Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

sábado, 4 de febrero de 2017

Eulogio Anceaume Perera “Charly”.


Hace unos meses comentaba que en éste 2017 quería centrarme en escribir sobre todo de esa cosmogonía a la que he bautizado como “Universo Orotava” con todo lo bueno y malo que ello conlleva. Aparte de los escritos habituales también estoy elaborando una serie de escritos digamos muy “ácidos” al estilo Truman Capote de la sociedad americana de la década de los cincuenta. Aunque la caballerosidad y discreción me impide dar nombres explícitos con más de un escrito sé que van a quedarse con la duda de decir ¿pero éste no es aquél y ésta no es la otra? Pero eso a su debido tiempo. Y como no, se seguirán sumando los “100 x 100 villeros” que gradualmente y en base a la disponibilidad de fotos y de tiempo personal del que disponga se irán publicando. Pero también dije que quería escribir sobre grandes villeros que por fortuna siguen entre nosotros. De unos haré un escrito extendido y de otros breves referencias en un post. Nunca he entendido esa mala costumbre en este país de no acordarse de las grandes personas en vida y luego ya muertos alabarlos. Coño hasta el día que yo me muera los que hoy me critican luego dirán que era un tío cojonudo. Y repito que como no me gusta esa fea costumbre patria este año me he propuesto hablar y recordar a grandes villeros que siguen en vida como es el caso de mi querido y apreciado Charly.
A Charly lo conozco hace muchísimos años. Más de los que la memoria me permite recordar. Mucha gente no sabe que él nació en la Ranilla en los años 40. Pero estoy seguro de que Charly siempre se ha sentido villero por los cuatro costados. Con todos mis respetos para el municipio del Puerto de la Cruz y su populoso barrio de la Ranilla. Pero Charly es villero, villero. De niño residió en la calle Juan Padrón. En una época donde en el centro de La Orotava nos conocíamos todos y en cierta manera todos éramos “familia” en buena vecindad. Hoy sigue habiendo buena vecindad pero aquellos eran tiempos y habitantes de cuando La Orotava era La Orotava.
Charly desde muy joven se buscó pronto la vida y el sustento. No tuvo nunca grandes estudios, pero es un hombre de una cultura y educación exquisita. La cultura y educación que da la prestigiosa universidad de la vida. Cosas que otros no pueden decir ni ostentar pese a que van por la calle creyéndose bachilleres por Toledo y licenciados por Salamanca. Él venía mucho a mi casa ha vender el periódico. Era una época donde a mi casa, como otros muchos hogares del pueblo, venían gente como Domingo el “popi” con las barras de hielo, Luis el “pichini” con la carne, Rosa la de las verduras, Alfonso el “pilile” con algún recado, Clotilde la panadera, Pilar la costurera, Carmen la del pescado que venía con su cesta a la cabeza también desde el barrio de la Ranilla, María la lechera y tanta gente buena que antaño formó y visitó nuestro municipio. Toda esa gente transitaba por mi casa a comprar, vender o intercambiar productos. Y a ella venia Charly o a veces su hermano Carmelo ha dejar el periódico. Aunque Charly y su hermano Carmelo trabajaron luego en el Quiosco y más tarde como pintores de edificios ya con el boom urbanístico que se impuso. Una vida dura la que tuvo Charly en lo laboral pero siempre digna de quien se gana todo con el sudor de su frente.
Como anécdota relato el por qué del alias de llamarlo “Charly”, aunque también se le conoce por “Yoyo” y algún apodo más, pues él ni siquiera se llama Carlos sino Eulogio. Eulogio o José Eulogio. Ahora no recuerdo bien. Lo de “Charly” le viene por la razón de que él fue uno de los pioneros de la introducción del baloncesto en la Villa. Sobre todo entre aquellos equipos pequeños de aficionados que florecían a finales de la década de los cincuenta y principio de los sesenta. Su estilo de juego, según me comentan quienes lo vieron jugar, era muy parecido a Charly Meevint, jugador del mítico equipo americano de baloncesto-espectáculo de los Globel Trotter. Él tenía un juego en la cancha muy técnico, pero a la vez de mucho espectáculo. Jugó primero en la terraza del cine Atlante y luego en la plaza Franchi Alfaro. Ambas instalaciones hoy desaparecidas. Militó en el Juvenil Águila del Valle en distintas categorías lo que le hizo ganarse un nombre entre los amateur y primeros equipos profesionales de aquel incipiente deporte llamado baloncesto. Como curiosidad y anécdota fueron los de su generación los que introdujeron en Tenerife las míticas zapatillas deportivas All Start. Muchos jóvenes creen que las All Start son unas zapatillas relativamente recientes en el tiempo, pero son prácticamente el mismo modelo que las primigenias de los años 30 en las canchas de baloncesto americanas. Las legendarias zapatillas que nunca pasan de moda.
