Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Luisa Hernández Bello “la canaria”. La flor más bonita que ha dado el jardín villero.

Hoy es de esos días para el recuerdo pues aunque no sé la fecha exacta, está por estos días, de eso sí que no tengo duda, Luisa cumple el séptimo aniversario de su fallecimiento. Imposible que yo me olvide jamás de su persona. Ni yo, ni ningún villero que la hubiera tratado. Vecina de la calle Calvario y una de las mujeres más dicharacheras y que más amor tenían a La Orotava que yo haya conocido.
A Luisa la traté de toda la vida y me pareció una mujer excepcional. Siempre, y más después de jubilada de sus años trabajando en el Bazar Buthan vendiendo lotería y luego en el bazar Lar, en la ventana de su casa viendo la vida de La Orotava desde la calle Calvario. Desde su privilegiada atalaya villera. Cada vez qué pasaba si la veía en su ventana, que eran la mayoría de las veces, siempre tenia mis diez minutos de charla con ella. Luisa siempre me preguntaba por el pueblo y lo qué se hacía, o lo qué no se hacía. Ella nunca quiso desanclarse de la vida social del municipio, pese a que en sus últimos años ya no salía tanto a la calle. Siempre tenía una sonrisa amable para con todos. Se le llenaba la cara de ilusión cada vez que me pedía, al igual que a muchas personas, el “parte de novedades” cómo a ella le gustaba decir sobre La Orotava. Porque le interesaba saber de todo lo nuevo que aconteciera y supiera del municipio. Me encantaba hablar con ella. Cuando salía a pasear por La Orotava se ponía muy coqueta con sus labios pintados de rojo, también se los pintaba para ponerse en su ventana, y muy arreglada porque decía que había que ponerse guapa para pasear por nuestras calles. La ilusión de caminar por su querida Villa.
Con Luisa en su ventana viví innumerables anécdotas. Recuerdo una vez de ir bajando por la calle Calvario, ella desde que me veía de lejos empezaba a saludarme con la mano, me paré como era tradición para nuestros minutos de charla. Y de pronto tras las cortinas me salió un negro todo emperchado de arriba abajo mostrando una amplia sonrisa. Me quedé mirando para el negro y le digo a Luisa, “Luisa ¿ya se apuntó usted también a la moda de traerse un amante exótico?” Ella no paraba de reír y más cuando me dijo que el negro aquel era un sacerdote que había venido una temporada de coadjutor a la parroquia de la Concepción. Yo no sé si el tipo, creo que era tocayo mío, entendió algo, él solo hacía reír y asentir. Buenas risas nos echamos aquel día. Y muchas más con anécdotas múltiples tuvimos Luisa y yo desde su púlpito.
Pero Luisa era también una mujer muy consciente de la grandeza de nuestro pueblo, tradiciones y fiestas. A ella le daban escalofríos de ver en lo qué ha degenerado la vestimenta de mago en la Romería. Sobre todo en las mujeres. Cosa que por desgracia no se ha podido erradicar y que por otra parte es feísimo. Y repito la versión oficial: “a la Romería se va vestido no disfrazado.” Ella era una pasional de la Romería de La Orotava. Ese día el patio de su casa era una extensión de la misma, aparte de que estuvo muchos años en rondallas. A Luisa se la puede considerar uno de los personajes históricos entre nuestros romeros. Y como no, muchos años dándolo todo en la Coral Polifónica Liceo de Taoro.   
La verdad es que Luisa fue una persona que me marcó por su simpatía, bondad y sapiencia. Ella animaba el día más oscuro con el simple hecho de decirte hola con aquella franca sonrisa y aquel carácter tan optimista. Se nos fue pronto a los villeros. Recuerdo que el día de su fallecimiento me enteré ya estando enterrada y me causó una pena enorme. No vio ni siquiera acabada las obras de su querida calle Calvario. Ella que estaba tan ilusionada de que por fin arreglaran la calle.
Luisa, allá dónde estés, seguro que un mundo mejor que este, que sepas que amigos y convecinos te echamos muchísimo de menos. Aunque han pasado siete años de tu marcha, que aprensión me da todavía pasar por tu casa y ver la ventana cerrada, pues aun mentalmente me formo la imagen de verte allí o con la vana ilusión de que de pronto se abrirá la ventana y me saludaras. Tú sí que representabas los más altos valores de la Villa. Por eso eras y sigues siendo tan querida.
Dicen que en las puertas del Cielo está San Pedro. A ti como mínimo te habrán tenido que poner una ventana al lado de esa Magna y Santa Puerta para recibir a tod@s los villeros que allí lleguen. Porque sonrisa más sincera y amable que la tuya yo no he conocido ni creo que conoceré. Ya estarás allá Arriba con tus seres queridos y con tantos grandes villeros que han partido. Ahora desde tú ventana en el atrio que te ganaste échanos una mano a los que quedamos aquí porque gente como tú nos hace falta.
Fuiste una persona de carácter muy humilde y afable en vida y ni siquiera éste escrito es para reivindicar tu memoria que sigue muy presente, porque lo he comprobado, entre las personas del pueblo. Tú me conocías y sabias que yo no le doro la píldora a nadie ni te alabé en el momento de tu partida y lo sigo haciendo ahora por quedar bien. Te recuerdo cada vez que paso por tu casa, en cada Romería y Baile de Magos y en tantas y tantas cosas que se celebran en tu amada Villa.
Recuerdo el año 2006, aquel año donde La Orotava y sus gentes desplegamos la mayor de nuestras ilusiones en las Fiestas por nuestro pentacentenario. Y bajando en la Romería estaba en su ventana gozando de las fiestas con la ilusión renovada de cada año y lo alegre que se puso cuando fui a saludarla, encima aquel año que yo iba delante mismo de los Santos Patronos y sus varas, me desprendí de mi clavel y se lo ofrecí. Fue la última vez que la vi por una Romería y la última vez que me vio vestido de mago pues en años sucesivos no coincidimos. 
En su momento por varios años la he recordado en Facebook. Hoy la traigo aquí que es virtualmente en el mejor sitio en que humildemente puedo homenajear a esta verdadera 100 x 100 villera de La Orotava.
Luisa era grande entre los grandes. Fue para mí un orgullo el haberla conocido. Lástima que con Luisa haya pasado igual que con muchos villeros entre las clases populares. No ha tenido su merecido homenaje. Ni un recuerdo oficial, o el nombre de una calle o algo. Gentes que formaron la esencia de este pueblo a las que les debemos mucho por no decir todo. En fin…
¿Puede existir algo más bonito que las rosas de La Orotava? Sí, las mujeres villeras como Luisa la canaria.
Un abrazo allá donde estés mi querida Luisa.

