Hoy traigo al blog a uno de esos personajes
villeros que ya se pierden en la implacable estela del paso del tiempo. Algunos
aun lo recordarán, otros lo conocerán vagamente de oídas y los más jóvenes de
pueblo supongo que ni sabrán a quién me refiero. Cosa por otro lado normal en
un pueblo que parece que tan desmemoriado anda de sus personajes populares de
antaño. Curiosamente hoy voy a hablar de un villero que no era villero pero que
La Orotava lo acogió. Aunque esto muy matizado como se comprenderá si gustan de
seguir leyendo este escrito.
La verdad que la vida de Pedro no
fue fácil. Al contrario, por desgracia es uno de los personajes de mayor
marginación y humillados que ha dado la historia villera. Procedía del barrio
de la Corujera en el vecino municipio de Santa Úrsula. Huérfano a los 3 años de
madre, se llamaba Carmen Bello y murió atropellada por un tranvía en el
municipio de Tacoronte. Y de nuevo huérfano de padre, Julián Bello, en la adolescencia
a los 16años. Ejerció de trapero como su padre, profesión que a medida que
pasaban los años fue desapareciendo por roles económicos y sociales. Tal vez
con esta crisis económica que nos azota hoy en día lo más cercano sería chatarrero
o buscadores de cobre. Tenía hermanos y familia en su lugar de nacimiento, pero
por las vicisitudes de la vida, tema que ni voy a entrar ni a valorar pues lo
considero de privacidad familiar y no es de mi incumbencia, hicieron que Pedro
acabará en La Orotava vagando y durmiendo por varios lugares del municipio
antes de acabar refugiándose en el asilo de la Santísima Trinidad hasta su
fallecimiento.
Trabajó, al igual que hoy en día,
“en lo que salía”. Desde como he dicho trapero, o haciendo recados, vendiendo
el periódico de La Tarde, etc. Exiguos ingresos que para poco podían
alcanzarle. Siempre con el plus de un vaso de vino y un cigarro con el que lo
obsequiaba algún alma buena. Más bien vivió de la limosna y de la solidaridad
de la gente.
Lo recuerdo con muchas lagunas
pues han pasado los años y los recuerdos son borrosos. Ni siquiera nunca he
podido averiguar de dónde le venía aquello de “Culogoma” y si era mote que
traía de su pueblo o se lo dieron en la Villa. Yo era muy joven y él ya era una
persona de edad, aunque aparentaba mucho más por las dificultades de la vida. Tengo
la imagen mental de un hombre huraño, de mirada siempre en alerta y con alguna
tara física. De ropas viejas y remendadas que parecía hinchado lo que le daba
un aspecto estrafalario. A lo que se unía a la moda de la época de utilizar
sombrero, lo que le daba un aspecto aún más caricaturesco. Lo de las ropas “hinchadas”
tenía su explicación porque siempre iba cargado con piedras. Eternamente ha
existido gente buena, en su mayoría, y una pequeña porción, pero muy ruidosa,
de gente mala. Y había gente que se reía y burlaba de él llamándolo “culogoma”.
A lo que Pedro respondía a pedradas, previamente de haber escupido su munición,
mientras soltaba por la boca una hartada de improperios. Recuerdo verlo
transitar por la plaza del Llano y enseguida empezaban los mismos de siempre “¡que
viene Culogoma, que viene Culogoma!” Y se iniciaba aquel ritual de burlas,
insultos y piedras volando por los aires. Algunas veces eran simples ruindades
de chiquillos. Otras veces, esas eran las más penosas, era ya gente adulta que
teniendo conciencia de lo que hacían lo insultaban por pura maldad. Vamos lo de
siempre. Los que van por la vida creyéndose todos unos personajes y
triunfadores pero no son ejemplo de nada.
Cuando lo veía de lejos, admito
que nunca hablé con él, y si lo hice no lo recuerdo, con aquellos bultos en su
americana y nunca lo insulté, ni me burlé de él. Al contrario, en mi joven
mente me daba lastima ver a una persona así y no podía explicarme el por qué de
su situación. A mi casa a veces traía algún recado o el periódico y recuerdo
que siempre se le daba algún bocadillo o algo de comer.
