Hoy
es de esos días para el recuerdo pues aunque no sé la fecha exacta, está por
estos días, de eso sí que no tengo duda, Luisa cumple el séptimo aniversario de
su fallecimiento. Imposible que yo me olvide jamás de su persona. Ni yo, ni
ningún villero que la hubiera tratado. Vecina de la calle Calvario y una de las
mujeres más dicharacheras y que más amor tenían a La Orotava que yo haya
conocido.
A
Luisa la traté de toda la vida y me pareció una mujer excepcional. Siempre, y
más después de jubilada de sus años trabajando en el Bazar Buthan vendiendo
lotería y luego en el bazar Lar, en la ventana de su casa viendo la vida de La Orotava desde la calle
Calvario. Desde su privilegiada atalaya villera. Cada vez qué pasaba si la veía en su ventana, que eran la mayoría de
las veces, siempre tenia mis diez minutos de charla con ella. Luisa siempre me
preguntaba por el pueblo y lo qué se hacía, o lo qué no se hacía. Ella nunca
quiso desanclarse de la vida social del municipio, pese a que en sus últimos
años ya no salía tanto a la calle. Siempre tenía una sonrisa amable para con
todos. Se le llenaba la cara de ilusión cada vez que me pedía, al igual que a
muchas personas, el “parte de novedades” cómo a ella le gustaba decir sobre La Orotava. Porque le interesaba saber de todo lo nuevo que aconteciera y supiera del
municipio. Me encantaba hablar con ella. Cuando salía a pasear por La Orotava se ponía muy
coqueta con sus labios pintados de rojo, también se los pintaba para ponerse en
su ventana, y muy arreglada porque decía que había que ponerse guapa para
pasear por nuestras calles. La ilusión de caminar por su querida Villa.
Con
Luisa en su ventana viví innumerables anécdotas. Recuerdo una vez de ir bajando
por la calle Calvario, ella desde que me veía de lejos empezaba a saludarme con
la mano, me paré como era tradición para nuestros minutos de charla. Y de pronto
tras las cortinas me salió un negro todo emperchado de arriba abajo mostrando
una amplia sonrisa. Me quedé mirando para el negro y le digo a Luisa, “Luisa
¿ya se apuntó usted también a la moda de traerse un amante exótico?” Ella no
paraba de reír y más cuando me dijo que el negro aquel era un sacerdote que había
venido una temporada de coadjutor a la parroquia de la Concepción. Yo no sé si
el tipo, creo que era tocayo mío, entendió algo, él solo hacía reír y asentir.
Buenas risas nos echamos aquel día. Y muchas más con anécdotas múltiples
tuvimos Luisa y yo desde su púlpito.
Pero
Luisa era también una mujer muy consciente de la grandeza de nuestro pueblo,
tradiciones y fiestas. A ella le daban escalofríos de ver en lo qué ha
degenerado la vestimenta de mago en la Romería. Sobre todo en las mujeres. Cosa
que por desgracia no se ha podido erradicar y que por otra parte es feísimo. Y
repito la versión oficial: “a la Romería se va vestido no disfrazado.” Ella era
una pasional de la Romería
de La Orotava. Ese
día el patio de su casa era una extensión de la misma, aparte de que estuvo
muchos años en rondallas. A Luisa se la puede considerar uno de los personajes
históricos entre nuestros romeros. Y como no, muchos años dándolo todo en la
Coral Polifónica Liceo de Taoro.
La
verdad es que Luisa fue una persona que me marcó por su simpatía, bondad y sapiencia.
Ella animaba el día más oscuro con el simple hecho de decirte hola con aquella
franca sonrisa y aquel carácter tan optimista. Se nos fue pronto a los
villeros. Recuerdo que el día de su fallecimiento me enteré ya estando
enterrada y me causó una pena enorme. No vio ni siquiera acabada las obras de
su querida calle Calvario. Ella que estaba tan ilusionada de que por fin
arreglaran la calle.
Luisa,
allá dónde estés, seguro que un mundo mejor que este, que sepas que amigos y
convecinos te echamos muchísimo de menos. Aunque han pasado siete años de tu
marcha, que aprensión me da todavía pasar por tu casa y ver la ventana cerrada, pues aun mentalmente me formo la imagen de verte allí o con la vana
ilusión de que de pronto se abrirá la ventana y me saludaras. Tú sí que
representabas los más altos valores de la Villa. Por eso eras y sigues siendo tan querida.
Dicen
que en las puertas del Cielo está San Pedro. A ti como mínimo te habrán tenido
que poner una ventana al lado de esa Magna y Santa Puerta para recibir a tod@s
los villeros que allí lleguen. Porque sonrisa más sincera y amable que la tuya
yo no he conocido ni creo que conoceré. Ya estarás allá Arriba con tus seres
queridos y con tantos grandes villeros que han partido. Ahora desde tú ventana
en el atrio que te ganaste échanos una mano a los que quedamos aquí porque
gente como tú nos hace falta.
Fuiste
una persona de carácter muy humilde y afable en vida y ni siquiera éste escrito
es para reivindicar tu memoria que sigue muy presente, porque lo he comprobado,
entre las personas del pueblo. Tú me conocías y sabias que yo no le doro la
píldora a nadie ni te alabé en el momento de tu partida y lo sigo haciendo ahora por
quedar bien. Te recuerdo cada vez que paso por tu casa, en cada Romería y Baile
de Magos y en tantas y tantas cosas que se celebran en tu amada Villa.