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Las fotos de las rosas son hechas por mí el año pasado en la calle Sabino Berteloth. La foto de Luisa es una bonita imagen en el patio de su casa con conocidos villeros un día de Romería. Desconozco su autor y es una foto que circula por Google. Con lo que hice este fotomontaje. Si hay algún problema por la foto de Luisa el propietario/a comunicarlo en comentarios y la retiro. Aquí nos gusta respetar lo ajeno.
©2014
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Primera edición del texto: Diciembre de 2014.
Segunda edición del texto: Mayo 2017.
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Igualmente dejo una recopilación de comentarios hechos en mi Facebook sobre ella que me gustaría igualmente compartir pues demuestran el enorme afecto y cariño que se tenía por Luisa.

Desiderio González Palenzuela:
Una gran señora, que tuve la suerte de conocer, un abrazo grande allá donde esté. Hasta siempre Doña Luisa.
Recuerdo que cada mes de Octubre, cuando ponía los carteles de la Virgen del Rosario de Santo Domingo, por la Calle Calvario, siempre me acercaba a darle un programa de la festividad, que Ella siempre recibía con mucho cariño, pues era una mujer muy religiosa y de grandes valores cristianos. Ella me animó mucho en aquellos años en el proyecto de refundación de la Hermandad. Sentí mucho su perdida que la Virgen del Rosario, la tenga en su gloria.

Claudio Rocío:
Una gran persona. Siempre la recordaré.

Marta Hernández Hernández:
Muy coqueta siempre con sus labios rojos y cuando iba a la peluquería siempre no decía que había que ponerse guapa. Siempre asomada en la ventana y saludando a todo el que pasaba. Se le extraña...

Belleza Integral:
Gran persona Luisa. Siempre en mi recuerdo....cariñosamente me llamaba Carmita chiquita...pues mi abuela era la del estanco x encima de su casa que se llamaba Carmita. Un beso donde quiera que esté.

Jesús Eloy González Méndez:
Gran persona , yo también la conocí en el tiempo que estuve trabajando en los Molinas , ya que todos los días pasaba a saludarnos

Candelaria Mesa Martín:
Luisa, cuantos recuerdos vividos juntas. Fueron muchísimos, no solo contigo, también con Juana y Pino. Siempre con mucho humor y alegría las tres. Que Dios en su infinita misericordia las tenga en su gloria. Un abrazo y un beso 

Beatriz González Yanes:
Yo también la conocí. Una bellísima persona. Coincidamos mucho cuando ella estaba en Bazar Lar. Que recuerdos. Gracias por esas lindas palabras para Luisa.

Meyo Bautista: 
Las grandes personas... dejan huella.

Candelaria H. Díaz:
Precioso homenaje a una estupenda mujer qué disfrutaba de lo nuestro.

Nieves García Díaz:
Bonitas palabras. En la vida todo se reduce a recuerdos así tan importantes.

Cristina Torrents Arbelo:
Mucho queríamos a Luisa en mi casa.

Maria Luz Martín Abrante:
Luisa la del gas butano, cómo no nos íbamos a acordar de ella y los años que pasó vendiendo lotería en el bazar Butani. Siempre en nuestra memoria querida Luisa.

Roberto Pacheco García:
¡Ños, nueve años ya! 😢... Todavía miro a su ventana cada vez que paso por la Calle Calvario. Era parada obligada. Te subía el ego, y cuando te despedías de ella ya tu día y tú habías cambiado, te ibas con el alma llena y la sonrisa de oreja a oreja... ¡Doña Luisa! Mi novia, como ella decía. Jajajaja. Cuando pasaba alguien y saludaba mientras estábamos hablando, le decía "aquí, enamorando con mi novio" (así, todos 'Romeo y Julieta', jajajaja). Era la alegría de la villa. Con esa sonrisa perenne, ahora eterna. Hoy en día, todavía, siempre que paso por su ventana, me cambia el día y ya no soy el mismo, continúo mi camino con alma llena y la sonrisa de oreja a oreja. ❤️