludo para los miembros de la Banda d Cornetas y tambores. Y gracias por estar siempre ahí. Si hubiera una sintonía musical para definir este pueblo indudablemente seria al son de cornetas y tambores.

© 2016 Francisco García
© 2017 Francisco García.
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Todos los derechos reservados a favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Junio de 2016.
Segunda edición del texto revisado: Abril de 2017.

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Este montaje fotográfico lo realicé igualmente para tal escrito. Un buen momento para recordarlo.