Pero Charly también ha tenido que sufrir mucho a lo largo de su existencia y en el otoño de su vida le han venido palos muy duros que por el cariño y respeto que le profeso no quiero entrar a recordar. A veces la vida es muy injusta con la gente más justa. Y eso lo ha llevado a ensimismarse en sus pensamientos y a estar siempre paseando en soledad por las calles y plazas villeras con ese aire nostálgico que le caracteriza. Charly es como el Quijote. El caballero de la triste figura. Pero un caballero de los pies a la cabeza con una gran afabilidad para con todos. Siempre con amables palabras. Nunca una crítica a algo o alguien ni creyéndose más que nadie. Por eso la grandeza humana de Charly no tiene límites. Siempre que lo veo no dejo de ir a saludarlo y preguntarle cómo está y conversar un rato con él. Constantemente me pregunta por los amigos en común que tenemos si hace tiempo que no los ve. Cosa que demuestra que Charly es amigo de sus amigos y de que incesantemente está al tanto de acordarse de ellos. Siempre he dicho que conocer a personas de gran valor humano como Charly es engrandecerse uno mismo como individuo. Porque está tratando con gente buena. Pese a las dificultades nunca ha perdido el saber estar ni la empatía. Incluso ha mantenido su inquebrantable Fe y religiosidad, cosas que a veces son lo primero que se pierden, que le ha servido de motor y revulsivo en los momentos más duros militando en los movimientos carismáticos del Puerto de la Cruz.
Por eso este escrito para el amigo Eulogio Anceume Perera “Charly”. Porque se lo merece y porque quería desde hace tiempo escribirle algo. Que su figura y las palabras que humildemente le dedico queden en el éter inmortal que es la Red. Y en el día que nos vayamos todos y cuando el tiempo haya hecho polvo nuestros huesos y el dios Cronos borre nuestro nombre de los recuerdos, espero que nunca de gente como Charly, en las décadas y siglos venideros esos viller@s que aún no han nacido se encuentren este tipo de historias. Que son las historias de una población y de lo que fuimos, lo que somos y lo que deberíamos de ser. Por gente como Charly es por lo que vale la pena defender una Raza y un Pueblo. Porque han sido personas como él las que aportaron su granito de arena a la esencia de este gran lugar que es La Orotava. Este es nuestro terruño y un viller@ solo tiene, o debería tener, una sola Patria chica. Así al menos opino yo. Pero todo es respetable.
Obviamente como lo conozco y la humildad le puede me hubiera dicho que no merece estas humildes palabras que le dedico y no le comenté nada de éste escrito. Ni pienso hacerlo. Ya seguro que por alguien se enterará. Incluso tenía la duda de si se dejaría hacer la foto. Aprovechando el nuevo año le dije que iba a hacerle unas fotos a las que amablemente accedió.
Gracias Charly por formar parte de la esencia de La Orotava. Con tus pensamientos ensimismados y tu carácter retraído y nostálgico en ti mismo. Pero siempre correspondiendo a los amigos con tu cortesía, deferencia y el espíritu humano que caracteriza a las grandes personas. Jamás olvides que en La Orotava hay mucha gente que te aprecia y estima porque quien siembra amabilidad en la juventud recoge cariño y afecto en la vejez. Pese a los golpes de la vida, que han sido muchos y demoledores, siempre has demostrado plantarle cara a las adversidades que te han venido. Y tú amigo Eulogio eres un gran hombre y todo un caballero. Y sobre todo eres uno de los nuestros.
Se te quiere Charly.
© 2017 Francisco García.
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Todos los derechos reservados a favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Enero de 2017.
Segunda edición del texto: Febrero 2017
© 2017

Eulogio Anceaume Perera "Charly".
Foto: © Paco García 2017.