Indudablemente hoy existe mucha
gente así pero que están insertados en la sociedad de tapadillo a base de
ayudas sociales, Caritas, ONG y un largo etc. Al igual que sigue existiendo la
gente mala y burlones. La sociedad puede avanzar en derechos civiles y
sociales, según interese al poder claro está, pero hay dramas personales y
sociales que son perennes en el tiempo. Tal vez a Pedro le faltó quién le diera
la oportunidad y la honra. Cierto que por su actitud no fuera fácil porque era
una persona tan quemada a insultos y humillaciones que lo hizo no confiar en
nadie. Muy huraño. Y razón no le faltaba para ello. Cuando creé este blog unos
de los personajes que me dije que traería era a Pedro. Una persona que sin ser
de aquí quedó en la historia de las clases populares de La Orotava al igual que
muchos otros.
¿Y por qué lo he traído precisamente
hoy? Pues porque hoy 29 de Junio, Pedro hubiera cumplido 100 años. Y en su
centenario quiero reivindicar su figura y una vez más quiero demandar la
memoria de toda esta gente que fue parte de la historia del siglo XX de La Orotava.
Murió en el año 1982 a los 65 años de edad en el mismo Hospital en el que
residió. Falleció en la pobreza con la que vivió y ni siquiera sé si está
enterrado en algún nicho del cementerio o en la fosa común. Por lógica creo que
su cuerpo fue enterrado en La Orotava.
No comprendo como toda esta gente
no tiene su recuerdo en las calles villeras en la forma que sea. ¿Será porque
no interesa al establishment? Pregunto, no afirmo porque no lo sé. Aquí como
somos libres supervivientes de la aguerrida libertad no se me caen los anillos
de recordar a Pedro Trujillo Bello “Perico Culogoma”.
Puede ser que este escrito sea
muy criticado por la razón de que son esas historias de pueblo donde hay
humillación y vergüenza hacia una persona. Pero descuiden que eso pasa en todos
los sitios y La Orotava no es una excepción. Todo pueblo tiene sus crónicas de
luz y sus crónicas de sombras. Y yo escribo y vivo en aguerrida libertad como
para que ahora vaya a omitir la memoria de Pedro por el qué dirán los puristas.
Sea hoy mi recuerdo para él y
para tantos otros/as en igual situación que caminaron por nuestra calles
haciendo historia. Siempre con mi máximo respeto para ellos y no haciendo
juicios de valores de por qué tuvieron que vivir situaciones así. Simplemente
con el recuerdo emocionado hacia estas personas y con el anhelo de rescatar su
memoria de este injusto olvido.
© 2017 Francisco García.
Texto sujeto a derechos de
propiedad intelectual bajo licencia de Copyright.
Quedan prohibidos, dentro de los
límites establecidos en la Ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos,
la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio o
procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático o
cualquier otra forma de cesión del texto sin la autorización previa y por escrito
del titular del Copyright.
Todos los derechos reservados a
favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Junio
de 2017.
https://www.instagram.com/fran_garcia_100x100villeros
https://mewe.com/i/100x100villerosdelaorotava
Correo:100x100villerosdelaorotava@gmail.com
*Apéndice:
Tengo que ser muy justo y decir
que para escribir esto hace meses tuve que investigar un poco pues mi memoria era
muy joven de mis recuerdos de Pedro. Gracias a que encontré una publicación
titulada “El Marginado” de Domingo E. Méndez (también va aquí publicada) del
año 1979 en la que pude recopilar valiosa información.
Me parecía una falta de respeto
omitir este hecho pues al igual que yo creo contenido y sé el esfuerzo que ello
conlleva me gusta de igual manera reconocer el trabajo y publicaciones ajenas
que encima son de gran calidad. Porque sobre Pedro hay muchas lagunas en su
vida pero gracias a trabajos como este que encontré se puede ir arrojando un
poco de luz. No conozco a su autor pero si lee esto darle mi mayor
agradecimiento de que en su momento y con Pedro en vida realizara este magnífico
trabajo. Ignoro si está sujeto a Copyright. Si es así que su autor o
responsables contacten conmigo por medio del blog y procederé, como no puede
ser de otra manera, a retirarlo de la publicación. Yo valoro y ante todo
respeto lo ajeno. Pero era de ley recordar también este magnífico artículo.
De igual manera felicito al
villero David Mínger que en su momento vía redes sociales facilitó fotos de
Pedro pues yo no poseía, ni poseo, porque son de esa persona no mía. Una vez
más agradecer a los que hacen posible que bloggers como yo podamos enriquecer
nuestras publicaciones con el siempre imprescindible material fotográfico.
Pedro Trujillo Bello "Perico Culogoma". Foto: Autor desconocido (aunque podría ser de David Mínger). |
Publicación de "El Marginado" (1979). Autor Domingo E. Méndez.