Hoy hace dos años que
falleció uno de los mejores hijos que ha dado la patria villera. Este escrito
lo publiqué en Facebook el día 6 de Julio tras su entierro y hoy quiero publicarlo
aquí pues Jose fue un insigne 100 x 100 villero de La Orotava.
Siempre lo estoy
recordando y lo echo de menos. Aun hoy en día releyendo estas palabras que le
dediqué me emociono.
Muchas veces el escribir
no es tarea sencilla cuando se hablan de temas generalistas. Pero mucho más
difícil es cuando se habla de personas conocidas y a las que servidor apreciaba.
El domingo me enteraba vía
Facebook del fallecimiento de Jose. La verdad que me pilló de sopetón y me dejó
asombrado. Inmediatamente me puse en contacto con varias personas para que me confirmaran
la noticia y hora del entierro. Tristemente la noticia era cierta.
Hoy hice todo lo posible,
y gracias a Dios pude conseguirlo, de darle mi última despedida a Jose. Ni que
decir que en la parroquia de San Juan no cabía un alfiler de gente que lo
conocíamos y apreciábamos y que quisimos acompañarlo en sus últimos momentos. Tremendamente
emocionante ver el féretro en la misa y frente al mismo, la virgen del Carmen y
el Cristo del Columna. Parece que ambos, tan queridos por Jose, vinieron a buscarlo
para llevárselo a la Jerusalén Celeste. Ya por fin estará reunido con sus seres
queridos y con Cristo y la Virgen a los que tanto amó y tanta devoción les
profesó en vida. Ya saben que yo no creo en las casualidades sino en las
causalidades. Y que Jose muriera tal día como el de la festividad del Cristo de
la Columna tenemos que comprenderlo desde una lectura de que cuando la gente es
buena, cuando viven una fe autentica y cuando las palabras se demuestran con
hechos el mismo Dios reclama para sí a estas personas en días especiales. Por
eso creo que esta gente a veces se va demasiado pronto. Se van porque Dios las
reclama para sí y les da su lugar en el Cielo como premio anticipado. Precioso
y bonito detalle el del domingo por parte de la Banda Municipal de La Orotava de
tocar en su velatorio tras la procesión.
Con Jose tuve siempre una
relación de respeto cordial mutuo. Pese a que muchas veces de iguales temas
tuviéramos pareceres distintos. Discutíamos de temas varios en muestras
posiciones enconadas cada uno y manifestando nuestras tesis. Pero jamás a mí,
como a nadie, me dio ni una mala contestación, ni una palabra más alta que la
otra ni ningún tipo de desprecio. Al contrario, él siempre se mantuvo en su
sitio pero jamás le dio la espalda a nadie. Siempre con una sonrisa para todo
el mundo. Con una educación extraordinaria y un saber estar y trato con la gente
que le hizo ganarse el cariño de todo el mundo. Bien lo pudimos ver hoy en el
entierro el aprecio que le profesaba la gente de muchos lugares de La Orotava.
Eternamente fue muy
sanjuanero. Muy de su barrio al que quería con locura. Pero a la vez fue muy villero.
Jose como nadie representaba la esencia de este pueblo. Buena persona,
profundamente católico e imbuido en la vida social de la Villa y muy amigo de
sus amigos. Muy implicado en labores sociales en ayuda a los más necesitados,
en las hermandades, en la venta benéfica para tal o cuál fin. Él no tenía
limitaciones pese a su cojera. Un fuerza de voluntad envidiable que no le hacía
tener límites y una vocación de servicio para los demás que emanaba de su
profunda Fe. Como se suele decir la fe mueve montañas. A veces esa fe que tenía
y ese sentir religioso por el cual se regía su vida lo hacían parecer un
caprichoso y cabezota. Pero no era eso. Era amor a Dios. Hoy comentaba el
párroco de San Juan en su homilía que incluso estando convaleciente en el
hospital lo llamaba para recordarle tal y cual cosa de la misa o la iglesia. Él
estaba siempre atento al más mínimo detalle.
Y como era un terco
benévolo en su fe, aunque nunca suelo hablar en las redes sociales de mis cosas,
hoy tengo que contar algunas anécdotas que recordándolas me ha hecho llorar de
emoción.
Yo en su momento dejé de
ir a misa a San Francisco. No por don Jesús al cual me une una magnífica
relación de respeto ni por nadie de los feligreses de San Francisco. Al contrario, muy buenas personas van allí a
misa y un lujo de sacerdote que hasta hace poco tenían. Simplemente dejé de ir
o por ausencias por mis obligaciones o porque no me apetecía ir. Y pasaban
meses o incluso más de un año y me encontraba con Jose y siempre me decía ”ateo
que te has vuelto un ateo. Ya no vas a nada”. Se enfadaba conmigo si no iba a
las festividades de San Francisco, San Judas Tadeo, o la virgen de la Caridad.
