Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

jueves, 2 de enero de 2020

Lo qué nos depara esta nueva década.

“…Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, los más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes, y más fieles que nunca, el olor y el sabor perduran muchos más, y recuerdan, y aguardan, y esperan, sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impagable gotita el edificio enorme del recuerdo…”

Por el camino de Swann. En busca del tiempo perdido. (1913)

Autor: Marcel Proust.

Cada dos de enero se ha convertido en tradición que empiece el año en el blog escribiendo sobre el tiempo y de cómo no para en su decidido camino de siempre avanzar sin detenerse. Llega el año 2020, nuevo año, pero también nueva década. Me gusta esta cifra de 2020 porque me trasmite mucha fuerza. Igualmente, cada dos de enero acompañaba al escrito una foto de nuestro pasado villero. Y muy orgulloso de nuestro pasado. Pero este año decidí darle un giro radical y observando nuestro pasado, a la vez he de mirar nuestro futuro. Por esa lo hibridación de la cita del fabuloso libro de Marcel Proust y la imagen de este escrito.

La década inteligente ya está aquí. Época de cambios a todos los niveles de la sociedad en un mundo cada vez más interconectado.
Lejos queda ya la década de los felices años 20 del siglo XX de periodos de entre guerras, charlestón y el cabaret frente a esta nueva década tecnológica del siglo XXI.
Imagen: http://www.cadenagramonte.cu


La Orotava no puede quedar fuera de lo que nos depara esta nueva década. Somos parte del mundo y no podemos retrotraernos a ello. En este 2020 voy a intentar traer escritos que si bien no se atañen en su particularidad a nuestro pueblo sí que nos va a afectar como puede ser revolución tecnológica, nuevos cambios en el paradigma social y la tan importante revolución ecológica entre otros temas. Por su puesto siempre sin desvirtuar la esencia de este blog y su línea editorial. Serán escritos muy concretos repartidos a lo largo del año en pequeñas píldoras articulistas. Este escrito va a ser como una avanzadilla muy generalista de dichos temas.

Personalmente opino que esta nueva década, siempre y cuando se sepa mantener el equilibrio de la paz mundial, puede ser una década fabulosa. Entiéndaseme el adjetivo fabulosa a lo que llaman los países de Occidente porque por desgracia aun extensas zonas del planeta están siendo diezmadas por males de todo tipo. Hace cuarenta años a los que somos de mi generación se nos quedó grabada una frase de Carl Sagan en su serie “Cosmos” cuando afirmaba que estábamos en las orillas del océano cósmico. Cuarenta años después la Humanidad ya está preparada para poner un pie en dicho océano e irnos introduciendo en esas desconocidas aguas. En esta década se teoriza que llegaremos a Marte y volveremos a la Luna. Por lo tanto, se liberará una tecnológica, que a día de hoy no somos ni conscientes de ella. Hace diez años cuando llegaban los smartphones y tablets se nos decía que veíamos los umbrales de la nueva era tecnológica. Ya hemos llegado a tales umbrales y ahora vamos a franquearlos. Va a ser una década de muchos cambios en nuestra forma de comunicarnos, hacer compras, gestiones y en temas laborales, sanitarios y de ocio. Reitero que en este dos de enero de 2020 que publico este articulo ni en mis ideas más optimistas soy consciente del gran salto evolutivo que podremos poseer a un 2 de enero de 2030. Tanto es así que muchos la están llamando la “década inteligente”. Será momento de que la Humanidad vuelva a los tiempos de descubrir nuevas tierras. Ya no como navegantes que surcaban la mar océano buscando nuevos lugares de conquista y evangelización como hace cinco siglos. Será el momento de los exploradores cosmonáuticos que allende de nuestro Mundo iniciaran la búsqueda de nuevos planetas habitables y nuevos mundos. No olvidemos que en la década de los 70 se lanzaron al Espacio las sondas Voyager y Pionner, de las que aun recibimos unas débiles señales, y que buscaban vida extraterrestre. Pero ya no es tiempo de sondas y naves no tripuladas. Ahora toca lanzarse a ello la propia humanidad navegando por el Espacio y replicando la épica de Ulises en la Antigua Grecia. Puede ser incluso tiempo de sorpresas y de descubrimiento de vida en otros planetas o planteas habitables para nosotros pues aunamos tecnología para ello tanto desde los centros para tal fin diseminados por la Tierra como por lo que se puede poner a nivel aeronáutico para los viajes espaciales.

