Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

miércoles, 7 de abril de 2021

Vestigios de otros tiempos a los que se le podrían dar nuevos usos.

Vivimos plenamente en la Edad Tecnotrónica. Creo que no es descabellado afirmar que ya hemos dejado atrás la Edad Contemporánea para dar paso a la susodicha Tecnotrónica. Hace unas semanas veía en el Telediario una noticia de que en España quedan alrededor de 14.000 cabinas de teléfonos (muchas me parecen) que paulatinamente están dejando de prestar sus servicios porque ya no son económicamente rentables y porque en España hay más teléfonos móviles que habitantes. Aparte de que ahora se une la aún más rigurosa desinfección de las mismas por el Covid y unas labores de mantenimiento que no se amortizan con las pocas llamadas que se realizan desde tales habitáculos que durante décadas han formado parte del mobiliario urbano de pueblos y ciudades. En unos pocos años ya solo los más viejos del lugar nos acordaremos de ellas.

 

Las cabinas telefónicas. Mobiliario urbano alegórico de otros tiempos que están condenadas a desaparecer frente al ineludible avance tecnológico. Imagen: © Paco García 2021.

 

No me cabe duda que mantener una red de cabinas de teléfono tan extensa es tontería, aunque tampoco soy partidario de su desaparición total. No se puede generalizar en que todo el mundo tenga un móvil y que encima se lleve con conexión de datos y saldo. El tener un teléfono móvil y un smartphone no es sinónimo de poder comunicarse. Y más en estos tiempos en el que vivimos en la época del postureo y a saber cuánta gente hay que mucho móvil y poco saldo. Por eso no soy partidario de la retirada total de las cabinas de teléfono. Es más, por ley debería regularse su presencia en las calles ubicadas en zonas estratégicas. Una moneda y una cabina han sacado a lo largo de muchos años a la gente de un apuro.

El sagaz lector/a se estará preguntando a cuento de qué viene esta referencia a las cabinas de teléfono cuando es algo generalizado y no puntual en La Orotava. Pues bien, lo explico.

Yo vi esa noticia y sin más pasó por mi parco intelecto. No le di mayor importancia pues a fin de cuentas esta noticia tiene un trasfondo bastante razonable. Pero el otro día iba caminando por la calle Sabino Berthelot y me fijé en la cabina que allí está situada. Y recordé otra parte de aquella noticia pues en Barcelona estaban quitando una cabina y en el lugar de ubicación iban a readaptarlo como punto de intercambio de libros.

Estamos en Abril, mes de libro, y yo me dije lo bien que quedaría aquí, y en diversos sitios de la Villa, un punto de intercambio de libros. A colación de este tema escribí hace un tiempo sobre las miniblibliotecas que El Rosario, idea que ya se está extendiendo a otros lugares de la isla, sobre todo en la zona capitalina, tiene en varios puntos de su municipio. Se que funcionan muy bien pues tengo una amiga que vive en este municipio y es usuaria de uno de estos donde suele intercambiar muy buenos libros. Pese al Covid no ha parado de funcionar desde la desescalada, aunque su funcionamiento ya tiene algunos años. Aquí pueden leer el artículo que en su día dediqué a estas miniblibliotecas y a la labor de fomentar la lectura, hasta que la situación del Covid obligó a tomar otras medidas, que estaba haciendo la amiga Loly Portero:  https://100x100villerosdelaorotava.blogspot.com/2019/12/las-bibliotecas-callejeras-y-la-buena.html

Por lo tanto, en este mes del libro, y siempre, voy a seguir reivindicando estos espacios culturales que bien se podrían ubicar en las antiguas cabinas de teléfono. Sé que ahora mismo es una propuesta arriesgada. Pero es que lo del Rosario es impresionante la cantidad de libros que allí encuentran nueva vida. Aparte de que mucha gente no puede acceder a la lectura de novedades literarias por el precio de los libros. Muchas veces esas tiendas que hay de segunda mano suelen tener afluencia de clientes que compran libro por precios irrisorios. A veces parece que por desgracia la cultura se acota a personas con posibles. Muchas veces se dice salvemos la cultura. Y se podría salvar, pero la gente no te va a pagar por un libro, ir al teatro o a un concierto con lo que come varios días.

Creo que esta especie de fomento popular de la cultura mediante puntos de intercambios de libros es muy enriquecedora. No es que yo necesite libros. Al contrario, tengo para montar no varias miniblibliotecas sino varias librerías. Pero creo que toda idea que fomente la lectura es buena. Que repito, yo tengo para leer todo lo que quiera. Pero considero que un libro no debería acabar su vida en una trituradora de papel en un punto de reciclaje sino ir de dueño en dueño hasta que consiga alguien que se enamore de sus palabras. Y por otro lado vamos a ser claros. Creo que la gente lee poco. Los nuevos tiempos han traído consigo que todo lo queramos encapsular en forma de Tweet y el leer un libro para muchas personas es una odisea. Incluso me atrevería a decir, por lo que yo noto en las redes sociales, que hay un fuerte, y preocupante, problema de lectura comprensiva. Hablando en términos nacionales un país que lee poco y mal es un país donde la molicie impera. Un país que al final acaba como José Luis López Vázquez en aquella mítica película de “La Cabina”. Aislado, desesperado, impotente y esclavo de un tétrico destino.

En fin, ya saben que en este blog apuesto fuertemente por la lectura. Creo que como experiencia piloto adecuar algunas cabinas que aún quedan por el pueblo sería interesante. Aparte que da un toque al pueblo de ser municipio de cultura y fomento de la lectura. Por eso simpatizo y me identifico tanto con estas ideas que se hacen por diversos puntos del país.

Tema el de hoy, que nacido entre la noticia y la espontaneidad, y que si bien no entra en la temática habitual del blog, que sinceramente la falta de tiempo me ha obligado a tenerlo muy abandonado, sí creo importante expresar en el mismo mi punto de vista sobre este tema. Y más siendo La Orotava un municipio donde la cultura siempre ha tenido un lugar privilegiado. Como decía Napoleón: “si escanciamos vino es para beberlo”. Pues esto es igual. Si hay cultura escanciémosla (aún más) para beberla.

Saludos.

*Mi amiga del Rosario me envía, tras leer este artículo, un enlace reciente. Merece la pena su lectura y escucha:

https://cadenaser.com/emisora/2021/04/06/radio_club_tenerife/1617713202_506629.html?ssm=fb&fbclid=IwAR2A4uXiWjeSfv_JlRWqnU-fVf2VZyS6xjcgXHfaLZnUpoW4M0BXB3b6PF0

*Por cierto, a quien quiera ver aquel mítico cortometraje de “La Cabina” protagonizada por José Luis López Vázquez aquí la tienen de la página de YouTube de RTVE.

https://www.youtube.com/watch?v=1H1_p6B4Ugo&t=238s 


 

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Primera edición del texto: Abril de 2021.