Recuerdo
el año 2006, aquel año donde La Orotava y sus gentes desplegamos la mayor de
nuestras ilusiones en las Fiestas por nuestro pentacentenario. Y bajando en la Romería
estaba en su ventana gozando de las fiestas con la ilusión renovada de cada año
y lo alegre que se puso cuando fui a saludarla, encima aquel año que yo iba
delante mismo de los Santos Patronos y sus varas, me desprendí de mi clavel y se
lo ofrecí. Fue la última vez que la vi por una Romería y la última vez que me
vio vestido de mago pues en años sucesivos no coincidimos.
En su momento por varios años la he recordado en Facebook. Hoy la traigo aquí que es virtualmente en el mejor sitio en que humildemente puedo homenajear a esta verdadera 100 x 100 villera de La Orotava.
En su momento por varios años la he recordado en Facebook. Hoy la traigo aquí que es virtualmente en el mejor sitio en que humildemente puedo homenajear a esta verdadera 100 x 100 villera de La Orotava.
Luisa
era grande entre los grandes. Fue para mí un orgullo el haberla conocido.
Lástima que con Luisa haya pasado igual que con muchos villeros entre las
clases populares. No ha tenido su merecido homenaje. Ni un recuerdo oficial, o
el nombre de una calle o algo. Gentes que formaron la esencia de este pueblo a
las que les debemos mucho por no decir todo. En fin…
¿Puede
existir algo más bonito que las rosas de La Orotava? Sí, las mujeres villeras
como Luisa la canaria.
Un
abrazo allá donde estés mi querida Luisa.
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Las fotos de
las rosas son hechas por mí el año pasado en la calle Sabino Berteloth. La foto
de Luisa es una bonita imagen en el patio de su casa con conocidos villeros un
día de Romería. Desconozco su autor y es una foto que circula por Google. Con
lo que hice este fotomontaje. Si hay algún problema por la foto de Luisa el
propietario/a comunicarlo en comentarios y la retiro. Aquí nos gusta respetar
lo ajeno.
©2014
© 2017 Francisco García.
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propiedad intelectual bajo licencia de Copyright.
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límites establecidos en la Ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos,
la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio o
procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático o cualquier
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titular del Copyright.
Todos los derechos reservados a
favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Diciembre de 2014.
Segunda edición del texto: Mayo 2017.
© 2017
Igualmente
dejo una recopilación de comentarios hechos en mi Facebook sobre ella que me
gustaría igualmente compartir pues demuestran el enorme afecto y cariño que se
tenía por Luisa.
Desiderio
González Palenzuela:
Una gran
señora, que tuve la suerte de conocer, un abrazo grande allá donde esté. Hasta
siempre Doña Luisa.
Recuerdo que
cada mes de Octubre, cuando ponía los carteles de la Virgen del Rosario de
Santo Domingo, por la Calle Calvario, siempre me acercaba a darle un programa
de la festividad, que Ella siempre recibía con mucho cariño, pues era una mujer
muy religiosa y de grandes valores cristianos. Ella me animó mucho en aquellos
años en el proyecto de refundación de la Hermandad. Sentí mucho su perdida que
la Virgen del Rosario, la tenga en su gloria.
Claudio
Rocío:
Una gran
persona. Siempre la recordaré.
Marta Hernández Hernández:
Muy coqueta
siempre con sus labios rojos y cuando iba a la peluquería siempre no decía que había
que ponerse guapa. Siempre asomada en la ventana y saludando a todo el que pasaba.
Se le extraña...
Belleza Integral:
Gran persona
Luisa. Siempre en mi recuerdo....cariñosamente me llamaba Carmita
chiquita...pues mi abuela era la del estanco x encima de su casa que se llamaba
Carmita. Un beso donde quiera que esté.
Jesús Eloy González Méndez:
Gran persona
, yo también la conocí en el tiempo que estuve trabajando en los Molinas , ya
que todos los días pasaba a saludarnos
Candelaria Mesa Martín:
Luisa,
cuantos recuerdos vividos juntas. Fueron muchísimos, no solo contigo, también
con Juana y Pino. Siempre con mucho humor y alegría las tres. Que Dios en su
infinita misericordia las tenga en su gloria. Un abrazo y un beso
Beatriz
González Yanes:
Yo también la
conocí. Una bellísima persona. Coincidamos mucho cuando ella estaba en Bazar
Lar. Que recuerdos. Gracias por esas lindas palabras para Luisa.
Meyo Bautista:
Las grandes
personas... dejan huella.
Candelaria H. Díaz:
Precioso homenaje
a una estupenda mujer qué disfrutaba de lo nuestro.
Nieves García Díaz:
Bonitas
palabras. En la vida todo se reduce a recuerdos así tan importantes.
Cristina Torrents Arbelo:
Mucho queríamos
a Luisa en mi casa.
Maria Luz Martín Abrante:
Luisa la del
gas butano, cómo no nos íbamos a acordar de ella y los años que pasó vendiendo
lotería en el bazar Butani. Siempre en nuestra memoria querida Luisa.
Roberto Pacheco García:
¡Ños, nueve años ya! 😢... Todavía miro a su ventana cada vez que paso por la Calle Calvario. Era parada obligada. Te subía el ego, y cuando te despedías de ella ya tu día y tú habías cambiado, te ibas con el alma llena y la sonrisa de oreja a oreja... ¡Doña Luisa! Mi novia, como ella decía. Jajajaja. Cuando pasaba alguien y saludaba mientras estábamos hablando, le decía "aquí, enamorando con mi novio" (así, todos 'Romeo y Julieta', jajajaja). Era la alegría de la villa. Con esa sonrisa perenne, ahora eterna. Hoy en día, todavía, siempre que paso por su ventana, me cambia el día y ya no soy el mismo, continúo mi camino con alma llena y la sonrisa de oreja a oreja. ❤️