Pero también debe ser una década de revolución ecológica. De dar el golpe en la mesa y empezar a cambiar muchas cosas para salvaguardar nuestro planeta, pues hoy por hoy es nuestro único hogar en la inmensidad cósmica. Debemos ser conscientes de que no podemos seguir este sendero auto destructivo de nuestra casa planetaria y que las medidas debes ser urgentes y efectiva a tal fin. Pero cuidado porque en este tema no es oro todo lo que reluce.

Así mismo se debe estar alerta por la paz mundial. Estos años veinte vienen con ciertos, y fuertes, peligros bélicos si no se saben encauzar los problemas. Hay que gestar un despertar colectivo de la conciencia en todos sus aspectos y debe salir de las personas y no de los poderes que gobiernan el mundo que han sido los que nos están llevando a este Armagedón. Cuento aquí la anécdota, porque viene muy enlazada con lo que puede ser esta década de los veinte, de que Albert Einstein en el ático de su casa lo tenia dividido en dos partes. Una era su laboratorio donde el realizaba su trabajo, recibía visitas, entrevistas, etc. Y en la otra parte era donde tenía su biblioteca privada donde era muy aficionado a lecturas de todo tipo, sobre todo arcanas y exotéricas. Einstein comentaba que a veces entraba en trance y tenia visiones. Vio cuatro guerras mundiales. Las dos primeras ya se conocían. Y la cuarta la definió como una guerra de una humanidad involucionada batallando con palos y piedras. Y todo ello dijo que era porque la tercera guerra mundial había sido de un tan alto nivel tecnológico y armamentístico que prácticamente había extinguido a la población del planeta y todo vestigio de saber. Por lo tanto, Einstein estaba situando dicha tercera guerra mundial en esta década o la siguiente. Se debe velar por la paz mundial y no dejar que “otros velen” por ella. Sobre todo Europa, que debe salir de la anestesia a que está siendo inducida sistemáticamente y reivindicarse en su génesis si toda nuestra civilización quiere sobrevivir o morir de forma extraña. Temas estos que traigo a colación y muchos más de estos nuevos tiempos que nos tocan.

Y llegados a este punto de la lectura mis queridos lectores podrán pensar ¿y qué tiene qué ver La Orotava con todo esto? Pues tiene que verlo todo porque el microcosmos villero forma también parte del macrocosmos nacional y mundial. Y es ahí donde cobra valor el inicio de este escrito y las palabras transcritas del libro de Proust. Libro que recomiendo su lectura pues es una de las joyas de la literatura universal. Palabras que son dualizadas porque nos dicen de un pasado que ya no existe, pero nos alienta con un presente y futuro de personas que incólumes siguen sosteniendo el edificio del recuerdo en su inquebrantable ideal de mantener, reformar y defender todo aquello que nos representa. Cambian los tiempos, pero no podemos cambiar las esencias que nos definen antropológicamente. La Villa debe oler y saber a Orotava. No todo vale por querer ser correcto. No podemos permitir que los eslabones se oxiden y se rompan ante aquellos que quieren manchar y ensuciar el sagrado nombre de la tierra patria que por derecho nos pertenece como herederos legítimos de nuestros ancestros y garantes a su vez de la herencia de nuestra decendencia. La Orotava debe seguir avanzando como lo marca el imperativo de los tiempos para no quedarse a la deriva de lo que queremos y deseamos para este pueblo en muchos aspectos. Debemos asimilar lo bueno que sea novedad y que nos ayude a sumar y multiplicar. Pero a la vez debemos estar alerta para que nada destruya nuestra esencia restando y dividiendo. Y ese es un debate que ya está en la calle porque en los últimos meses, y me alegro por ello, hay voces que están hablando de esencia y tradición villera y cómo mantenerla lo más pura posible.  Porque las sombras de la molicie están ahí y no podemos permitir que avancen impunemente contaminando o destruyendo 514 años de gloriosa historia dentro de la gloriosa historia de una de las naciones más antiguas del mundo como es España. Problema endémico del país porque estas sombras de molicie y desidia transitan libremente desde los Pirineos hasta el Hierro y desde Finisterre hasta Melilla. Debemos de trasmitir la firme y convincente idea de que no buscamos la provocación pero tampoco la vamos a consentir frente a ideas y personajes nefastos que parece que quieren que sucumbamos y frente a injerencias extranjeras que aquí ni se las espera ni las deseamos.