O porque no me veía en Semana Santa. Y él tenía como aprensión por ello. Como yo
tampoco me quedaba atrás respondiéndole me decía con aquella forma de ser que tenía
“muchacho cállate no digas eso donde la gente te esté oyendo. Señor perdónalo
porque no sabe lo que dice”. Pero un día me la hizo buena, y que hoy he llorado
bastante recordándola de la emoción que me produce. Fue en el año 2006. Estábamos
en la semana de las fiestas que coincidían con el V Centenario de la Villa. Yo
estaba en una misa del triduo al Sagrado Corazón de Jesús. Y al irme me dijo
que el capellán militar iba a venir a La Orotava. Iba con prisa y no me quedé
bien con lo que me había comentado. De resultas que al día siguiente me llaman
por teléfono que si podía llevar al capellán militar a San Francisco a una misa
porque venía con las esposas de la alta oficialidad de los respectivos
acuartelamientos de Tenerife y del mando de Canarias. Era un grupo numeroso de
mujeres más el capellán. En San Francisco estaba todo abierto y Jose esperando.
Las señoras se sentaron y el capellán se fue a la sacristía acompañado por
nosotros y yo aproveché para hablar un rato con el pather que hacía tiempo que
no lo veía. Tras hablar con él me dije bueno ahora me siento atrás por
gentileza y aprovecho y me quedo en misa. No pasé ni diez segundos sentado
cuando sale Jose de la sacristía y me hace señas. Me dice que lo acompañara en
el coro. Me quedé mirándolo fijamente y le hice señas de salir al patio para
que no me oyera el capellán. Yo protestando qué cómo iba a hacer coro con él si
no sabía cantar ni sabía las canciones de misa ni nada. Pues Jose, y repito en
aquella cabezonería benevolente que tenia de la gran persona que era, se puso a
batallar conmigo diciéndome que diéramos una misa sencilla pero solemne, que no
le íbamos a hacer el feo al capellán y a las señoras, y para arriba y para
abajo que al final tuve que ceder. Poco más que salgo de la sacristía vestido
de monaguillo. No solo el cantar, del que José me eclipsaba con su voz. Que
gran voz le dio el Señor para a la vez él honrarlo con sus cantos. Así dejó tan
buenos recuerdos de sus actuaciones con la Coral. Aparte de eso tuve que hacer
las lecturas y la oración de los fieles. Total que la misa salió a pedir de
boca. El capellán quedó muy contento e incluso la esposa del general jefe del
Mando de Canarias vino a hablar conmigo dándome las gracias y que le había encantado
la iglesia pues le parecía muy bonita. Jose como siempre detallista dando
estampas para rezar y de que no dejaran de venir el Jueves Santo por la noche a
ver al Cristo del Columna. En cuanto entré a la sacristía me veo a Jose con
aquella sonrisa pícara y socarrona que tenía cuando se salía con la suya y me
dice “ves como todo salió bien. Y tú que decías que no. Hay que tener más fe,
que Dios y la Virgen siempre ayudan”.
Anécdota que ya forma
parte de la nostalgia de mi pasado. Aunque estuve días sucesivos enfadado por
ello hoy la recuerdo con cariño. Incluso la veo como un honor el haber cantado
en una misa junto a Jose.
La Villa ha perdido a un
hijo ilustre y a un cristiano de corazón. Jose no era como tant@s que van a la
Iglesia a entonar el Mea Culpa y a bañarse en agua bendita para que todo el
mundo los vea. Jose sentía los colores de la fe. Posiblemente se haya ido un
verdadero soldado en la militancia a Cristo Rey. De lo que se siembra se recoge.
Por eso vi esas muestras de cariño y dolor hacia su persona. Quitándome a mí
que yo soy un pecador y posiblemente Jose en sus discusiones conmigo tendría mucha
razón, vi tanta gente buena despidiéndole que ahí se ve la grandeza del mismo.
