Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

lunes, 8 de enero de 2018

Cuando se educa en el odio y la calumnia.

Este no debería ser un escrito para publicarlo aquí. Más que nada porque se sale de mi línea editorial. Pero es algo que me pasó en la Cabalgata de Reyes en La Orotava el pasado viernes y que a mí me molestó bastante. Pero como quién decide los contenidos en este blog soy yo, hoy quiero compartir con ustedes una anécdota que me pasó. Ya saben que yo no soy persona de meterme en conversaciones ajenas ni de parar a la gente por la calle a preguntar jilipolleces que no vienen a cuento o por preguntar cosas personales a nadie. Es más, yo me encuentro con personas que he oído que tienen algún tipo de problemas y no pregunto. Si quieren que me lo cuenten ellos porque yo preguntar me parece una falta de respeto hacia la persona y su intimidad. Muy típico sobre todo en personas que ya pasan de cierta edad. Sobre todo entre las doñas. Y luego se creen todos unos personajes con esa risita falsa. Yo si no me tocan mucho los cojones te pongo igual risa falsa y tú te vas tod@ creid@ de que yo me creo tus pajadas mentales.
 
Luego me burlo de esa gente y de su amplia ignorancia. Algunas me recuerdan incluso a la alcahueta de “La Gitanilla”, obra de Miguel de Cervantes. Afortunadamente a las nuevas generaciones no se les ha pegado esa feísima costumbre. Yo voy por la calle y a los conocidos hola y adiós y se acabó. Tiene que ser muy, muy de mucha confianza para yo pararme a hablar. Porque me interesa una mierda la vida de nadie. Que si aquel tiene una querida, que si el otro tiene una deuda, que la otra está en paro…. A MI QUE COJONES ME IMPORTA LA VIDA DE NADIE Y A USTED QUE COÑO LE IMPORTA MI VIDA. Allá ell@s con su tema. A mí no me van a reclamar nada de sus fallos ni me van a premiar con sus aciertos. Tanta alcahuetería y tanta tontería que se trae la gente. Tremenda vida aburrida que llevan. Y luego los que preguntan son los peorcitos. Estoy seguro de que est@s no tienen luego cojones ni ovarios de enfrentarse a un político y decirle las cosas bien claras. Esto es como uno que hace poco se encontró con un familiar mío en el Corte Inglés y le preguntó si era yo quién llevaba este blog. ¿Y usted sabe acaso si yo me llevo con ese familiar? ¿Y si sabe que soy yo por qué no me pregunta directamente a mí? ¿Acaso es qué es tonto útil de otro que lo manda a preguntar quién es el responsable de este blog? Ayy cómo es la gente.
 
Pero el viernes sí tuve que meterme en una conversación ajena. Ya saben que yo soy un firme defensor de la Guardia Civil. Ni siquiera estoy de acuerdo en eso que ahora llaman equiparación salarial sino abogo por la superación salarial tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional frente a otros cuerpos policiales de ámbito local y regional. Como igualmente defiendo que la Benemérita tiene que someterse a una profunda renovación y adecuación al siglo XXI de sus ordenanzas internas, pero siempre dentro de sus estatutos militares. Lo que no es coherente es que policías locales y autonómicos, que no digo que no se lo merezcan, ganen más que guardias civiles y policías de ámbito nacional. Y más cuando algunos de esos policías mejor pagados no cumplen ni la ley sino la ilegalidad de la secesión como ha pasado y pasa en Cataluña. 
 
Resulta que el viernes al final de la Cabalgata venían efectivos anti disturbios de la Guardia Civil. Uno conduciendo y el resto de la dotación a pie al unísono del vehículo. Y como siempre tiene que aparecer algún/a espabilado de estos que tan floridos están siendo por toda España. En este caso era una chica joven. No creo que llegara a la treintena. Como digo la Cabalgata había pasado y los niños seguían mirando a ver si quedaban caramelos. Y en el momento de pasar aquellos guardias civiles esta señora o señorita tiró de la mano de una niña de unos dos años, supongo que la hija, y le dijo en palabras textuales “venga corre vámonos porque estos sí que “reparten caramelos de los buenos”. Eso de “reparten caramelos de los buenos” era una referencia a repartir leña. Todo eso con una mirada de odio y asco hacia los guardias civiles. Ella tampoco se cortó y lo dijo en un tono y volumen para que el guardia civil más próximo a ella lo oyera. Como yo también lo oí porque estaba a igual distancia de ella que ella del guardia civil. Este si la oyó, que no lo sé, ni le hizo caso y siguió su camino. Pero yo no me pude contener y le comenté mi disconformidad con sus palabras. 
 