De todo esto, cosas buenas y no tan buenas, La Orotava no puede quedarse al margen porque nos afectan, o nos benefician, como sociedad. Recordemos que se ha vuelto al candelero con el tema de La Orotava Patrimonio de la Humanidad. Pero como he dicho, y reincido, me gusta esta cifra de 2020. Me trasmite buenas sensaciones y hay que afrontar el año y la década con optimismo. No con ese optimismo inocentón de los ingenuos. Sino con ese optimismo fuerte ante la adversidad y siempre valerosos ante lo que quieren, si les dejamos, corromper lo que fuimos, somos y debemos de ser.

A nivel de blog intentaré aprovechar al máximo todo lo que ofrezca Google en esta pagina y seguiremos en las redes sociales. Visualmente poco ha cambiado tras mi vuelta. Esta iluminación y ornamentación navideña por las fechas en que estamos que ya pronto la retiraré. Línea editorial la misma, aquí no admito tutelas. Esto no es un blog para gente bizcochable y adaptada. Esto es un blog de aguerrida libertad. Mezcla hecha entre alzados guanches y Tercios de Flandes. Primero golpeo (de manera metafórica) y luego pregunto. Y si es que tengo educación de preguntar que muchas veces hasta lo dudo. Habrá escritos, de vez en cuando porque la función de este blog es escribir sobre la Villa, de carácter más humanistas pues como siempre digo es bueno romper de vez en cuando el monotema de La Orotava. Pero el núcleo duro y temática de publicaciones siempre será Orotava, Orotava y más Orotava que es para lo que creé este blog. Siempre en producción propia que es seña de identidad de esta casa virtual. Por eso reincido una vez más, el seguimiento si lo tienen a bien en Instagram, Twitter y YouTube. Porque es ahí donde está ya consolidada una de nuestra forma de comunicarnos y la mejor manera que tienen de ayudar a difundir este humilde proyecto que ya va camino de los tres años. Siempre muy agradecido de corazón a todas las personas que comparten vía redes sociales y de mensajería mis publicaciones. Aunque todo esto lo tengo que decir con ciertas prudencias en lo personal porque empiezo el año y la década, pero no significa que los vea terminar.  No soy un optimista inocentón y hay que estar siempre en la posición del realismo espartano con espada afilada y escudo de optimismo como fuerza de vanguardia.

Emprendo el año con este escrito de cierta contundencia, pero créanme que es un mensaje lleno de buena intencionalidad y de ilusión de ver todo lo bueno que la Humanidad y La Orotava puede dar en esta década. No tenemos sino que reflexionar un poco para darnos cuenta de ello. Pero ya todo esto lo iré desarrollando a lo largo de estos meses cuando tenga espacio y tiempo para ello.

Para todos/as mis lectores de 100 x 100 villeros de La Orotava mis mejores deseos en este 2020 y en estos años venideros.

Un abrazo.

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Primera edición del artículo: Enero de 2020.