Tantas personas rotas de dolor que no quiero nombrar a nadie porque si empiezo
a nominar no acabo. Gente que conozco, conocidos de vista y gente que hacía
años que no veía. Al igual que vi roto de dolor a don Jesús cuando se le dio su
último adiós en la Iglesia de San Francisco en presencia de la imagen de la
Virgen de la Caridad. Su querida Iglesia de San Francisco. A la que tanto quiso
y que con tanto esmero la cuidó. La presencia hoy de parte de la Corporación
Municipal, de las Hermandades con sus estandartes y de la amplia representación
clerical demuestra la gran persona que era Jose. Pero me quedo con la magnífica homilía dada
por el párroco de San Juan. Cuando hizo el símil de que el Santo Hermano Pedro
próxima su muerte le dijo a sus compañeros que no se preocuparan que le hacía
más falta a ellos allá que aquí. Y de que ya Jose seguro que estaba allá dando órdenes
a los angelitos. Pero dijo una frase que se me quedo grabada. Comentaba don
Pedro de que hay que vivir con la gente lo que nosotros vivimos con Jose. Y que
gran razón tiene en esa afirmación. Porque lo que vivimos con Jose fueron
vivencias que solo se puede vivir con las grandes y buenas personas. Con la
sola presencia de Jose la gente que estaba a su alrededor se convertían en
mejores personas. Yo no sé cómo me voy a tomar el ir algún día a misa a San
Francisco y ver a don Jesús bendecir el pan y el vino y no oír a Jose cantar.
Siempre allí a un ladito cantándole a Dios.
Se te va a echar de menos.
Me hubiera gustado vernos más a menudo pero entre mis ausencias y el ser
caprichudo como tú me decías nos veíamos poco. Al menos Dios ha querido que
estuviera en La Orotava para darte el último adiós. Ahora ruega por todos los
que nos quedamos aquí y que hemos sentido tu marcha. Ya sabes que el respeto,
afecto y admiración que te tenía era de corazón. Porque gente como tú son las
que hacen un mundo mejor. Fuiste un ángel terrenal y ya eres un ángel
celestial. Solo espero que algún día nos volvamos a encontrar.
Que la Luz perpetua y
brillante ya esté contigo. Porque nadie como tú puede haber que haya ganado el
Cielo de forma más inmediata.
Hasta siempre Jose.
Apéndice*.
Aquí dejo algunos
comentarios que en su día se hicieron en mi perfil de Facebook y que son el
fiel y mejor reflejo de lo que fue Jose para este pueblo y sus vecinos.
Candela Pérez:
Muchas gracias Paco por este emocionante relato. Es verdad que en estos
momentos no tenemos palabras para agradecer tanto y tanto cariño. Estamos
desconsolados por su pérdida pero a la vez satisfechos porque todo fueron
señales. Sin decir nada porque para él, todo lo que le hacíamos estaba
bien y nos decía:" como tú quieras", "cuanta lata les estoy
dando"...fue muy sufrido y nunca tuvimos la más mínima queja, todo lo
contrario, era un derroche de agradecimiento. Se fue con una inmensa paz,
cuando él quiso, si no podía estar en la festividad del Columna, estaría desde
primerísima hora para verificar que todo estuviera como a él le gustaba. Y
casualmente el lunes por la noche oímos los truenos y comentamos: Escucha...ya
está Jose poniendo orden en el cielo!
Mercedes Belza: Que guapo esta en esta foto,que el Señor te acoja en el
Reino de la Gloria D,E,P.
Cristina Torrents Arbelo: Precioso Paco...no lo pudiste describir
mejor. Yo vivo ese dolor muy de cerca porque Jose es hermano de mi cuñada.
Deja un hueco muy grande. La Banda municipal le hizo un homenaje que no se le
hace a todo el mundo. Por algo será...
Ana Sánchez González: No
hay palabras. D.E.P
Desiderio González Palenzuela: Una gran persona que el Señor le conceda el premio
eterno por todo el bien que hizo en nuestra Villa.
Ascen Alonso Linares: D.E.P Amigo que gran vacío nos has dejado pero siempre te
llevaremos en nuestros corazones.
Ana María Böke González: Desde luego al leer este recordatorio de Jose es
impresionante no se podía describir nada mejor!! DEP Jose. Solamente una aclaración
si me lo permites, no fue la banda de cornetas y tambores quién le tocó, fue la
Banda Municipal yo estaba allí. En ese momento hasta las piedras lloraron ¡Sin
palabras!
Taty García: Que
la virgen de la Caridad, ilumine su camino. Siempre en el recuerdo. Muchas
gracias Paco. Muy buena persona, no se rindió nunca su fe era mucha y su
sonrisa. José hasta siempre. La pena es muy grande. Pero tú estas feliz junto
al Padre Dios D.E.P
Eli Méndez: Impresionante
despedida y tu relato inmejorable estará sonriendo Jose desde arriba.
Meyo Bautista:
Paco que bonito, yo lo conozco, de pequeña, me acuerdo cuando tenía la tienda,
en la Centella, y nos poníamos a alegar, con él. Siempre con esa sonrisa, y esa
alegría que tenía. Siempre nos daba buenos consejos, y vete a misa, Meyo, y
yo le decía tú no sabes que yo soy una atea, para hacerlo enfadar, y se
ponía ayayayaya, hay que ir a la misa del gallo. Él era Único y como el pocos.
