Quienes sean asiduos lectores de este blog recordaran que el año pasado dediqué una serie de escritos a todos aquellos trabajadores/as que por las circunstancias de su profesión tuvieron que seguir al frente de sus actividades laborales. Aquello que se llaman profesiones esenciales. Soy consciente que muchas profesiones se quedaron sin ser tratadas pero que no se sientan marginados por ello pues no todo lo podía abarcar en escritos. Pero estén o no, aquí nadie sobra. Al contrario, nos faltan hombres y mueres valientes para vencer esta pandemia y levantar España.
Yo había comentado tras escribir esos artículos que no volvería a recordarlos porque fueron escritos en momentos de mucha incertidumbre y confinamiento. Pero la falta de tiempo para dedicarle al blog hace que de nuevo los traiga. Igualmente admito que no es sólo por la falta de tiempo que conlleva no poder escribir, sino porque creo que con el tema del Covid todo se sigue haciendo mal. O no aprendemos, o no quieren que aprendamos, porque a estas alturas las casualidades no existen. Creo que cada persona con un mínimo de razonamiento y coherencia tiene entendimiento suficiente para analizar la situación y valorar lo que crea conveniente. Yo no estoy para solucionar la papeleta de esta pandemia. Por lo tanto a partir de hoy, indistintamente de cuando fueran publicados estos artículos, los iré recordando de nuevo.
Hoy empezamos por aquel que le dediqué a los médicos y sanitarios. Primera línea de nuestra vanguardia en esta guerra. Y ahí siguen en las trincheras combatiendo al Covid. Mi máxima admiración para ellos/as.
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