Y le dije mira tú no sabes lo que estás hablando y le estas metiendo a tu hija un veneno y odio desde pequeña a personas que están para ayudar. Y lo que haces es crearle a la niña un odio y un miedo sin sentido. Imagina que ahora hubiera pasado algo grave como un atentado o un conductor kamikaze. Pues mientras tu huyes y proteges a tu niña cualquiera de esos señores está dispuesto a proteger la vida de tu hija y tuya con la suya. Cuando tu huyas, como es natural porque quieres salvar a tu hija, ese señor pistola en mano está dispuesto a abatir o a que lo abata un terrorista. Si pasara algo aquí, cualquiera de esos que acabas de mirar con asco y desprecio que no te has cortado en darlo a demostrar será el primero en protegerte. Porque ni siquiera has pensado que se te hubiera podido perder la niña en la Cabalgata y que como la estas educando en ese odio a la Guardia Civil no encuentre a un policía local o un miembro de protección civil y se cruce con un guardia civil y no le diga nada por miedo y creencia de que estos le van a pegar. Y rozando aún más el rizo que la niña pasé por al lado de ellos y no diga nada y vaya a dar con un desalmado que se la lleve. Vergüenza me das del veneno que le inoculas a tu hija.
 
Ella me miró con una cara entre asco y sorpresa. Algo dijo entre dientes, seguramente me llamaría cabrón y fascista, y siguió su camino. Yo ignoro si esta chica era villera o era de otro pueblo. Que tampoco me interesa de dónde sea, pero que no me gustaron nada esas palabras. Porque eso no es libertad de expresión. Eso debería estar tipificado como delito de odio.
 
Mucho se critica a la Guardia Civil en este país. De que a la Benemérita la quieren disolver grupos políticos y sociales es un hecho. Que no se crean los guardias civiles que ningún grupo parlamentario los apoya. Ni se crean lo de la equiparación salarial. Casi nada lo que hay en el Congreso y el Gobierno. Eso al final de la legislatura buscando votos y serán 20 eurillos más al mes. Pero esos señores que van cerrando las cabalgatas u otros actos en toda España, a los que los han hacinado en un barco y en hoteles o campings de mala muerte para evitar un golpe de estado que disolverá la nación española, a los que cada día tienen que aguantar en Cataluña la presión de  gente como esta chica, presión que luego se extrapola a sus hijos en los colegios e institutos, a los guardias civiles de Alsasua y a tantos en cualquier zona del país no se ponen el uniforme a diario precisamente porque se estén haciendo ricos con el sueldo de mierda que tienen. Al contrario, muy mal pagados y encima con el sufrimiento en silencio, de eso sí que no hablan los políticos, de ser el colectivo profesional de España con la mayor tasa de bajas por depresión y suicidios. Eso sí, no conozco aun país ni democracia que no tenga entre sus fuerzas policiales unidades de choque y antidisturbios. 
 
Obviamente no llueve a gusto de todos y se está en la libertad de expresar que no agrada la Guardia Civil, paradójicamente esa libertad que te la defiende gente a la que críticas. Yo mismo critico a la Guardia Civil. Sobre todo, a sus miembros en la oficialidad superior y el generalato porque más parecen palmeros del gobierno de turno que efectivos que tienen que velar por sus subordinados. Y encima todos llenos de medallas. ¿En base a qué? Porque les pasan un imán que no se les despega. Y luego veo la falta de reformas en las casas cuartel, la falta de chalecos antibalas y demás material, la falta de comprensión de esos mandos de alta jerarquía y el cachondeo y calumnias que se trae la casta política, la vieja y la nueva, con la Benemérita. Y ya porque no quiero entrar en temas salariales y de falta de efectivos. Y tampoco es la Guardia Civil un cuerpo idílico donde todos sus miembros lleven a gala eso del “Honor es su Divisa”. Porque en todos sitios cuecen habas y la benemérita supongo que no es una excepción. Afortunadamente los guardias civiles que hacen Honor y Divisa en su profesión y vida son amplia mayoría. Y si algún efectivo de verdad se pasa en eso de “repartir caramelos” yo soy el primero en pedir que se investigue y si hay pruebas fehacientes del hecho que se le sancione y se le ponga bajo arresto porque eso daña la imagen del Cuerpo. 
 