Gran amigo, gran vecino, gran persona. Gracias Paco, porque tus palabras
reflejan, lo que simplemente era Jose. Y sí, fue la banda de música la que le
tocó en su duelo.
Leo Fuentes De García Y Benítez: Emocionantes
palabras. Un escrito extraordinario. Siempre lo recordaremos.
Antonía García Estévez: Es una pena tan joven.......Pero la vida es así de
injusta. D.E. P.
María José V Ferrera: Algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Pero créeme
si te digo que el halcón no dejo de volar , solo cambió sus alas por las de un
ángel , y puede que el cielo tuviera falta de ángeles.
María Goretti García Reyes: Paco como
siempre tus palabras emocionan!!!! Gracias.
Loly García González: Dios,
que joven te fuiste!
Andrés Torrents Arbelo: Esa foto es el reflejo de lo buena persona que
era. Enhorabuena por el homenaje.
Lorena Martin Gómez: Estas palabras que has escrito, han sido un merecido
homenaje para esta gran persona.
Candelaria H. Díaz: Precioso escrito para un buen amigo y persona. D.E.P.
Esperanza Bautista Luis: Precioso escrito y merecido. Mi más sentido pésame
a un ángel terrenal y ahora celestial.
Dulce Fariña Pérez: Que
bonitas palabras amigo Paco muy emocionantes!!!!
Juan Ramon Hernández Trujillo: Muy bonitas palabras para una gran persona.
Petri Garcia Reyes: Qué bonito Paco como siempre me emocionas!!!!!!! José
era una bellísima persona.
María Luz Martín Abrante: SIN PALABRAS, no se puede describir mejor.
Anónimo: “Yo también me sobrecogí
con esta triste, tristísima noticia. También lo aprecio y respeto desde muy
pequeña José ha estado en mi vida y siempre con una sonrisa ,un buen consejo, y
un cariño para mí. Para poner un ejemplo de la huella que dejó en mí les voy a
contar algo. Hace años, pasé una época muy mala, económicamente hablando, una
mañana ,venia de dejar unos currículums y me sentía fatal. Jose de lejos me vio
en la cara que algo iba mal, y discretamente me lo saco, mi pena era que estábamos
en Navidad y yo no podía comprar los Reyes de mis hijos. Jose me tranquilizó y
me animó como el buen amigo que era. Me dijo: A las buenas personas le pasan
cosas buenas y tú eres buena niña. Lo que pasa es que has tenido mala suerte. Ya
verás q tu hijos tendrán sus regalos, de alguna manera se arreglará. A los dos
días tocaron en mi casa. Era José cargado de regalos para mis hijos el Día de Reyes
pude ponerles regalos a mis hijos en el árbol. Ese era Jose, jamás podré
olvidarlo.
Meyo Bautista: Ese
era José. En casa de mi madre tocaba en Reyes, con una bolsa con chocolates
cuando éramos pequeñas. Esas cosas no se olvidan. Lo más que recuerdo era su
sonrisa. Cuando tenía la tienda en la calle Centella yo iba y pegaba a decirle
que muñecas más feas tienes jaja para oírlo.... era una gran persona.
Montserrat Santos Luis: Dos años sin ti Jose. parece mentira. Pero tu Ave Maria los escuchan los ángeles como tú me decías. Se te extraña luchador.
Aniita García González: Siempre en el recuerdo. Increíble, ya dos años.
Lali González: ¡¡¡Te fuiste tan pronto!!!! Dios te tenga junto a Él.
Carmen Jimenez Cabrera: Cuánto lo quería y lo echo de menos. Siempre lo llevaré en mi corazón.
Rita Martín Rodríguez: La verdad Jose eras y serás dónde estés una gran persona. Nunca te olvidaré.
Montserrat Santos Luis: Dos años sin ti Jose. parece mentira. Pero tu Ave Maria los escuchan los ángeles como tú me decías. Se te extraña luchador.
Aniita García González: Siempre en el recuerdo. Increíble, ya dos años.
Lali González: ¡¡¡Te fuiste tan pronto!!!! Dios te tenga junto a Él.
Carmen Jimenez Cabrera: Cuánto lo quería y lo echo de menos. Siempre lo llevaré en mi corazón.
Rita Martín Rodríguez: La verdad Jose eras y serás dónde estés una gran persona. Nunca te olvidaré.
©
2015
© 2017 Francisco García.
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Primera edición del texto:
Julio de 2015
Segunda edición del texto
revisado: Julio de 2017.
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José Pérez, conocido popularmente como "José el cojo". Foto: © Paco García 2004. |