Y si encima viene una envenenadora de estas a adoctrinar en el odio a los niños que son esponjas y todo lo absorben apaga la luz y vámonos. Y esto se ha demostrado en municipios como Alsasua donde hay un terrorismo latente, porque nos quisieron vender la moto de que los políticos habían acabado con ETA. Menos mal que yo no me lo he creído nunca. Y si encima ahora estamos educando en el odio y la calumnia en el resto de España así vamos como vamos. España un Estado fallido que vive en una falsa democracia donde cualquier tonto del culo se hace político. Así tenemos una amplia clase política en todo el país con una corrupción salvaje. Y todavía hay gente que les vota al mismo que les está robando el dinero de la educación de sus hijos, de la sanidad de todos y de las pensiones de nuestros mayores. Pero no, los malos y represores son los guardias civiles. 
 
¿Y saben por qué me metí en la conversación? Porque me dolieron aquellas palabras por dos motivos. Una porque eran palabras muy injustas y dos porque yo conozco a dos villeros que fueron víctimas del terrorismo etarra por el único hecho de vestir el uniforme de la Guardia Civil. Afortunadamente sobrevivieron pero siempre queda las normales secuelas y el dolor por los compañeros caídos.  Porque el terrorismo etarra también golpeó indirectamente a La Orotava. De eso parece que no se habla. Claro ahora el malo y el fascista seré yo por defender a la Guardia Civil y haber expresado mi disconformidad con las palabras de esta “mujer de paz” tanto en persona como ahora lo escrito en este blog. 
 
También quiero remarcar, no vaya a ser que ahora venga alguno/a a decir lo que yo no he dicho, la extraordinaria labor que hizo en la Cabalgata los efectivos de la policía municipal y protección civil. Es más, yo estaba en el Calvario y cerca había dos policías municipales que en todo momento tuvieron todo bajo control y sin ninguna incidencia. Y estoy seguro que en otras zonas fue tanto de lo mismo. Es más, felicitar a los dos municipales que estaba en la curva situada en el Palestra porque uno a cada lado de la calle no dejaban que los niños se salieran del perímetro de seguridad y los caramelos más alejados ellos los cogían y se los entregaban a los niños en mano. Y miren que la tropa infantil allí presente estaba bastante inquieta. Esto quiero remarcarlo porque este escrito no es una crítica a la ingente e imprescindible labor de la policía municipal y protección civil. Pero siempre puede haber algún espabilado/a que por maldad vaya a decir que yo hice un escrito poniendo por las nubes y glorificando a la Guardia Civil y criticándolos a ellos. Así que vuelvo a repetir mis felicitaciones a la policía municipal de La Orotava y miembros de Protección Civil y en especial a los dos policías municipales que estaban en la intersección de la calle Calvario con la Avenida de Canarias. Esto es una anécdota que yo he contado ante unas palabras injustas que les dijo esta chica a los guardias civiles. No es más, ni se tiene que buscar otro contexto que no existe.
 
Siento haber hecho hoy este escrito que no es habitual en el blog. Y menos digamos que de una escritura tan acometedora por decirlo de alguna manera. Tampoco es que yo haya sido nunca persona excelsa en el fino verbo.He tenido hoy que romper la línea editorial de este blog que tiene y debe ser para tod@s indistintamente del pensamiento ideológico de cada un@. Pero me dolieron aquellas palabras a los guardias civiles y aquella mirada de odio y desprecio para ellos. Como villero, en la parte que a mí me toca, le pido disculpas a los efectivos de la Guardia Civil presentes en aquel momento porque afortunadamente no tod@s pensamos igual en este pueblo. 

¿Se me criticará ahora por este escrito? Tanto que me da.

Un saludo.